lunes, 24 de noviembre de 2008

El Templo Taoista


Después de tomar el té, mucho té (pues siguen sirviendo té hasta que uno se aburre y se va), decidimos ir a almorzar y entramos en una especie de establecimiento de comida rápida local, cuya especialidad eran las sopas “ramen” de todo tipo. Recuerdo que era una sopa enooormeee, más una orden de dumplings al módico precio de 5 dólares el combo! Cada día que pasaba en nuestro viaje almorzábamos más barato, y no por tacaños, si no más bien porque ya nos estábamos sintiendo como peces en el agua. La sopa estaba muy buena, aunque olvidable, pues no recuerdo ni de que la pedí.

Después de almuerzo, continuamos recorriendo los callejones y pasillos de los bazares, y con premeditación llegamos a un templo Taoísta que se encontraba dentro del complejo. Nunca antes en nuestras vidas habíamos entrado a un templo de este tipo y hasta el momento no tenemos idea de qué tipo de deidades teníamos ante nuestros ojos. En general era estatuas masculinas de color rojo o dorado con largas barbas negras. Si captamos que en su gran mayoría eran protectores de la ciudad y del comercio. Me llamó sumamente la atención el tipo de reverencia que los locales les rendían, de una forma que el catolicismo (que no está libre de pecado en este aspecto) podría hasta llamar idolatra. Habían sendos reclinarios con almohadones de terciopelo rojo, para que los fieles llegasen a levantar sus brazos hacia el firmamento, para luego arrodillarse e inclinar sus cabezas topando su frente al piso, o más bien al almohadón, reverencia que repetían una y otra vez de una forma vertiginosa por lo menos unas 8 o 10 veces.
El templo estaba compuesto por un edificio central y dos laterales, con un patio central donde se podía quemar incienso (pero no piensen en las varitas que ponen en su casa, si no más bien en enormes paquetes que tiraban dentro de un gigantesco incensiario, permanentemente encendido con carbones aromáticos).

Estuve indagando acerca del Tao y me dí cuenta que sus preceptos tienen mucho que ver con el Feng Shui, pues hablan acerca del “Chi”, que es la energía vital del Universo y del que fuese creado el mundo. El Chi existe dentro de todos los seres vivientes. La fuente del Chi proviene de orígenes cósmicos y es algo elusivo y misterioso, pero sus manifestaciones son reales y prácticas, por lo que los taoístas lo han adoptado dentro de su arquitectura y sus artes marciales. Dentro del aspecto religioso, los individuos crean una conexión con el Chi utilizando las imágenes de Dioses y espíritus dentro de sus ceremonias religiosas. Estas conexiones acercan a los individuos al Poder Supremo para clarificar su mente y encontrar su camino adecuado en la vida. Procedimientos poderosos, no les parece?

Por el momento concluiré mi historia de Shanghai de esta semana con nuestro regreso de los Bazares del Yu Garden hacia el hotel! Yo había leído en algun sitio de Internet que lo más difícil en Shanghai era conseguir un taxi en hora pico! Ahora imagínense un día lunes a las 5:00 de la tarde!!! Eso es exactamente lo que Lycenia y yo estábamos tratando de hacer después de nuestra visita a los Yuyuan Gardens... Lo interesante es que taxis habían por montones, por todas partes! Pero todos estaban ocupados! En la esquina de los bazares... Imposible! Aparentemente la esquina estaba desolada y solo paraba un taxi y de la nada salían por lo menos 15 personas a literalmente pelearse por el auto!!! Una cosa impresionante! Ante la vista de lo difícil de conseguir taxi en esa esquina, su servidor tuvo la brillante idea de caminar un poco para detener uno en la calle!!! Nunca pasaron!Caminamos por lo menos 15 cuadras y nada!!! Para rematar, comenzó a llover, y si recuerdan, en Bogotá me había caído y andaba la rodilla medio adolorida, por lo que tampoco podía correr... Así renco y mojado, con Lycenia nos refugiamos bajo el techo de la entrada de un banco antiquísimo al estilo europeo, y mi amiga fue la valiente de arriesgar su vida por pelearse por un taxi! Había un chino adelante de nosotros que se le veía toda la negra intención de empujar a Lycenia a un charco de la calle si le tratábamos de quitar el taxi! Pero finalmente lo logramos! Como una hora más tarde de nuestra incursión original íbamos felizmente camino hacia el hotel, en hora pico! Nos tomó casi una hora más llegar a lo que normalmente nos tomaba 20 minutos.... Entre eso y el jet lag, llegamos al hotel y practicamente a las 8 de la noche ya estábamos dormidos (para los que me conocen bien, nunca me duermo antes de la medianoche!).

sábado, 15 de noviembre de 2008

Los Yuyuan Gardens en Shanghai


El primer día completo en Shanghai lo utilizamos para ver la metrópoli, la ciudad moderna, la fantasía urbana que la China “comunista” ha creado como una imitación muy espacial de Occidente! Esa civilización moderna que podemos encontrar en cualquier parte del mundo, y que no impresiona para nada a Lycenia.... Ya habíamos conversado con ella que el segundo día nos dedicaríamos a explorar la China milenaria, y ver un poco más de su cultura, de su religión y de sus costumbres, y fue así como planificamos pasar el día en los Yuyuan Gardens y los bazares a su alrededor, para experimentar un poco esa paz que transmite el famoso feng-shui chino.

Nos trasladamos en nuestro taxi matutino hacia el área de los Jardines Yuyuan, y en menos de veinte minutos estábamos ya deambulando por los bazares del Yu Garden (ver fotografías en el blog), que resultaron contener tiendas relativamente modernas en estructuras al estilo antiguo... Los bazares han sido construídos utilizando el modelo típico de construcción de la China Imperial, aunque en su interior podemos encontrar desde tiendas de artesanías, pasando por ropa, electrodomésticos, perfumes, cometas, telas y hasta muñecas, artículos de cobre, joyerías, zapaterías y supuestas tiendas de antiguedades. En fin, típico bazar. El lugar es inmenso y es sumamente fácil perderse por su forma de laberinto. Prácticamente estuvimos ahí desde las 11:00 de la mañana, hasta las 5:00 de la tarde, claro que con “breaks” de por medio para poder disfrutar la caminata y la experiencia. Los bazares en sí tendrán el tamaño equivalente a unas diez cuadras, las cuales recorrimos de punta a punta, aunque nuestras compras fueron limitadas por áquello el regateo, el cual no es nuestro fuerte. Eso sí, antes de comenzar la caminata, hicimos parada técnica en el “Starbucks” por un café, dando gracias a Dios por la globalización que nos permitía tener un gusto conocido, y donde además aprendimos que hay “Cosmopolitan”, “GQ”, “Vogue” y todas esas inocuas revistas de moda occidentales, pero escritas completamente en chino y hasta con modelos de ojos rasgados en sus páginas centrales, para incentivar el consumo de bienes de lujo a toda esta nueva clase media emergente.

Posteriormente procedimos a ingresar a los Yuyuan Gardens, localizados practicamente a un costado de los bazares, dentro del centro antiguo de la ciudad de Shanghai. Los jardines son considerados como uno de los mejores en toda China. Los Yuyuan Gardens fueron creados originalmente alrededor del 1559 como jardines privados de un alto oficial de la Dinastía Ming, y en el transcurso de los siglos han sufrido invasiones, guerras y deterioros, quedando en un estado muy deplorable tras la ocupación japonesa de 1942 en la Segunda Guerra Mundial. El gobierno de Shanghai los restauró entre 1956 y 1961, abriéndolos ese año al público general y declarándolos monumento nacional en 1982.

Los jardines cuentan aproximadamente con 2 hectáreas de terreno y permiten una caminata sumamente relajante (ver fotografías en el blog), alejados del mundanal ruido de la civilización moderna, como un oasis de tranquilidad en medio del caos urbano. Nuestra caminata nos permitió ver estanques, esculturas rocosas, pabellones, plantas nativas, peces dorados del tamaño de tilapias (Lycenia hubiese gustado de saborear uno a la parrilla de tan grandes que eran), cavernas y lagos artificiales, jarrones antiguos, esculturas en forma de dragón, y en fín, todo el arte de la jardinería china en su máximo esplendor! Claro que para un tipo hiperactivo como yo, tanta tranquilidad se puede convertir en desesperación y a la hora y media ya quería buscar nuevamente el caótico ruido de la fantasía urbana, aunque antes de huir hicimos una parada técnica en la antiquísima Casa de Té Huxinting, pues nos habían afamado el té y su ritual. Huxinting se encuentra ubicada en un elaborado pabellón en el centro de un lago artificial dentro de los Jardines, y reposa a manera de isla, conectado a “tierra firme” a través de puentes de madera en forma de zig-zag, los cuales han sido construídos así para confundir a los malos espíritus, quienes únicamente pueden conducirse en línea recta.

Me gustaría dar buenas referencias acerca del ritual del té. El té en sí estaba muy bueno. Probamos té verde y de jazmín, pero el proceso de preparación y las explicaciones a su alrededor me parecieron sumamente escuetas. Las chinas se veían como fastidiadas de estar repitiendo el proceso una y otra vez a turistas occidentales, lo cual considero una lástima pues es una excelente oportunidad para compartir su cultura con el exterior (aunque lamentablemente los chinos quieren imitar a Occidente, perdiendo poco a poco sus costumbres milenarias). Me imagino que esperaba una ceremonia más parecida a la japonesa y menos comercial, y probablemente eso se puede encontrar más en el interior de China y no en las grandes ciudades.

lunes, 27 de octubre de 2008

El Jin Mao Tower


Casi a la fuerza los he traido de nuevo a Shanghai para poder continuar el relato de nuestra visita por la jungla de cemento. En qué nos quedamos? Si, estábamos con Lycenia en Pudong, viendo como las chinas se volvían locas comprando en Zara... También recordaran que a la “niña” no le gustan los edificios, pues no los ve como símbolo de progreso si no como destrucción al medio ambiente... Pero claro, a dónde la llevó Walter a continuación en nuestra historia? Al Jin Mao Tower por supuesto!!!

Hasta mediados del 2007, el Jin Mao Tower era el rascacielos más alto de la China continental, superado durante los días de nuestro viaje en altura por el Shanghai World Financial Center, edificio vecino que le comió el mandado y que convenientemente construyeron a la par como muestra de lo grande del ego humano. Lo cierto es que el Jin Mao Tower sostuvo su título desde que se completó en 1999. El diseño estuvo a cargo de la firma de una firma de arquitectos en Chicago llamada Skidmore, Owings & Merrill, quienes la erigieron siguiendo un modelo tradicional chino de la pagoda de niveles. El edificio alberga diversas oficinas y el Shanghai Grand Hotel Hyatt. Un título que la torre aún conserva es el del hotel más alto del mundo, refiriéndose a términos de distancia desde el nivel inferior hasta las alturas, ya que el Grand Hyatt ocupa los pisos del 53 al 87 con una oferta de 555 habitaciones bajo el concepto cinco estrellas. El Jin Mao ofrece un mirador cubierto en el piso 88 (su piso superior) llamado “The Skywalk”. Cómo podíamos dejar de visitarlo?

Esa misma semana habíamos estado ya en el John Hancock Center en Chicago. Porqué no repetir la experiencia de las alturas al otro lado del mundo? Obviamente yo le pagué la entrada a Lycenia en lo que ella estaba en el baño para asegurarme que no se fuera a escapar, aunque ya a esas alturas estaba resignada a que íbamos a subirlo. El mirador ofrece una impresionante vista de la ciudad, la cual se extendía en todas las direcciones hacia un horizonte de concreto interminable, por lo menos para el ojo humano. A nuestros pies estaba el Río Huangpu y el Pearl Oriental Tower, pero lo más impresionante lo constituía la fantasmagórica visión de la construcción del Shanghai World Financial Center, el cual estaba lo suficientemente cerca para notar la actividad de las gruas mecánicas erigiendo a la Babel moderna, donde las nubes rodeando las máquinas nos recordaban el desafío del hombre contra las alturas. Pero aparte de la vista exterior, el mirador ofrece en su estructura central una vista interior del atrio del Grand Hotel Hyatt, que va del piso 56 al 87, convirtiéndolo en uno de los más altos del mundo (siendo el más alto el del Burj-Al-Arab en Dubai). El atrio aparecía bajo nuestros pies como un espejismo de la arquitectura moderna.

Qué mejor para afirmar la verdadera fantasía urbana de un domingo a las 5:30PM que tomarse un martini en el bar más alto del mundo? El Cloud 87 Bar está ubicado en el piso 87 del Grand Hotel Hyatt y ofrece la misma espectacular vista del mirador, pero degustando un Bombay martini, maní salado y un cómodo asiento para sentirse como en casa... Lo malo es que para llegar del piso 88 al piso 87 no hay libre tránsito para sus visitantes! Así que tuvimos que bajar a la planta baja, para luego subir en un ascensor expreso al lobby del hotel en el piso 54, para conectar con otro ascensor interior al piso 85, y otro ascensor más al piso 87!!! Wow! Teníamos sed cuando llegamos a nuestro cometido, aparte de que ya había hecho que Lycenia subiera por tercera vez a una estructura alta en cuestión de un par de días (y ahí mismo le prometí que era la última vez en el viaje que la llevaba a un edificio alto!). El bar es oscuro y la decoración es muy parca... pero quién necesita un lugar Chill-Out cuando la vista es el principal personaje de una obra teatral? Nos quedamos descansando en el lugar por un par de horas, viendo como los colores del cielo cambiaban de tono y ver el despertar de las luces de la ciudad. Es una de las experiencias más interesantes que tuve en el viaje, pues no siempre se tiene la oportunidad de tomar una copa en el piso 87 de un edificio!

miércoles, 22 de octubre de 2008

Fantasia Urbana en El Salvador

Si, lo se. Había desaparecido casi por un mes del mundo cibernético, así que no se pueden quejar mis lectores a la fuerza, ya que les he dado un descanso visual a mis “no-solicitadas” historias. La razón de no haber podido escribir se debe a dos factores primordiales: de repente de me duplicó el trabajo en el mundo corporativo cuando una compañera se fue de maternidad y además llegó la época navideña en todo su esplendor con todos los compromisos sociales que eso conlleva. Pero heme acá tratando de poner al día nuestra historia, además de como siempre compartir con ustedes algunos de mis superfluos pensamientos de buena filosofía de la calle de un hombre de clase media que trata de emular a un ciudadano del mundo a través de sus experiencias de viajes, y quien trata de compartir esas historias con un público cibernético que no se sabe si de verdad lo leen o lo envían directamente a los “deleted items” (ja!). En esa emulación de ciudadano del mundo me he dado cuenta que cada día me hago más “cholleta” (traducción: que se me están cayendo los tornillos poco a poco) y llegué a finales de noviembre a la conclusión que he creado en San Salvador una especie de “fantasía urbana”.

OK... Ya estarán diciendo, hoy si se le cayó uno más!

Traté de buscar en Internet si existía alguna definición concreta de dicho término, pero solo lo encontré como un género de película que combina la ciencia ficción con la infraestructura del mundo urbano moderno (tipo “The Matrix”). Ante la carencía de una definición “oficial” cibernética, pues compartiré con ustedes mis impresiones mentales al respecto (“realmente tenemos opción?”).... Con “fantasía urbana” me refiero a una serie de lugares, eventos, restaurantes, grupos de personas, paseos y rutinas que sin querer diseñé para darme la impresión de vivir en algún lugar del mundo donde realmente están pasando cosas. Y como una vez mencioné en estos mismos escritos, vivo a veces en San Salvador como si fuera un ex-patriado en mi propio país, muchas veces alejado de la familia, como un ser demasiado independiente para el gusto de mucha gente y que siempre se sale con la suya, así que no es extraño que trate de gozar lo más “internacional” que la ciudad me puede ofrecer. Pongamos el ejemplo más obvio: Mai Thai.... Mi buen amigo Jacobo me dijo hace unos meses cuando conoció el lugar que en ese momento estaba entendiendo mis escritos, pues el lugar era como un rincón del mundo en El Salvador.... Jacobo, esa es la mejor ilustración que me has dado de lo que considero como fantasía urbana. En esa categoría califican lugares como La Enoteca, el Museo de Arte con su Café Punto, la misma Ventana, el Cafe Sunzal, entre otros... La revelación acerca del término llegó con un Bombay Martini en mano conversando con Nelson y Luis dentro del mismo Mai Tha... Y claro, pensaran al igual que el servicio secreto que fue bajo la influencia de la sustancia estimulante y embriagante, pero fue más bien como una revelación de porqué me mantengo dentro de los mismos lugares, que son como mis zonas de comfort, pero donde todos son bienvenidos!

La revelación llegó casi al mismo tiempo que la penúltima semana de noviembre del 2007, la cual, aparte de demasiado Mai Thai, trajo: una cena de gala de Royal Caribbean, la cena de Acción de Gracias, la cita perfecta (con una amiga, así que fue casi perfecta), y la fantasía urbana en su máxima expresión a través del evento Centroamérica Moda en los jardines del Museo de Arte (MARTE), donde la luminaria de la noche fue la diseñadora salvadoreña Francesca Miranda, quien montó un desfile de modas de calidad mundial, al estilo de las pasarelas en Milán y presentar su colección masculina primavera/verano 2008, y sus espectaculares trajes de noche en la colección femenina. Los demás diseñadores de la región no mostraron nada precisamente original o innovador, y la calidad de las prendas daba mucho que desear. Anyway! Al terminar el desfile, decidimos ir a comer a Mai Thai, que era la alternativa más decente a las hamburguesas a esa hora (1045PM) y cual fue nuestra sorpresa que el “after-party” del evento era ahí mismo, así que terminamos en medio de las modelos y los diseñadores, y a un paso de sentarnos en el VIP con Rebeca Dávila, quien ya nos había ofrecido presentarnos a la Lupita Jones, ex-Miss Universo mexicana, pero que prudentemente decidimos no aceptar para no estar de metidos en medio de las platicas inocuas del mundo de la moda. Esto señores es a lo que me refiero con la fantasía urbana!

Y no voy a entrar en detalles acerca del mes de diciembre, pues nunca terminaríamos, aunque si voy a enumerar la serie constante de eventos, incluyendo el recital de mi mamá en la Alianza Francesa, el “Bring a Friend” en Vittorio’s, el concierto de Timbiriche, la reunión navideña de la Cofradía del Eterno Gozo, un total de tres cenas en casas de amigos para celebrar la Navidad, tres celebraciones de cumpleaños (dos fiestas en la ciudad y una barbacoa en “La Hacienda”), la llegada de mi prima de Australia y la inauguración del nuevo edificio de TACA en Santa Elena (que eso si fue una completa fantasía urbana, con faunos y hadas recibiendo a la concurrencia y fuegos artificiales como toque dramático). Y claro que es normal que haya muchos eventos en esta época del año, y probablemente son mucho más usuales e intensos si se vive en Nueva York, Vienna, Shanghai, Roma o París, pero en San Salvador los vivimos en una menor escala y con limitantes de infraestructura. Pero lo bueno es que es un San Salvador globalizado, pero donde paralelamente coexiste un mundo donde aún se tiran piedras y palos entre vendedores ambulantes y agentes policiales de la alcaldía capitalina como una lucha eterna por espacio del sector de comercio informal. Nos falta mucho para llegar al estátus de ciudad segura y cosmopolita. Mientras tanto, pues vivamos la fantasía urbana!

Dice Andrés Oppenheimer en su libro “Cuentos Chinos”, que el problema por el que América Latina no despega del tercer mundo es por sus gobiernos de corrupión, donde no importa si son de izquierda o de derecha, liberales o convervadores, populistas o medio fascistas, el resultado siempre es similar: un caos social! En ese mismo libro, Oppenheimer compara nuestras tierras con el ejemplo de la “China Comunista”, la cual se convirtió durante la última década en una nueva potencia económica mundial y en un enorme mercado de consumo para la nueva case media emergente, todo a raíz de una liberalización del capital y de los negocios, que los ha llevado en menos de 5 años a construir una especie de Manhattan en el área de Pudong, con sus rascacielos, centros comerciales y centros financieros. Shanghai no representa ninguna fantasía urbana. Es una ciudad real. Muy real. Solo la película “Ultraviolet” (parte del género cinematográfico de la fantasía urbana que mencioné al principio) se aprovecha de Shanghai como un escenario hollywoodesco para mezclar la realidad urbana con un futuro imaginario sumamente operatico. Fantasía Urbana?

domingo, 19 de octubre de 2008

Compras en China?

Seguimos caminando y nos encontramos de frente con un enorme centro comercial! “Ay”, dijo Lycenia, “vamos a ver que venden en las tiendas chinas”... El Super Brand Mall en Shanghai (http://www.superbrandmall.com/index/index_en.asp resultó ser el centro comercial más grande de toda China, con 10 pisos de altura y tiendas especializadas en moda, decoración, joyas, cosméticos, accesorios, etc... Y pues las tiendas “chinas” resultaron ser: Zara, Mango, H&M, Benetton, C&A, Next, Toys R Us, y cualquier nombre o marca internacional que se les pueda ocurrir! Y los chinos si que compran! Un buen pasatiempo en todas partes del mundo! Y puedo dar fé que hay filas enormes de gente en los probadores y cajas de Zara, acá, en España y hasta en la China! Las chinas estaban vueltas locas probandose la reciente colección de otoño del Grupo Inditex! Por nuestro lado no compramos nada, pues para que comprar Zara al otro lado del mundo? El mall cuenta además con un enorme complejo de salas de cine, restaurantes de todo tipo y un gigantesco food court.

domingo, 21 de septiembre de 2008

El Bund Sightseeing Tunnel hacia el Oriental Pearl Tower

Ya de regreso en tierra firme decidimos buscar algún lugar para almorzar, por lo que caminamos desde el muelle hasta el pequeño malecón del Bund. A pesar de haber tenido un desayuno buffet muy variado en el hotel, donde nos saciamos con dumplings y huevos recalentados, el hambre apremiaba y tras recorrer unas cuantas cuadras, nos encontramos con el Restaurante “New Bund”, el cual fue nuestro primer encuentro con un restaurante chino de verdad.... Nos recibió una gigantesca estatua del Buddha gordo y sonriente, quien tenía ofrendas frutales a sus alrededores. Al ingresar nos recibieron con un inglés sumamente rudimentario y nos llevaron a través de largos pasillos sin comensales. De hecho el lugar parecía estar desierto de no ser por unas cuantas mesas en un salón lateral donde nos ubicaron con vista a la transitada calle. En los pasillos vimos gigantescos estánques con peces, camarones y angilas, para poder dar fé que tan fresca era la comida que nos iban a dar.... (es una costumbre muy china, exhibir sus animales como símbolo de carne fresca!). Nos llevaron unos menús plastificados en chino e inglés, y donde habían fotografías de la comida.... Nos tardamos más de media hora en decidir qué ordenar, pues ni las descripciones en inglés ni las fotografías nos daban una idea de qué íbamos a recibir... Optamos por un plato de cerdo agridulce con hongos y verduras, por unos dumplings, y por una especie de broccoli chino. Tengo que admitir que los sabores eran completamente diferentes a Occidente, pero aún estaba comestible. Todo esto por la maravillosa suma de USD 10.78 entre los dos... 30 dólares menos que la noche anterior, claro que en un restaurante que consideraría de tercera!

Posteriormente a la sobremesa (y después que un turista peruano se metiera sin querer al baño de las mujeres, donde Lycenia afortunadamente solo se estaba lavando las manos), decidimos salir finalmente del Bund y cruzar hacia Pudong, para lo cual nos decidimos a utilizar el Túnel Turístico! El Bund Sightseeing Tunnel conecta la parte norte del Chen Yi Square en el Bund con el Oriental Pearl Tower en Pudong! El túnel, de 647 metros de longitud, que va por debajo del Río Huangpu, transporta a sus pasajeros en pequeños carritos de vidrio con una capacidad como para 10 personas cada uno, en lo que es uno de los recorridos más kitsch que he hecho en mi vida... De hecho, en palabras de Lycenia, “es tan feo que hay que verlo”. Y efectivamente, es una cosa fuera de este mundo. Pensé que solo quedaría en mi memoria, pero me lo encontré en You Tube, así que pueden accesar al video a través del blog o a través del siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=BeuGPbl9YjI - Por favor veanlo, pues las palabras me quedan cortas para poder describir algo que nos dejó con las bocas abiertas de par en par, y no necesariamente por habernos impresionado, si no más bien por ser algo que Walt Disney World hubiese quemado los planos y el prototipo antes de permitir su construcción!
Tengo que admitir que fue una forma muy conveniente de cruzar hacia el otro lado del río, y en cuestión de 5 minutos estábamos en la base del Oriental Pearl Tower.... Varias personas me han preguntado “qué es exactamente ese edificio?” refiriéndose a las fotografías del Oriental Pearl Tower, con sus características esferas gigantes que nos dan la impresión de un átomo estilizado. La Oriental Pearl Tower (Torre de la Perla Oriental) es una torre de televisión, la tercera más alta del mundo después de las de Toronto (CN Tower) y Moscú (Ostankino Tower), pero además se ha convertido como un ícono representativo del Shanghai del siglo XXI.

La torre, de 468 metros, es como una ciudad en sí misma, pues cuenta con tres miradores a diversos niveles, tiene un restaurante giratorio, una discoteca, un piano bar y un hotel de 20 habitaciones; en su base se encuentra el Museo de Historia de Shanghai y aparentemente se está constuyendo en su interior un parque de diversiones dedicado al “mundo del futuro”. Y si, somos pecadores! No entramos!!! Ni subimos!!! Pero bueno, no había tiempo para todo y decidimos que el Jin Mao Tower tenía un mejor “sex appeal” para observar la ciudad a vista de ojo de pájaro. Únicamente rodeamos el Oriental Pearl Tower y caminamos por sus alrededores... En su interior había una gran multitud aparentemente esperando un concierto o algo similar a juzgar por la tarima y el anfiteatro al aire libre que congregaba a los chinos en un ambiente festivo y musical.... Caminando, caminando, también rodeamos el Shanghai International Convention Center y fuímos a dar a la rivera del río Huangpu, esta vez del lado de Pudong y con vista hacia el Bund.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Crucero por el Rio Huangpu



Hacía dos días apenas que navegábamos el Chicago River para nuestra lección de arquitectura y estábamos a punto de repetir la experiencia con un paseo en barco por el Río Huangpu! El crucero de una hora por el río tenía el módico precio de US $4.72, algo que sentimos baratísimo considerando los precios de las cervezas de la noche anterior! Compramos nuestros boletos en una desvencijada oficina a orillas del río, y nos hicieron pasar a una pequeña sala de espera, que tenía un insoportable olor a humanidad china... Tienen un olor ácido o agrio, muy peculiar, posiblemente por la raíz de bambú o la raíz de la flor de loto, las cuales tienen ese olor que tuvimos que soportar durante todo nuestro viaje y que posiblemente al final también nosotros los teníamos impregnado... Como dato curioso, una amiga de Carolina López me comentaba antes de salir de viaje, que un amigo chino le comentó que para ellos los occidentales tenemos un olor insportable a leche y queso, lo cual causó bromas durante todo nuestro viaje, pues cuando sentíamos el característico olor agrio de la humanidad china, los amenazábamos con atacarlos con nuestro olor a leche de cabra! ;-)

El crucero salía a las 11:00 de la mañana, y en esa inmunda sala de estar no había señas de un puente de abordaje. Nos acompañaban en nuestra espera una elegante señora francesa de pelo blanco algodón y su muy guapa nieta, quien estaría dentro de la veintena de edad. La barrera del idioma no nos permitía comunicarnos, pero nos dábamos solidaridad mutua de no saber cuáles eran los próximos pasos... Hasta que entró un hombre chino y nos pidió en inglés que lo acompañáramos, para guiarnos hasta un autobus, lo cual causó la pregunta de la señora francesa: “y que no era un barco”, a lo que le respondieron: “en 5 minutos”, tiempo exacto que le tomó al bus en llevarnos hasta un muelle a unas cuantas cuadras del lugar de nuestra compra.

El barco era parte del Shanghai Huangpu River Cruise Company (les pondría el sitio web de Internet, pero está completamente en chino!), que tienen una flota de 7 naves para hacer recorridos que van desde una hora hasta toda una tarde. Nosotros optamos solo por un pequeño vistazo de la ciudad desde el río.... Practicamente fuímos los últimos en abordar, y subimos a la cubierta del tercer piso a través de una pequeña escalera de caracol....
La cubierta exterior ya estaba completamente abarrotada por turistas de todas las nacionalidades, pero primordialmente locales. No tocaría de pie, pues ya estaban ocupados todos los asientos plásticos blancos que habían dispuesto en forma de mini-comedores. Además, al contrario de nuestra experiencia en Chicago, en lugar de un catedrático, nos acompañaba un aparato de sonido que tenía muy mala resonancia, por lo que las explicaciones en inglés nos sonaban igual a chino. No puedo decir en esta ocasión que fue una experiencia didáctica, pero si gozamos mucho del paisaje urbano.

Y como la naturaleza tiene sus jugarretas eventuales en este tipo de paseos, a los 5 minutos de haber zarpado, el cielo se pusó negro negro negro y cayó una tormenta de Padre y Señor mío, lo que causó el caos en la cubierta, pues para bajar a la parte techada del barco, se tenía que pasar por la única estrecha escalera de caracol, con tanta suerte que quedamos nosotros prácticamente de último, con lo que nos empapamos y al llegar al nivel inferior, ya todas las sillas de la cafetería interior estaban ocupadas... El destino quería que siguieramos de pie! Así que nos resguardamos en un pedazo exterior techado donde podíamos apreciar la gran ciudad al mismo tiempo que la brisa y la lluvia chocaba contra nuestros rostros... Pero como se disfrutan mejor estos paseos acuáticos si no es en el exterior? Qué mejor ubicación para ver la bandera ondeante del barco en movimiento? O para apreciar los rascacielos sin 50 chinos bloqueando nuestras fotos? Interesantemente su servidor se puso a hacer una especie de danza del sol, bajo la premisa que de todas formas nadie me conocía y con el afán de liberar un poco el estrés, y a los 10 minutos la nube se disipó, pero me faltó probablemente más fé, pues en cuestión de 2 minutos más se volvió a formar y continuó el tormentón!

sábado, 13 de septiembre de 2008

Pudong... De dia


Hablar acerca del matrimonio me permite enlazar mi ensayo anterior, aunque sea de una forma muy débil, con nuestra historia en cuestión... Llegamos a una China milenaria y recientemente comunista, para encontrarla casada con un mundo moderno y con el capitalismo... Este si es un matrimonio de conveniencia!!! Y Shanghai es el punto máximo de expresión de esa nueva China que quiere dominar al mundo... Con solo observar Pudong desde El Bund, con sus rascacielos y su paisaje futurista, nos da una clara idea que la niña se casó por dinero con Occidente, no por amor.

Lycenia no me podía comprender, porqué si la noche anterior habíamos estado en The Bund con la misma vista de Pundong, teníamos que regresar al mismo malecón y repetir parte de nuestros pasos... Muy sencillo! Lo vimos de noche... Ahora lo teníamos que ver de día! Además nos permitió apreciar un poco más al turismo local... La mayor parte de personas en ese malecón eran chinos, probablemente de visita en la gran ciudad... tal como los estadounidenses visitan Nueva York o como los europeos visitan París. Con 1.25 billones de personas en el país, es obvio que la mayor parte de turistas serían locales, aunque los occidentales también congestionabamos un poco las abarrotadas calles. Y no puedo explicarles la cantidad de cámaras digitales compitiendo por una toma del turista con el Oriental Pearl Tower.

Además había vendedores ambulantes de agua, algunos cuantos pordioseros, fotógrafos ofreciendo sus servicios para capturar el momento kodak con fotografías instantáneas y hasta un vendedor de pinchos de pulpo, quien tuvo que huir de la policía a cómo las piernas le daban con todo y su carrito, pues aparentemente son prohibidas este tipo de ventas en las calles de Shanghai.

martes, 9 de septiembre de 2008

Cuatro Bodas y Un Funeral


A cuántos matrimonios religiosos se puede ir en San Salvador en un año? Pues a menos que seas Chacho y Andrés, quienes captan las imágenes de estos eventos para la posteridad por su trabajo, o que toda la promoción de colegio del mismo año se pusiera de acuerdo para casarse al mismo tiempo, pues podría adivinar como máximo dos. O bueno, será que yo por mi mundo corporativo paso encerrado en mi “home office” y no conozco más gente en edad casadera? Estoy filosofando al respecto pues el 2007 me ha llevado a presenciar cuatro bodas, cada una completamente única, siendo la más reciente el sábado pasado en el mar, dentro del Hotel Tesoro Beach en la Costa del Sol de El Salvador.

Mi buena amiga Fabiola buscó un escenario sumamente operático y hollywoodesco para recibir su bendición nupcial: justo al atardecer, al aire libre y a orillas de la playa, en un anfiteatro de columnas romanas donde la novia había decorado con velos blancos que se movían armoniosamente con el viento.... De hecho, ese pequeño anfiteatro es de los pocos lugares al aire libre y fuera de la Iglesia Católica donde el Arzobispado ha concedido el permiso para poder oficiar una misa o un matrimonio. Me imagino que los domingos de Semana Santa llegaba el padre al balneario de verano a poner un poco de orden entre sus feligreses, lo que hizo necesario consagrar el lugar para dar misa. Así que el sábado pasado Fabiola y Rodrigo se casaron, ambos de blanco, y en un ambiente sumamente casual y relajado... Y al terminar la ceremonia religiosa, prácticamente cada quien tomó su silla ocupada durante la misa, colocándolas en las mesas que ya estaban preparadas alrededor de la improvisada iglesia para el posterior banquete nupcial. Lo interesante es que donde antes estaban los feligreses escuchando misa, se instaló la discoteca móvil con luces y efectos de humo, y media hora más tarde todo mundo bailaba a diversos ritmos tropicales.

La boda de Luis y Laura fue campestre y de día... La misa fue a las 10:00 de la mañana en la Iglesia del Carmen, con una posterior recepción en la Finca San Ernesto, camino a Comasagua y donde la lluvia, el sol, la neblina, los venados y las loras jugaron un papel muy significativo en ese contacto con la naturaleza.

La de Geraldine y Andrés fue una boda sumamente tradicional y elegante, a las 8:00 de la noche en la Basílica de Guadalupe, con su posterior recepción en el Hotel Radisson. Las mujeres de largo y de lentejuelas, los hombres de traje oscuro.

La de Claudia y Javier fue una boda de tarde, muy cálida y colorida, a las 11:00 de la mañana en la Basílica de Guadalupe, con un posterior almuerzo en los jardines de la Hacienda de los Miranda (así se llama la Sala de Recepciones para los que son de fuera) y como el novio es mexicano, pude apreciar costumbres muy típicas de ese país aplicadas dentro del contexto salvadoreño.

Como mencioné, todas muy diferentes, pero con una elegancia y una atención en los detalles muy única en cada caso... Lo que si puedo decir que las cuatro bodas tuvieron en común es la felicidad que los novios transmitían por haber tomado el paso de sus vidas. Y es que aún existen los matrimonios felices? Claro, dirán que un divorciado no es la persona más imparcial para hablar al respecto, pero en un mundo donde se ven tantos matrimonios arreglados, obligados e infelices, es sumamente grato ver historias de amor verdaderas, con finales felices, dignas de Hollywood, y para variar tal vez no tan operáticas. Felicidades a todos los recién casados del 2007!!!!

Y el funeral? Si... Falleció mi tío Freddy en San Francisco. El hermano de mi mamá. Por favor todos levanten una oración por su eterno descanso, pero sobre todo para darle fuerzas a su familia doliente. Mi mamá piensa que soy un desalmado, pues he pasado dándole una gran terapia acerca de que la muerte es un proceso natural para tratar de calmar sus lágrimas y como capricornio puro del 2 de enero, me logro mantener ecuánime en momentos de crisis. Tío Freddy, que Dios lo tenga en su gloria!!!

Pero bueno, este es un blog de viajes y no una reseña de las páginas sociales ni de los obituarios. Con escribir estas palabras únicamente quería rendir homenaje a los valientes que se casaron y al que se fué a mejor vida, pero hay una historia a medias sobre las tierras del Catay, que debemos continuar...

jueves, 4 de septiembre de 2008

The Bund y la increible vida nocturna en Shanghai!!!

"The Bund"

Hasta ese entonces, la visión de la gran ciudad había captado todos nuestros sentidos, y no fue si no hasta cruzar de regreso hacia la acera del Bund que nos dimos cuenta la cantidad de gente que había en las calles, y sobre todo la cantidad de chinos que nos rodeaban! Estábamos en China!!! En una China muy cosmopólita por cierto, pues también habían hordas de turistas y ex-patriados de todas las nacionalidades! La noche era jóven para explorar las conservadoras edificaciones inglesas de “The Bund” con vistas de encontrar un lugar para nuestra primera cena en Shanghai.

“The Bund” es un conjunto de edificios de estilo netamente europeo, ubicados en una de las márgenes del Río Huangpu en el distrito del mismo nombre en Shanghai. Si Pudong nos inspiró el futuro, The Bund nos evocó el pasado extraterritorial de la ciudad.... El Imperio Británico, Francia, Estados Unidos y Japón, tenían concesiones en Shanghai que operaban como territorio propio de cada uno de sus países. Por eso la ciudad cuenta con una cantidad impresionante de edificios históricos que en su momento alojaron bancos, embajadas y oficinas de intercambio comercial de corporaciones inglesas, francesas, estadounidenses, rusas, alemanas, y de muchas otras potencias europeas. Mi amiga Ivonne Jaimes, cuando vió recientemente una foto de su servidor en el Bund, pensó que había sido tomada en Londres, pues efectivamente parece una escena tomada a la orilla del Támesis y no del Huangpu. Acá se encuentran edificios de tanto prestigio como el Shanghai Club (el principal club social británico de la ciudad), el edificio HSBC (sí, donde floreció sus operaciones el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation allá por el 1932, su banco local), la Casa de las Aduanas (que tiene un reloj construido en Inglaterra que es imitación del Big Ben) y el Edificio del Bank of China, que tiene finalmente elementos decorativos propios de la cultura madre de la ciudad.

Es sorprendente caminar la acera del Bund, con sus sobrias estructuras medio grises, considerando el colorido y lo recargado de la arquitectura oriental, y ver sus calles llenas de gente, primordialmente chinos, curosiando las vitrinas de tiendas como Armani o Dolce & Gabbana, surgidas de una nueva clase adinerada con poder adquisitivo elevado y a quienes gustan los articulos de lujo. No era de extrañarse que los mejores lugares para cenar o tomar una copa estuviesen alojados en sus parcos edificios....

En Internet había visto la recomendación de un restaurante llamado “Sens & Bund” (http://www.resto18.com/sb/main.html ) ubicado en el Edificio “Bund 18” (http://www.bund18.com/) el cual era la sede del “Chartered Bank Building” en épocas de antaño, pero que ahora es la sede de tiendas tan prestigiosas como Cartier y Boucheron, y de hecho al entrar nos recibió la tienda de Ermenegildo Zegna, que casi tuvimos que atravesar para encontrar el asensor del edificio, pues el restaurante estaba ubicado en el sexto piso. Pero no tuvimos suerte esa noche pues tenían un evento privado, algo que a juzgar por las edades podría ser una especie de fiesta rosa china, así que el restaurante se encontraba cerrado para el público en general... Decidimos entonces probar suerte en el octavo piso del mismo edificio, donde se ubica el “Bar Rouge” (http://www.resto18.com/br/home.html ), que aparentemente es el lugar del momento en la ciudad, pero que a las tempranas 7:45 de la noche no había ni un alma en el local con quien compartir aunque fuese las miradas. Nos atendieron muy cordialmente en la entrada y nos advirtieron que podían darnos algunos bocadillos para comer, pero que si lo que buscábamos era cenar, lo mejor es que nos fueramos a otro edificio en la misma calle que tenía más opciones de restaurantes: “Three on the Bund” (http://www.threeonthebund.com/ ) , ubicado donde estaba antiguamente el Club Británico de la ciudad!

Fue una corta caminata desde el número 18 al número 3 (que es como se identifican ahora todas las edificaciones del Bund, a través de su dirección) y nos encontramos con una puerta principal completamente sellada! Para qué nos mandaron acá si está cerrado?? En la esquina del edificio estaba la Tienda Armani, pero en un estado de remodelación caótico, con andamios y plásticos cubriendo sus pasillos... Por suerte el hambre hace que uno camine hacia donde está la comida y de pura casualidad nos dimos cuenta que la entrada a “Three on the Bund” era a través de la calle lateral... Entramos a un lobby que más parecía de edificio de oficinas que otra cosa, y no se si era la señalización del lugar o el resultado del jet lag, pero nada parecía estar en su sitio. Habían rótulos de diversos restaurantes en los pisos superiores del lugar, así que buscando buscando nos encontramos un elevador y entramos en él. Pero en ese mismo instante entraron por lo menos 15 chinos más al ascensor, quienes prácticamente nos arrastraron afuera del aparato en el quinto piso... donde convenientemente había un restaurante. De la nada apareció la anfitriona del lugar, quien nos preguntó cuantos eramos y en cuestión de segundos nos habían sentado en una mesa para dos, y teníamos sendos menús en inglés. Es la primera vez que llego a un restaurante por inercia pues todo fue sumamente rápido.

Una vez sentados, pues decidimos ordenar, aunque me llamó la atención que los 15 chinos del ascensor habían desaparecido por completo y en su lugar habían comensales estadounidenses, franceses, ingleses, italianos, españoles, etc... La teoría de Lycenia es que el restaurante tiene contratados a los 15 chinos para subirse a un ascensor con turistas y obligarlos a bajarse en el quinto piso para cenar por inercia!!! Eso si, la comida se veía muy buena, y la calidad de los platos no tenía nada que envidiarle a Occidente! Probablemente por eso estaba el lugar lleno de extranjeros, y por supuesto que eso también se traducía en los precios, pues por unos spring rolls, una sopa estilo Thai, más un plato adicional que no recuerdo, así como dos bebidas, nos salió la fortuna de 40 dólares, lo cual es caro para estándares chinos!! Pero no me quejo, pues fue de los pocos lugares donde la comida aún me supo a algo conocido. Además cuantas veces se puede cenar en un edificio inglés de los años 20’s ubicado en Shanghai?

Después de la cena, teníamos varias opciones para tomar una copa. En el Edificio vecino se encuentra el Restaurante “M on the Bund” y su muy afamado por “Glamour Bar” (http://www.m-restaurantgroup.com/ ) eso de acuerdo a la guía de “World Best Bars” en Internet, aunque después de ver a algunas personas con saco y vestido, pues buscamos algo igual de glamoroso pero donde no nos fueran a avergonzar por nuestros menos formales atuendos... Ya habíamos dicho que regresaríamos al Bar Rouge, anyway... Y aún a las 9:00 de la noche el lugar aún estaba medio vacío y en la mayoría de sus mesas habían rótulos de “reservado”, técnica muy común de los lugares de este tipo para quienes consumen una botella. Como era temprano, nos dijeron que podíamos tomar una mesa, pero que a las 10:00 de la noche la tendríamos que desocupar. Total, estábamos ahí por un único trago (que falacia!)

"Bar Rouge"

El Bar Rouge es descrito en múltiples guías como el lugar para impresionar extranjeros en Shanghai. La vista con dirección a Pudong con el Oriental Pearl Tower y los múltiples rascacielos iluminados al otro lado del río crean uno de los ambientes más operáticos que hasta hoy he visto. Y obviamente, el rojo es el color predominante en este ambiente donde encontramos arañas de cristal color rojo, tiendas de campaña con cojines en el suelo al estilo del medio oriente (todo color rojo) y enormes cuadros de mujeres con labios carnosos color rojo... No se porqué siempre me sigue el color rojo (o yo lo sigo a él) pues si recuerdan en Roma estuve también en el Bar Rouge del SupperClub y al ir a París quiero ir una noche al Moulin Rouge.... Claro que el ambiente impresionante del Bar Rouge en Shanghai tenía su etiqueta de precios adjunta, aunque sorprendentemente no tan alta como hubiese pensado con martinins a 11 Dólares y Heineken a 8 dólares (las cervezas locales, TsingTao a 5.39 Dólares)... Carísimo para China como pudimos aprender en los próximos días, pero realmente no tan caro si consideramos que algunos DJ’s del Buddha Bar en París tocan ahí algunos fines de semana.

Vista de Pundong desde el Bar Rouge

Algo que me llamó la atención al estar en nuestra mesa de una hora (ni que fuera motel, ay! lo siento, era demasiado adecuado, jajaja!) es que habían muchos chinos y chinas en la barra, la cual no tenía asientos altos ni de ningún tipo... Si estás en la barra, estás de pie. Mi punto es que con todas las mesas vacías, por ser extranjeros nos ofrecieron la mesa por una única hora, pero a los pobres locales los tenían tomando sus tragos literalmente al estilo cóctel.... Y no pasó mucho el tiempo en que entrgamos nuestra mesa sin que nos la llegaran a pedir, para evitar que nos avergonzaran en un idioma extranjero y decidimos seguir el ejemplo de los locales, quedándonos de pie en la barra exterior del local, en la fabulosa terraza con vista a Pudong. Algo interesante es que las mesas exteriores simulaban pequeñas lanchas al estilo italiano, y después nos enteramos que todos los veranos tienen un tema alusivo al mar.

Nuestros nuevos amigos de Texas!!!

Estando en la barra conocimos a tres estadounidenses, dos señoras de mediana edad y un hombre en sus treintas, con quienes empezamos a conversar por el vicio en común de fumar. Resulta que todos ellos trabajan en una empresa de distribución de ropa en Estados Unidos y todos los años viajan a Shanghai para supervisar las fábricas de ropa y encargar los nuevos estilos de las próximas colecciones. Lamentablemente no recuerdo sus nombres y los correos electrónicos quedaron sepultados en alguna parte del viaje pues nunca los encontré ( y nos los dieron), pero al calor de las copas ya éramos todos amiguísimos y hasta nos invitaron a tragos. Una de ellas negoció una mesa para todos después de haber pedido un martini de 20 dólares (hasta que se lo cobraron se dió cuenta!!!). La señora de más edad resultó ser la madre del hombre en sus treintas, y ella nos contaba que cuando comenzó a viajar a Shanghai en 1997 (hace 10 años), en Pudong no había nada... únicamente la silueta del Oriental Pearl Tower aparecía en el panorama.... y en ese corto período de tiempo construyeron una especie de Manhattan con rascacielos que compiten por el trono de los más altos en el mundo; y que construyen autopistas de 7 carriles por lado en cuestión de seis meses; y que hay 5 tiendas Chanel en todo Shanghai, algo absurdo para la ciudad pues están siempre vacías, aunque obviamente lo compensan cuando alguno de los nuevos millonarios de la ciudad decide darse un pequeño gustazo.... La China moderna quiere impresionar al mundo y dar una imágen de opulencia, algo que poco a poco está logrando. Tuvimos la suerte esa noche de conocer a una testigo de los cambios que se han dado... Comunista? De gobierno... Es una sociedad completamente de consumo capitalista, donde los Mercedes, los BMW y los Jaguar compiten por espacio en sus abarrotadas calles. El tabú del comunismo en China desapareció por completo esa noche, saboreando un martini de manzana bajo los reflejos de las luces de la gran ciudad del futuro, o será del espacio?

lunes, 25 de agosto de 2008

Shanghai!! Estamos en el futuro o en el espacio?


La primera noche en Shanghai, a pesar de las 14 horas de vuelo y del jetlag, tomamos nuestro taxi de 3 dólares (menos compras para Lycenia) desde el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai con destino a “The Bund”, a orillas de río Huangpu, donde había leído en Internet que se encontraban algunos de los mejores bares y restaurantes de la ciudad. Qué mejor comienzo para nuestra visita a China que codearnos con los “ex-pats” locales y disfrutar de la afamada vida nocturna de la ciudad! Fue así como a las siete de la noche nuestro taxi nos dejó en una esquina cualquiera de “The Bund” (de todas formas no podíamos comunicarnos con el taxista para que nos dejara en un lugar específico) y ahí tuvimos nuestro primer contacto con el numeroso pueblo chino al atravesar la transitada calle por medio de un atestado pasaje subterráneo que nos llevó justo a la orilla del Río Huangpu, a un largo malecón, y donde el impacto visual de ver una China moderna y netamente capitalista se tradujo en mi único comentario hacia Lycenia: “Bienvenida al Futuro”.

Hace poco cené con Vicki Clementoni, una compañera de trabajo de la oficina de Dallas, y comentamos un poco acerca del mundo de los viajes. Ella me mencionaba lo mucho que uno puede ver un ícono en fotografías o películas, y son imágenes que se convierten en parte de nuestra cultura pop: la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, la Catedral de San Basilio en Moscú, etc... Pero también me mencionaba que a pesar de estar tan acostumbrados a dichos íconos, nada se compara con llegar por primera vez a un lugar y dar fe que el ícono existe en la vida real! Que no es un invento de Hollywood o de la creatividad de los diseñadores gráficos! Y creo que para mi el Oriental Pearl Tower y la vista de Pudong desde The Bund se había convertido en un ícono representativo de una nueva China que está tomando control de los mercados internacionales. Así que estar en ese malecón con Lycenia, viendo el ícono que aparece en múltiples películas (Mission Impossible 3, Tomorrow Never Dies, Fantastic 4, entre otras) y teniendo ante nuestros ojos algo más parecido a Manhattan que a una China milenaria fue como uno de los momentos culminantes en el viaje! Además, la neblina/contaminación le daba un aire de espejismo a nuestra visión, pues los rayos solares del atardecer se habían desvanecido y habían sido reemplazados por las luces multicolores provenientes de rascacielos, anuncios publicitarios de neón en inglés y en idiogramas chinos, y gigantescas pantallas de televisión de por lo menos 10 pisos de tamaño que proyectaban imágenes orientadas hacia el consumo masivo!!! Y en medio de la niebla, dos de los rascacielos más altos del mundo: el Jin Mao Tower y el Shanghai World Finance Center (aún en construcción en ese momento pero ya más alto que el Jin Mao y con su punta perdiéndose entre las nubes de forma fantasmagórica).

martes, 19 de agosto de 2008

Estamos en el Siglo XXI?

Estamos en el siglo XXI? Caramba! Me tomó 8 años darme cuenta de eso? O es que sencillamente lo he disfrutado tanto que no he prestado atención a lo cambiante de mi entorno? O es que el mundo es más pequeño y gira más rápido que antes? La revolución de las comunicaciones definitivamente han dejado una huella muy profunda en lo que podríamos considerar como el “estilo de vida moderno”. Hace 20 años, cuando aún no me había graduado del bachillerato, China aún era verdaderamente comunista y las computadoras tenían una pantalla negra con letras verdes. Recuerdo que escribía cartas y tarjetas navideñas y las enviaba por correo (con estampilla, sello y todo), y con mis amigos/as nos poníamos de acuerdo por teléfono fijo con mucha anticipación de adónde nos íbamos a encontrar (siendo la vida mucha más organizada que en este mundo celular). Y no piensen que tengo nostalgia por el pasado, más bien tengo una enorme sorpresa por lo cambiante de nuestro entorno y por lo fácil que adoptamos las nuevas tecnologías.

Hace dos sábados estuve en la Tienda Apple en Southlake Town Square en Texas, ya casi por regresar a El Salvador de un viaje de trabajo. Creo que era la segunda vez que entraba a dicha tienda durante el mes de octubre.... Tenía todo el propósito de comprarme una base de parlantes Bosé para mi iPOD, para ponerla en mi habitación y no tener que depender del CD Player de la sala de mi apartamento. Al final no la compré pues necesito mandar a hacer un estante en la pared para que tenga su espacio propio, y será para Navidad que lo compre cuando visite a mi hermana en San Antonio, Texas, antes del viaje a París... Regresemos a la Tienda Apple.... Hay pocas cosas que me impresionan en este mundo, y no me pregunten porqué pero esta tienda Apple me deja con la boca abierta todo el tiempo... Primero, la cantidad de gente comprando para un espacio tan pequeño... No puedo creer que una empresa que quedó completamente de lado en los noventas tras la supremacía de Bill Gates en el mundo de la informática se haya reinventado de tal forma hasta el punto de convertirse en un fenómeno cultural!

Tengo que confesar que a principios del 2005, durante una rifa que Siebel Technologies hiciera en un almuerzo de trabajo durante una Conferencia de Sabre en Dallas, me gané un iPod!!! Esto causó mucho revuelo entre mis compañeros de trabajo, pues todos querían ganárselo, ya que era el aparato “del momento”... Y les dará risa que me lo gané y yo no tenía la más mínima idea de lo que era un iPod!!! Y es más, pasó casi seis meses guardado dentro de su caja en mi casa, pues no quería hacer el tiempo para pasar mi música de CD’s a la computadora para luego pasarlo al iPod. Fue cuando mi buen amigo Douglas Tobar me regañó y me hizo el favor de pasarme su música al iPod cuando comencé a darle uso... Y aún más increíble, no fue sino hasta principios de este año que finalmente bajé el programa de iTunes y pasé finalmente toda mi música al iPod, con lo cual ya tengo mi Chill Out y mi género electrónico conmigo en cualquier parte del mundo! Así que también fue hasta hace poco que visité la tienda Apple en Southlake por primera vez. No pensé que existiera una tienda Zara de tecnología, y hago la comparación pues no he visto tienda Zara en cualquier parte del mundo que no sea un éxito, con enormes filas de clientes esperando pagar en las cajas sus prendas con inspiración de diseñador.., Y lo mismo pasa en la Tienda Apple... Filas de gente comprando tecnología fashion! Y creo que la parte que más me impresiona es el iPhone! El aparato más esperado del 2007! Teléfono, computadora, navegador de Internet, blackberry, iPod, cámara fotográfica y de video, agenda electrónica, televisor... Todo en uno! Todo en una pantalla interactiva cuyo monitor se activa con el toque de nuestros dedos! Creo que el siglo XXI aterrizó en mi vida después de ver semejante aparato! La envidia de Dick Tracy!!!

Antes de abordar mi avión de regreso a San Salvador hace dos sábados, tuve un segundo encuentro cercano con el mundo tecnológico cuando me encontré con una dispensadora de teléfonos celulares en el Aeropuerto de Dallas/Fort Worth... Han visto esas máquinas dispensadoras de Coca Cola que se ubican en aeropuertos, centros comerciales, universidades, etc? Pues imagínense algo así pero con aparatos (y planes) de telefonía celular móvil! Mis ojos no lo podían creer... Era una máquina relativamente grande. Probablemente dos veces el tamaño de las máquinas de gaseosas... Se inserta una tarjeta de crédito, se selecciona la compañía con la que se quiere trabajar, luego el aparato que se quiere comprar, el plan de consumo y Voilá! Teléfono celular instantáneo! ( y pensaba que las cajas de pago de auto-servicio en Wal Mart y las unidades POS que uno mismo activa en las tiendas era lo último en tecnología!). El siglo XXI en todo su incipiente esplendor!!!

Todo este tipo de inventos y avances tecnológicos parecen sacados de una película de ciencia ficción! Impresionante! Pero una cosa es ver gadgets o máquinas dispensadoras de celulares, y otra es ver una ciudad completa que parezca escenario apropiado para Buck Rogers en el Siglo XXV! Y estoy específicamente hablando de mi primera impresión del Oriental Pearl Tower y el Barrio de Pudong en Shanghai, vistos desde los edificios de estilo europeo conservador que predominan en el Barrio “The Bund” en dicha ciudad.

domingo, 17 de agosto de 2008

Porque escogi el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai?


Porqué escogí el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai?
Otra vez a repetir la experiencia del medio de la nada del Holiday Inn en Roma? Bueno, no me juzguen tan fuerte como Lycenia, pues no han volado 14 horas en este preciso instante de su lectura! “Trip Advisor” lo recomendaba como el hotel número 3 en popularidad de 529 hoteles en Shanghai (http://www.tripadvisor.com/ShowUserReviews-g308272-d619842-r10077254-Crowne_Plaza_Hotel_Fudan_Shanghai-Shanghai_Shanghai.html ), la tarifa de 94 dólares la noche incluía el desayuno, y todas las guías en Internet decían que los taxis eran muy, MUY baratos en la ciudad, con lo que no se necesitaba estar en el Centro como en París, Londres o Nueva York. Y de hecho las carreras de taxi en China nos oscilaron entre 3 y 5 Dólares dentro de las ciudades, con lo que un hotel que presentaba mejores comodidades a un precio tan accesible era de aprovecharse (en el Centro no se donde el chino nos hubiese enviado, pues los hoteles similares de relación precio-calidad costaban alrededor de 300 Dólares la noche!).

De todas formas mis argumentos no convencieron a Lycenia, que estaba obviamente irritada por el viaje y quien exclamó que viajando con un presupuesto limitado, gastar dinero en taxi era disminuir las compras!!! Tranquila, tranquila... Bienvenida a China!

La carrera del Aeropuerto al hotel tomó como unos 45 minutos, en super carreteras de 5 carriles a cada lado, y que probablemente estaban vacías en aquel momento por ser un sábado por la tarde. Algo que nos llamaba la atención sobremanera era el clima... hasta el momento no habíamos visto el sol para nada, y había una especie de neblina grisacea, que no sabíamos identificar si era contaminación o realmente estaba nublado (después aprendimos que era un poco de ambos, y de hecho Beijing tiene más contaminación que Ciudad de México, y eso ya es decir!).

El Hotel Crowne Plaza Fudan está ubicado en una zona residencial, muy tranquila, y efectivamente el campus de la Universidad de Fudan queda enfrente, si es que se logra en algún momento cruzar una pequeña autopista que separa a las dos entidades. El hotel cumplió sus expectativas!! Decoración medio minimalista, obviamente con mucho Feng-Shui (algo que los chinos han importado también al resto del mundo, además de cualquier producto inimaginable), las comodidades de un hotel Occidental de 5 estrellas (bajo estándares latinoamericanos), desayuno buffett extremadamente generoso con comida china y occidental incluído en la tarifa y uso de Internet de alta velocidad por 15 minutos en el bar del hotel por cada cerveza ordenada en la barra (algo que me pareció sumamente civilizado!) La habitación era sencilla pero agradable y durante toda nuestra estadía nos hicieron sentir como en casa. Aún no me arrepiento de la decisión de reservar ese hotel, y Lycenia al final se dió cuenta que no se necesitaba tanto efectivo para transportarse, y que las compras no eran tan bonitas como para invertir una fortuna en ellas.

Fuí a las comodidades de Occidente en Oriente? Algo se tenía que hacer para minimizar el impacto cultural! No creen?... Pero bueno, por el momento los tendré que dejar en continuación! Por lo menos ya llegamos a China!

martes, 5 de agosto de 2008

Primeras impresiones de China!

Pero como al muchachito caprichoso se le metió entre ceja y ceja que quería viajar hasta la China aprovechando: a) que los pases con American Airlines los tiene válidos aún hasta junio del 2008; b) que AA comenzó un vuelo de Chicago a Shanghai (también tiene uno a Nueva Delhi, el cual me llevará a India el próximo año); c) que los precios de los pases de aerolínea son tan bajos que convertía prácticamente en obligación el visitar China antes que se terminara el privilegio; y d) que si había espacio disponible, el pase me permitiría un asiento en Primera Clase, algo nada despreciable para un vuelo de 14 horas!!! Todas estas razones, más el ánimo de aprender de forma directa lo que está pasando al “otro lado del mundo”, pues tuvieron más peso que el detalle técnico de digerir comida china durante todo un recorrido. Ya mucha gente me había advertido que la comida era diferente, por su sazón, presentación, consistencia y degustación, así que no llevaba muchas ilusiones al respecto.... Pero nada me había realmente preparado mentalmente para sostener una relación amor(a la fuerza)-odio tan fuerte con la gastronomía del gigante rojo.
Eso sí, para los amantes de la comida china, les voy a recomendar el nuevo Restaurante 168, ubicado frente al World Trade Center de San Salvador en pleno corazón de la Colonia Escalón, y que puedo dar fe que es completamente auténtico... La comida es tan espantosa como en su madre patria!!! No se como mi amigo Nelson me convenció hace un par de semanas de ir un domingo por la noche, trayendo de regreso a mi paladar las mismas sensaciones de “me lo como porque ni modo” que prevaleció durante todo mi viaje por el Lejano Oriente. Nelson... la comida estaba rica! Pero fue demasiado pronto... No más comida china para mi de acá hasta el 2009!
Nuestro primer contacto directo con la comida china en nuestro viaje fue dentro del vuelo de American Airlines, donde gracias a Dios logramos conseguir asientos de Primera Clase (Lycenia dice que probablemente nos portamos muy bien en alguna de nuestras vidas pasadas para lograr este tipo de privilegios en la actual, donde nos garantizamos cama, comida, champaña, helado, quesos, snacks y películas durante 14 horas seguidas!)... El menú en el avión daba una selección de comida china, la cual sentí deliciosa, probablemente por haber sido preparada en Chicago con ingredientes occidentales y por el entusiasmo de llegar a un país que nunca antes había visitado! No me imaginaba que terminaría peleado con su gastronomía mundial!
Salimos de Chicago a las 09:30 de la mañana del viernes 31 de agosto y llegamos al Aeropuerto Internacional de Pudong en Shanghai alrededor de las 2:00 de la tarde del sábado 1ero de septiembre! Nunca se ocultó el sol en nuestro camino, pues íbamos vía Polar durante el verano del Norte (nunca pude ver el Polo Norte, pues me dormí cuando lo cruzabamos, y cuando desperté estábamos encima de la Siberia y aún nos faltaban como 6 horas de viaje!). Tengo que admitir que no existe emoción más fuerte en este mundo como aterrizar en un nuevo puerto, con rumbo hacia lo desconocido y lo confuso! Es un sentimiento difícil de describir, pero me imagino que en la antiguedad es lo que experimentaban los marineros cuando veían tierras exóticas a la vista! En mi caso finalmente me dí cuenta que estábamos aterrizando en China!!!
El Aeropuerto de Pudong se me asemejó en ese momento al de Maiquetía en Venezuela, posiblemente por el estilo arquitectónico similar, aunque el de Shanghai es posiblemente cuatro veces más grande que el de Caracas! Finalmente llegamos a China!!! Wow! Llenamos tres formularios de ingreso: migración, aduanas y salubridad, donde nadie nos preguntó nada me imagino también por la barrera del idioma escrito en caractéres latinos. Y en serio, no nos preguntaron nada! Nada de nada! Fue fácil conseguir la visa, pero fue aún más fácil entrar al país!... Y claro la barrera del idioma también resultaba un problema con nuestra primera tarea en el país: conseguir transporte del Aeropuerto al hotel, algo que no había logrado coordinar con anteriodidad en mis pesquisas de Internet.
Los dólares no se aceptan libremente en la calle en China, así que Lycenia cambió algo de dinero en el Aeropuerto y yo saqué efectivo a través de un cajero automático de HSBC (bueno, de ahí es originalmente, no? Hong Kong and Shanghai Banking Corporation). Habíamos reservado el Crowne Plaza Hotel Fudan Shanghai (http://www.ichotelsgroup.com/h/d/cp/1/en/hotel/shgfd;jsessionid=GNEJCJO5M4P3CCTGWAKCJ0QKM0YDKIY4?_requestid=358440 ), y teníamos todos los detalles necesarios: dirección, teléfono, número de confirmación... Si, los detalles necesarios en Occidente!!! La gran mayoría de taxistas en China no hablan inglés... Y muy importante, NO LEEN INGLES. Así que lo que necesitábamos realmente en ese momento era la dirección en idiogramas chinos!!!

No se desesperen! No nos quedámos varados en el Aeropuerto! Jejeje!
Lycenia estaba más lúcida que yo a pesar de no haber dormido en el avión, y logró rápidamente ubicar un flamante mostrador de hoteles, donde uno de ellos decía “Crowne Plaza”! Nuestra salvación! Ahí si fue nuestro primero contacto con el pueblo chino. En el mostrador habían dos hombres relativamente jóvenes, y cuando nos acercamos nos hablaron en inglés, con acento chino, pero inglés. Nos querían vender el transporte oficial del hotel a 400 Yuanes (como 54 dólares), pero en vez de eso les insistí que nos escribieran la dirección del hotel en chino para buscar un taxi por nuestra cuenta (necio!). Muy amablemente nos escribieron la dirección, y cuando ya nos íbamos nos ofrecieron un precio especial de 300 Yuanes (como 40 dólares) por un transporte similar al del hotel, pero privado. Y tras un vuelo de 14 horas, en un país desconocido, donde no se habla el idioma, obviamente uno puede estar medio irritado, y definitivamente cansado, por lo que decidimos aceptar su oferta, que posiblemente nos costó el doble que un taxi normal, pero que nos evitaba todo el lío de buscar dónde y cómo. Uno de ellos nos acompañó a buscar el carro, que resultó ser una especie de 4X4 con aire acondicionado, y relativamente nueva. El jóven trató de sacarnos conversación, y nos preguntó: “Son ustedes profesores de Universidad?”, y le respondimos obviamente que no, pensando que probablemente mis lentes podrían estar dándome un aire de catedrático, ante lo que nos dijo: “y entonces porqué se están hospedando en el Hotel Crowne Plaza Fudan, si está tan lejos de todo! Lo único que está cerca de ahí es una de las Universidades más grandes de Shanghai, por lo que se hospedan muchos profesores en el hotel”.

No puedo explicar como un comentario tan inocente puede causar reacciones tan extrañas al otro lado del mundo tras un vuelo de 14 horas: Lycenia me volteó a ver con cara de “adónde nos fuiste a meter”, pero no me dijo nada, más bien le pregunto al chino: “qué tan lejos está de la ciudad?”, a lo que le respodió “como 20 o 25 minutos del Centro en taxi”... A la niña no le cayó muy en gracia que el hotel quedara en medio de la nada y solo le respondió al jóven del hotel: “pues yo no se nada, él fue quien lo escogió”.... Y el chino sin querer seguía echando leña al fuego, diciéndo: “se hubiesen quedado en el Centro donde hay hoteles con tarifas muy similares a la que están pagando en el Fudan”.

martes, 29 de julio de 2008

El absurdo y el gato en el motor!

Pero rompamos el hielo... Mi introducción fue demasiado seria para un viaje de placer, así que mejor hablemos de lo “absurdo”. Veamos que nos dice Wikipedia al respecto: “Absurdo es una palabra para identificar a algo o a alguien que no actúa de acuerdo a un pensamiento lógico o normal y que se aparta de la razón, muchas veces se asocia esta palabra al Humor.”

Bueno, absurdo es lo que me pasó la semana pasada cuando fuí a visitar a mis clientes en San Salvador. Tenía una cita de negocios por la tarde, así que salí de mi rutina de trabajar en shorts y chanclas en mi casa y me puse un traje azul marino, camisa verde menta, corbata de un verde más pálido con rayas azules, zapatos y cinturón cafés, muy inspiración a lo tierras catalanas. Llegué muy elegantemente ataviado al Edificio Caribe, pero con algo de retraso por el tráfico, pero por suerte logré conseguir estacionamiento al primer intento. Iba a bajarme del automóvil y correr hacia mi cita cuando escuche un leve maullido de gato que provenía de algún lugar cercano.... Eso captó mi atención, pues tuve la sensación por un momento que el gato estaba ahí conmigo, dentro del auto, y a pesar de mi retraso me puse a buscarlo bajo los asientos. Lo escuchaba claramente! Recordé de inmediato al gato que había escondido a mis tres añitos dentro de una bolsa de naranjas en casa de mi abuela paterna (“la Mama Chayo”), con toda la intención de transportarlo clandestínamente y suponiendo que me iban a dejar adoptarlo una vez que llegara a mi casa, pero con tan mala suerte que el gato se salió de la bolsa y se enredó dentro de la tapicería de los asientos del carro de mi papá! Mejor no les cuento como me fue!!! Y aparte de eso, recordaba la decena de gatos en la casa de mi hermana en California, y como me habían arruinado una maleta al dejar impregnado el olor a sus necesidades vitales...

Increíble todos los pensamientos que uno puede tener en cuestión de segundos! Y como no quería pagar en arreglo de tapicería ni posteriormente tener un olor permanente a orín de gatos en mi reluciente Ford Eco Sport, entonces seguí buscando al felino, pero sin suerte alguna! Y no se como se me ocurrió abrir el motor del auto... El maullido parecía venir de la parte delantera.... Para aprender cual es el concepto del absurdo, traten de visualizar mi rostro cuando abrí el capó del carro y voy viendo un gato miniatura color amarillo atrapado entre los cables de energía, quien al ver la luz y el aire fresco se logró desenredar y caminó muy campante hacia el exterior de su improvisado medio de transporte. Yo ví al animal, y volví mi mirada hacia ambas direcciones como buscando testigos de una experiencia medio onírica o de cámara escondida... Aún no se a) cómo y cuando el gato llegó ahí; b) como no se achicharró, incendió o murió con el auto en movimiento y c) cómo no me arruinó el motor! Aun así la próxima semana el auto entrará a revisión y parte de la lista será “había un gato atrapado en el motor, por favor verifiquen que todo esté bien”... No voy a alargar la historia del gato, pero lo tomé en mis manos y lo dejé en la acera, diciéndole las palabras: “lo siento, no te puedo adoptar” (algo que mi hermana creo que le da el “yeyo” si me ve haciéndolo, pues creo que ya va en la docena de gatos entre todos los que ha adoptado, incluyendo los que le han llegado a dejar en canasta a la puerta de su casa)... Para suerte del animalito, el guardia de seguridad del edificio había presenciado toda la tragi-comedia y dijo “pero si está bien bonito el gato” y lo agarró, llevándoselo a unas señoras que han vendido fruta enfrente de TACA durante toda su vida, quienes inmediatamente lo adoptaron para espantar a los ratones que supuestamente habitan en el Edificio Caribe... Puedo dar fe que el gato pasó a una mejor vida! Absurdo!

Así mismo les parecerá absurdo que a mi no me gusta la comida china para nada... No me gustaba antes del viaje y me gustó menos después del viaje. Así que era aún más absurdo planificar una excursión de once días a China, con la idea pre-concebida que iba a comer muy mal... Quien me conoce bien sabe que utilizo técnicas de disuasión muy efectivas para comer cualquier otra cosa que no sea comida china, teniéndola como máximo durante tres veces al año... Diez días seguidos??? Eso va a estar bueno!

lunes, 21 de julio de 2008

Introduccion a un viaje hacia el Catay


Tengo que confesar que ha sido muy difícil para mí comenzar la narración acerca de la República Popular de China, pues tengo sentimientos encontrados en relación a la experiencia en sí. Algunas personas me han comentado que no comento casi nada acerca del viaje, y la verdad si lo he tenido muy reservado con el propósito de canalizar mis comentarios a través del mundo cybernético y ser lo más objetivo posible en mis observaciones. País de muchos contrastes: lo milenario tratando de sobrevivir en contraposición a lo moderno; una China comunista con más consumismo y capitalismo que cualquier país latinoamericano; una China Roja donde el ejemplo a seguir es los Estados Unidos; infraestructura de occidente con idiogramas desconocidos a nuestra vista y sonidos irreconocibles para nuestro oído; reconocimiento culinario mundial con sabores diferentes al paladar. Oriente y Occidente chocando en el auge de la civilización del siglo XXI!

Estas palabras me servirán de preambulo para definir todo el viaje, que fue sumamente interesante, pero que probablemente no repetiría a nivel personal, aunque nunca se sabe el mundo de los negocios y lo cambiante de la economía mundial a donde te puede llevar a futuro. Y no lo consideré un país desagradable... Tiene muchas cosas impresionantes, pero tengo que admitir que soy un hombre occidental y tal vez no tan ciudadano del mundo como me consideraba hasta hoy; pero definitivamente la experiencia ha enriquecido mi alma, abriendo los ojos a la verdadera globalización.

Pero no quiero ser tan severo con mis primeras impresiones acerca de China. Recomiendo que la visiten y tengan sus propias experiencias. Me dedicaré a recopilar lo que ví y sentí en mi corta visita a tan vasto sub-continente.

domingo, 20 de julio de 2008

El Green Mill Cocktail Lounge

A la hora de la cena queríamos hacer algo especial para nuestra última noche en América, y Lycenia estaba super antojada de comer un steak a raíz de las fotos de restaurantes de carnes que habíamos visto en la revista American Way de American Airilines. Y fue así como le preguntamos al Concierge del Hotel Mónaco, dónde podíamos encontrar un restaurante de carnes que fuera bueno, bonito y barato en Chicago, a lo que él muy políticamente correcto nos respondió que no existía tal cosa en los Estados Unidos, pues no había carne “barata”, y que posiblemente podríamos encontrar buenos cortes a unos cuarenta dólares por cabeza. No me quiero hacer fama de tacaño, pues no lo soy, pero normalmente no me alimento con carnes rojas, y cuando voy en El Salvador (yo se, no es igual), un churrasco me puede salir en unos quince dólares como caro... Pero pagar un filet mignon de cuarenta dólares no estaba en mi lista de “to-do’s” en los Estados Unidos, y menos sin cuenta corporativa abierta!!! Prefería los martinis de doce dólares y las cervezas de seis. Pero la niña tenía antojo de carnes, así que fuímos a un par de restaurantes, pero ante mi poco ánimo por gastar un platal por una vaca gringa, terminamos en un restaurante al estilo cajun, que no fue nada memorable pues ni siquiera le tomé el nombre para transmitirlo a las futuras generaciones!

En su lugar, convencí a Lycenia a que fueramos a un lugar que me llamaba sumamente la atención. Buscando que hacer en Chicago un jueves por la noche, y bajo el conocimiento que es una de las capitales mundiales del jazz, había encontrado un lugar llamado el “Green Mill Cocktail Lounge” (http://www.greenmilljazz.com/ ) donde todos los jueves toca una banda de 16 músicos llamada “Alan Gresik Swing Shift Orchestra”, que por la módica suma de seis dólares tocan blues, jazz y swing de los 40’s y 50’s durante gran parte de la noche! El Green Mill no estaba cerca del centro de Chicago, creo que los 40 dólares que me ahorré en el steak me los gasté en los taxis de ida y regreso hasta la zona norte de la ciudad, pero definitavamente valió la pena. El club opera desde 1907 y fue en la década de los 20’s uno de los sitios de moda entre la mafia, cuando Al Capone compró el 25% de sus acciones, convirtiéndolo en su Mai Thai local.

La visita al Green Mill fue como retroceder un poco en el tiempo. El Big Band no solamente tocaba música de época, si no que la audiencia de todas las edades bailaba el swing como profesionales. Era interesante ver hombres de 70 y 80 años sacando a bailar a jovencitas de 20 y pico, y bailando de una forma tal que “Dancing with the Stars” se quedaba pequeño. Lycenia no fue la excepción a la regla... Nos acomodamos en un rincón de la barra al llegar y a la media hora ya un tipo la había sacado a bailar, aunque no duraron más de una pieza, pues entre que a la niña le gusta guiar y el tipo con sus pasos de swing ultra elaborados, pues rápidamente se dieron las gracias y todos seguimos degustando de la música. Algo que me llamó la atención era que entre canción y canción habían presentadores que imitaban anuncios de radio de la época, así que todo el evento imitaba un programa radial de los 40’s.

Saqué a bailar a Lycenia y no duré más de una pieza, pues por alguna extraña razón a ella le gusta guiar y no hubo poder humano que la convenciera de lo contrario, así que decidí que la Heineken en la barra era el sitio más apacible en ese momento tras tratar de perder mi independencia rítmica individual.... La bar-tender era una señora puertoriqueña en su mediana edad, quien al principio se veía sumamente seria, pero que al preguntarle su nacionalidad y escucharnos hablar en español, pues como que se ablandó un poco y nos atendió mucho mejor. La barra del Green Mill era como estar en un museo viviente. Había una caja registradora de principios del siglo XX que estaba en uso!!! Ahí cobraban las cervezas de seis dólares!!! Además había un teléfono color negro, antiquísimo, de discado manual, que pensábamos que era un adorno hasta que sonó y una persona de la barra contestó para atender a un cliente! Para rematar había a la par nuestra una rockola de discos de 45 que en los intermedios de la banda trataba de amenizar el lugar con un sonido propio de los 50’s. En general fue una experiencia muy agradable cuya relación precio-calidad es digna para una repetición... Pero no podíamos quedarnos muy tarde. Nuestro vuelo de 14 horas de Chicago a Shanghai salía a las 09:30AM, con lo que regresamos relativamente temprano (12:30N) al hotel para terminar de empacar y descansar lo posible sobre camas en tierra... Estábamos a un paso de convertirnos en Marco Polos modernos y llegar hasta los confines del mundo en el Catay!

martes, 15 de julio de 2008

Tour de Arquitectura por Chicago.

Varias personas me han comentado, que no sienten emoción alguna en mis palabras cuando converso respecto a mi viaje a China. Mi misma madre me ha indicado que no siente el tono de alegría que he inyectado en descripciones anteriores, y mi amiga Lara me dijo que no veía aquel brillo en mis ojos que traía de otros viajes... Y todos me han preguntado porqué? Qué pasó?... La respuesta no es tan sencilla, pues el destino es sumamente admirable y espectacular, pero el hecho de no gustarme la comida china, agregado al hecho de no poder comunicarme, y más bien el hecho mismo de ir “de luna de miel”, pero ir con una amiga, pues como que no contribuyeron a la experiencia! Y no me mal interpreten, pues Lycenia es una excelente amiga y compañera de viajes, pero hubo carencia del amor operático y hollywoodesco en China. El amor fraternal no es igual al conyugal... Sí, estoy escribiendo melancólico, hoy se la aguantan, jajajaja!

De repente me he dado cuenta a mis 38, que prácticamente llevo dos nupcias en mi haber (una oficial y una no oficial), pero al mismo tiempo dos divorcios (uno oficial y uno no del todo oficial), y al regresar del viaje de Dallas el viernes pasado me dí cuenta que no hay nadie esperandome en casa. Alguien a quien poder llamarle y decirle: “Honey, I’m home”. Y quien nunca antes se haya casado o acompañado, y más bien haya tenido noviazgos o relaciones de cada quien en su casa, pues no podrá comprender cual es el tema, ya que la vida en pareja realmente se conoce con la convivencia diaria.... Pero bueno, es un hecho que he adoptado y disfrutado de mi soltería durante el 2007, aunque estuve ilusionado a mediados de año sin que según yo se percataran, y últimamente me dió por considerar mi círculo cercano para una relación estable, sin que tampoco me pararan pelota, pues sencillamente a seguir disfrutando la vida!!! Deprimido? Jamás! Hastiado más bien de no poder compartir mi vida, viajes y logros con alguien especial. Pero bueno, la libertad tiene su precio en esta vida! Y además, cuando no hay amor, pues hay amoríos! Jajaja! Y de que me puedo quejar si he amado dos veces en mi vida y de formas tan diversas?

Quiero pasar Año Nuevo en París, así que quien tenga valor podrá acompañar sentimentalmente a este ciudadano del mundo al mejor escenario operático y hollywoodesco de los tiempos modernos que hable ahora o se quede en silencio para siempre. De hecho compré la semana pasada la película “Moulin Rouge” con Nicole Kidman, donde la Ciudad Luz es uno más de los actores en esa tragicomedia, pues trasciende el título de escenario. Pero bueno, no todo es color de hormiga, mi corazoncito está sano y salvo, y qué más que ir con una hermana/hija al otro lado del mundo? Y pasar por las tierras del jazz! Wow! Así que pasemos a niveles “más altos” y hablemos de arquitectura!

Una cosa que aprendí de Chicago durante mi proceso de planificación fue su importancia para la arquitectura moderna. Aparentemente el concepto de “rascacielos” y muchas de las técnicas para elevar los edificios fueron creadas o puestas en práctica en esta ciudad. La ciudad se enriqueció con obras de genios del calibre de Louis Sullivan, Daniel Burnham y Frank Lloyd Wright, maestros de la arquitectura del siglo XX, b y tuvo el edificio más alto del mundo (la Torre Sears) desde su inauguración en 1974 hasta que fue destronada por las Torres de Petrona en Kuala Lumpur en 1996.... Y no soy arquitecto, pero el concepto de “ciudad”, con sus estructuras urbanas, es algo que sencillamente me ha apasionado desde pequeño, con lo que teníamos que incluir algún tipo de excursión que nos permitiera educarnos más en esta competencia mundial de quien tiene la estructura “más alta”, y para eso teníamos un día extra en Chicago (previsto por cualquier inconveniente, retraso o apelación de última hora, relacionados con la visa china).

Y qué más conveniente que a tres cuadras del hotel (insisto, el Hotel Mónaco tiene la mejor ubicación de la ciudad!) podíamos tomar el crucero más popular del Chicago River: el Chicago’s First Lady (http://www.cruisechicago.com/ ), quienes dan los tours oficiales de arquitectura en el río del Chicago Architecture Foundation (http://www.architecture.org/ )... Un paseo por el río, con catedráticos explicándo la historia de la ciudad y su arquitectura? Qué más se le puede pedir al cuerpo? Además no teníamos que madrugar, pues podíamos tomar el crucero de las 02:00PM, y así levantarnos a la hora que nos diera el cuerpo por la mañana, para dar un poco de descanso a nuestros adoloridos músculos tras la caminata del día anterior y previendo que cruzaríamos el Polo Norte al día siguiente, y no sabíamos a ciencia cierta si lograríamos dormir o no. Así que salir del hotel como a las 11:30AM para un pequeño almuerzo en Starbuck’s y unas cuantas compras adicionales en inglés y no en chino, fue algo que completamente valió la pena para estar sumamente relajados a la hora del crucero, y poner atención a nuestra mini-clase universitaria.

Los barcos que transitan por el Chicago River

Encontrar el muelle de dónde salía el Chicago’s First Lady fue toda una aventura en sí, pues teníamos que llegar hasta Michigan Avenue y buscar las escaleras adecuadas a la par del puente y bajar hasta Riverside Gardens, en las riveras del Chicago River. Suena fácil si uno se va por las escaleras adecuadas. Desde Wacker Drive bajen las escaleras del lado derecho del puente en Michigan Avenue y se ahorrarán caminatas innecesarias (been there, done that!). Logramos conseguir boletos sin problema alguno, pero aparentemente en los meses más ocupados del verano es mucho mejor hacer reservaciones con anticipación.

Algo que me llamó la atención fue que antes de ingresar al crucero hacen una inspección manual de las bolsas, mochilas y carteras para garantizar la seguridad de la ciudad; el capitán del barco y un catedrático universitario dan la bienvenida a los turistas y reparten mapas del itinerario del crucero y de los edificios que se podrán apreciar. El crucero es en barcos pequeños, pues el río no es tan profundo. La capacidad de personas la calculo en unas 70 a 80 personas en cubierta. Habían por lo menos unas 20 hileras de sillas plásticas color verde a cada lado de la cubierta, y en el centro bancas alargadas al estilo iglesia, con colchón plástico verde, y bajo las cuales se ubican los chalecos salvavidas. Todo el crucero se hace al aire libre, sin techo ni ningún tipo de protección contra las inclemencias del tiempo. No fue sino hasta que ya estábamos ubicados en nuestros asientos verdes al costado derecho del barco y cerca de la popa, con el sol espectacular agostino quemándonos la cara, que me dí cuenta que había olvidado el protector solar (el cual fue literalmente a pasear hasta la China, ya que nunca lo usé, y que de todas formas al regresar a El Salvador lo tuve que tirar al basurero al descubrir que ya había caducado su fecha de expiración). Por lo menos obtuve un bronceado de camionero de lo más chic esa tarde, pues el tour dura aproximadamente 90 minutos.
Nuestro Crucero

Uno de los principales motivos para tomar este tour es que la descripción de la historia y arquitectura de la ciudad está a cargo de docentes voluntarios del Chicago Architecture Foundation (CAF). Estos docentes son guías especialmente entrenados y certificados para liderar tours de arquitectura de la ciudad. Reciben cientos de horas de capacitación para informar a los visitantes acerca de la riqueza arquitectónica de la ciudad. Nuestro docente del momento definió claramente cuales eran sus objetivos para con nosotros: que al final del tour todos hubiesemos aprendido algo que desconocíamos acerca de Chicago. Y definitivamente hizo un excelente trabajo, cumpliendo su objetivo, pues fue muy entusiasta con sus muy entretenidas historias. Y que aprendimos? Acá enumero algunas de las cosas más interesantes de nuestro crucero:

Nuestro Catedratico a bordo del First Lady

1) El Chicago River cruza todo el centro de la Ciudad de Chicago y originalmente fluía hacia el Lago Michigan, pero en el siglo 19 se realizó una obra de ingeniería que desvío el flujo del río, por lo que en la actualidad se enlaza y desemboca en el Río Mississipi. De hecho, la ciudad de St. Louis, Missouri demandó a principios del siglo XX a la ciudad de Chicago por haber contaminado directamente el flujo que daba a su ciudad. Imagínense una ciudad construída como punto de acceso entre el Lago Michigan y el Río Mississipi, en plena revolución industrial y con fábricas eliminando sus deshechos en las márgenes del río! Obviamente St. Louis iba a demandar! Lo malo es que no me quedó claro quién ganó, y a pesar de haber buscado en Internet, no encontré información alguna al respecto. Como dato curioso, el Chicago River recientemente tuvo un ascenso de categoría, pues lo elevaron del grado de “tóxico” a “altamente contaminado”. Nuestro guía confirmó que por lo menos ya no se tiene que ir a emergencia por desintoxicación si alguien cae en el río, aunque no se vislumbra como un panorama adecuado.

2) Aparentemente un alcalde de Chicago en años recientes visitó la ciudad de San Antonio, Texas y quedó enamorado del desarrollo que ha tenido el paseo a las orillas del río (el San Antonio Riverwalk) y quizo hacer algo similar en el Chicago River. Se han invertido millones de dólares en crear aceras en ambas riveras y hay leyes recientes que regulan las nuevas edificaciones para construir estos espacios públicos de acuerdo a diseños aprobados por la ordenanza municipal. Y el río que por muchos años fue considerado como el basurero de la ciudad ahora está de moda, y todos quieren tener vista al río (algo que en los 70’s era impensable pues nadie quería ver el inodoro de la ciudad, pero con el saneamiento del río todo ha sido posible). La plusvalía y el costo por metro cuadrado en el río es ahora estratosférico. De hecho Donald Trump está construyendo el Trump International Hotel and Tower en sus orillas. Si les suena familiar a algunos es porque fue lo que Trump le encomendó administrar su construción a Bill Rancic, el ganador de la primera temporada de el reality show “El Aprendiz”. El edificio contará con residencias de lujo, espacio para oficinas y un hotel, lo cual les podrá dar una idea de los precios que se están manejando en esta área de la ciudad.

El Edificio en construccion de Donald Trump

3) Cuando se construyó el puente sobre Michigan Avenue entre 1917 y 1920, no había absolutamente nada a su alrededor, pero en 1921-22 surgieron dos rascacielos a su alrededor: el Wrigley Building, cuya forma está inspirada en la Torre de la Giralda en la Catedral de Sevilla! Y el Tribune Tower, donde se encuentran las oficinas administrativas del periódico the Chicago Tribune quienes en 1922 hicieron una competencia por el diseño de su edificio (un premio de US $50,000.00 para aquella época!) y el ganador fue un diseño neo-gótico de la firma de arquitectos neoyorquinos Howells & Hood. En su parte superior se pueden admirar contrafuertes como aquellos que se encuentran en la Catedral de Notre Dame en París. No es por nada que el caricaturista Bob Kane ubicara la Ciudad Gótica de Batman nada más y nada menos que en Chicago!

El Wrigley Building

El Tribune Tower

4) Otros edificios interesantes que vimos en el tour fueron: Marina City, torres gemelas de forma redonda inauguradas en 1959; el Merchandise Mart, que fue en su momento el edificio más grande del mundo en 1931 con más de 372,000m2 en espacio de oficina y por supuesto, la Torre Sears, el edificio más alto de Estados Unidos en la actualidad y el número 4 a nivel mundial, después de el Burj Dubai, el Taipei 101 y las Torres de Petrona.

Marina City

El autor con la Torre Sears al fondo

No los aburriré más con edificios y arquitectura. En medio del tour Lycenia me confesó que era una chica de campo y que no consideraba a los rascacielos como progreso, si no más bien como una amenaza al medio ambiente, aunque posteriormente dijo que la historia narrada de cada edificio le había parecido sumamente interesante, a pesar de su posición “verde” al respecto.

Al terminar el tour proseguimos con un par de compras, la búsqueda de un Internet Café (una especie en extinción en Estados Unidos pues todo mundo tiene laptop y wireless, aunque encontramos uno al descabellado precio de US $5.00 por media hora!!!) y por supuesto a participar de nuestros vinos gratis de la Hora Social!...

Centro Europa 2006