martes, 9 de septiembre de 2008

Cuatro Bodas y Un Funeral


A cuántos matrimonios religiosos se puede ir en San Salvador en un año? Pues a menos que seas Chacho y Andrés, quienes captan las imágenes de estos eventos para la posteridad por su trabajo, o que toda la promoción de colegio del mismo año se pusiera de acuerdo para casarse al mismo tiempo, pues podría adivinar como máximo dos. O bueno, será que yo por mi mundo corporativo paso encerrado en mi “home office” y no conozco más gente en edad casadera? Estoy filosofando al respecto pues el 2007 me ha llevado a presenciar cuatro bodas, cada una completamente única, siendo la más reciente el sábado pasado en el mar, dentro del Hotel Tesoro Beach en la Costa del Sol de El Salvador.

Mi buena amiga Fabiola buscó un escenario sumamente operático y hollywoodesco para recibir su bendición nupcial: justo al atardecer, al aire libre y a orillas de la playa, en un anfiteatro de columnas romanas donde la novia había decorado con velos blancos que se movían armoniosamente con el viento.... De hecho, ese pequeño anfiteatro es de los pocos lugares al aire libre y fuera de la Iglesia Católica donde el Arzobispado ha concedido el permiso para poder oficiar una misa o un matrimonio. Me imagino que los domingos de Semana Santa llegaba el padre al balneario de verano a poner un poco de orden entre sus feligreses, lo que hizo necesario consagrar el lugar para dar misa. Así que el sábado pasado Fabiola y Rodrigo se casaron, ambos de blanco, y en un ambiente sumamente casual y relajado... Y al terminar la ceremonia religiosa, prácticamente cada quien tomó su silla ocupada durante la misa, colocándolas en las mesas que ya estaban preparadas alrededor de la improvisada iglesia para el posterior banquete nupcial. Lo interesante es que donde antes estaban los feligreses escuchando misa, se instaló la discoteca móvil con luces y efectos de humo, y media hora más tarde todo mundo bailaba a diversos ritmos tropicales.

La boda de Luis y Laura fue campestre y de día... La misa fue a las 10:00 de la mañana en la Iglesia del Carmen, con una posterior recepción en la Finca San Ernesto, camino a Comasagua y donde la lluvia, el sol, la neblina, los venados y las loras jugaron un papel muy significativo en ese contacto con la naturaleza.

La de Geraldine y Andrés fue una boda sumamente tradicional y elegante, a las 8:00 de la noche en la Basílica de Guadalupe, con su posterior recepción en el Hotel Radisson. Las mujeres de largo y de lentejuelas, los hombres de traje oscuro.

La de Claudia y Javier fue una boda de tarde, muy cálida y colorida, a las 11:00 de la mañana en la Basílica de Guadalupe, con un posterior almuerzo en los jardines de la Hacienda de los Miranda (así se llama la Sala de Recepciones para los que son de fuera) y como el novio es mexicano, pude apreciar costumbres muy típicas de ese país aplicadas dentro del contexto salvadoreño.

Como mencioné, todas muy diferentes, pero con una elegancia y una atención en los detalles muy única en cada caso... Lo que si puedo decir que las cuatro bodas tuvieron en común es la felicidad que los novios transmitían por haber tomado el paso de sus vidas. Y es que aún existen los matrimonios felices? Claro, dirán que un divorciado no es la persona más imparcial para hablar al respecto, pero en un mundo donde se ven tantos matrimonios arreglados, obligados e infelices, es sumamente grato ver historias de amor verdaderas, con finales felices, dignas de Hollywood, y para variar tal vez no tan operáticas. Felicidades a todos los recién casados del 2007!!!!

Y el funeral? Si... Falleció mi tío Freddy en San Francisco. El hermano de mi mamá. Por favor todos levanten una oración por su eterno descanso, pero sobre todo para darle fuerzas a su familia doliente. Mi mamá piensa que soy un desalmado, pues he pasado dándole una gran terapia acerca de que la muerte es un proceso natural para tratar de calmar sus lágrimas y como capricornio puro del 2 de enero, me logro mantener ecuánime en momentos de crisis. Tío Freddy, que Dios lo tenga en su gloria!!!

Pero bueno, este es un blog de viajes y no una reseña de las páginas sociales ni de los obituarios. Con escribir estas palabras únicamente quería rendir homenaje a los valientes que se casaron y al que se fué a mejor vida, pero hay una historia a medias sobre las tierras del Catay, que debemos continuar...

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Centro Europa 2006