lunes, 24 de noviembre de 2008

El Templo Taoista


Después de tomar el té, mucho té (pues siguen sirviendo té hasta que uno se aburre y se va), decidimos ir a almorzar y entramos en una especie de establecimiento de comida rápida local, cuya especialidad eran las sopas “ramen” de todo tipo. Recuerdo que era una sopa enooormeee, más una orden de dumplings al módico precio de 5 dólares el combo! Cada día que pasaba en nuestro viaje almorzábamos más barato, y no por tacaños, si no más bien porque ya nos estábamos sintiendo como peces en el agua. La sopa estaba muy buena, aunque olvidable, pues no recuerdo ni de que la pedí.

Después de almuerzo, continuamos recorriendo los callejones y pasillos de los bazares, y con premeditación llegamos a un templo Taoísta que se encontraba dentro del complejo. Nunca antes en nuestras vidas habíamos entrado a un templo de este tipo y hasta el momento no tenemos idea de qué tipo de deidades teníamos ante nuestros ojos. En general era estatuas masculinas de color rojo o dorado con largas barbas negras. Si captamos que en su gran mayoría eran protectores de la ciudad y del comercio. Me llamó sumamente la atención el tipo de reverencia que los locales les rendían, de una forma que el catolicismo (que no está libre de pecado en este aspecto) podría hasta llamar idolatra. Habían sendos reclinarios con almohadones de terciopelo rojo, para que los fieles llegasen a levantar sus brazos hacia el firmamento, para luego arrodillarse e inclinar sus cabezas topando su frente al piso, o más bien al almohadón, reverencia que repetían una y otra vez de una forma vertiginosa por lo menos unas 8 o 10 veces.
El templo estaba compuesto por un edificio central y dos laterales, con un patio central donde se podía quemar incienso (pero no piensen en las varitas que ponen en su casa, si no más bien en enormes paquetes que tiraban dentro de un gigantesco incensiario, permanentemente encendido con carbones aromáticos).

Estuve indagando acerca del Tao y me dí cuenta que sus preceptos tienen mucho que ver con el Feng Shui, pues hablan acerca del “Chi”, que es la energía vital del Universo y del que fuese creado el mundo. El Chi existe dentro de todos los seres vivientes. La fuente del Chi proviene de orígenes cósmicos y es algo elusivo y misterioso, pero sus manifestaciones son reales y prácticas, por lo que los taoístas lo han adoptado dentro de su arquitectura y sus artes marciales. Dentro del aspecto religioso, los individuos crean una conexión con el Chi utilizando las imágenes de Dioses y espíritus dentro de sus ceremonias religiosas. Estas conexiones acercan a los individuos al Poder Supremo para clarificar su mente y encontrar su camino adecuado en la vida. Procedimientos poderosos, no les parece?

Por el momento concluiré mi historia de Shanghai de esta semana con nuestro regreso de los Bazares del Yu Garden hacia el hotel! Yo había leído en algun sitio de Internet que lo más difícil en Shanghai era conseguir un taxi en hora pico! Ahora imagínense un día lunes a las 5:00 de la tarde!!! Eso es exactamente lo que Lycenia y yo estábamos tratando de hacer después de nuestra visita a los Yuyuan Gardens... Lo interesante es que taxis habían por montones, por todas partes! Pero todos estaban ocupados! En la esquina de los bazares... Imposible! Aparentemente la esquina estaba desolada y solo paraba un taxi y de la nada salían por lo menos 15 personas a literalmente pelearse por el auto!!! Una cosa impresionante! Ante la vista de lo difícil de conseguir taxi en esa esquina, su servidor tuvo la brillante idea de caminar un poco para detener uno en la calle!!! Nunca pasaron!Caminamos por lo menos 15 cuadras y nada!!! Para rematar, comenzó a llover, y si recuerdan, en Bogotá me había caído y andaba la rodilla medio adolorida, por lo que tampoco podía correr... Así renco y mojado, con Lycenia nos refugiamos bajo el techo de la entrada de un banco antiquísimo al estilo europeo, y mi amiga fue la valiente de arriesgar su vida por pelearse por un taxi! Había un chino adelante de nosotros que se le veía toda la negra intención de empujar a Lycenia a un charco de la calle si le tratábamos de quitar el taxi! Pero finalmente lo logramos! Como una hora más tarde de nuestra incursión original íbamos felizmente camino hacia el hotel, en hora pico! Nos tomó casi una hora más llegar a lo que normalmente nos tomaba 20 minutos.... Entre eso y el jet lag, llegamos al hotel y practicamente a las 8 de la noche ya estábamos dormidos (para los que me conocen bien, nunca me duermo antes de la medianoche!).

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Centro Europa 2006