miércoles, 26 de diciembre de 2007

Los gatos de mi hermana

Son 9, en San Antonio, Texas y Santa Claus les trajo carbon (por traviesos)!
El Michu

La Chata
El Chips
La Chela
La Chula
El Shortsy
El Chuby
La Chica
La Chimina (alias La Chinita)

lunes, 24 de diciembre de 2007

El Jin Mao Tower en Shanghai

El autor a punto de subir al Jin Mao Tower!

El Jin Mao Tower y el Shanghai World Financial Center en construccion en la parte de atras

El Oriental Pearl Tower visto desde el Jin Mao Tower

El atrio del Grand Hotel Hyatt visto desde arriba en el Jin Mao Tower

Vista del Rio Huangpu y de Shanghai desde el Jin Mao Tower
La construccion del Shanghai World Financial Center frente al Jin Mao Tower

Ciudad Gotica?

Bombay Martinis en el Cloud 87 Bar en el Piso 87 del Shanghai Grand Hyatt Hotel

domingo, 23 de diciembre de 2007

Piazza Navona y Happy Hour en Campo Di Fiori

Piazza Navona
Happy Hour en Piazza Campo Di Fiori
Continuamos nuestra muy extensa caminata de un lunes primaveral con dirección hacia la Piazza Navona, un recorrido de unas 4 o 5 cuadras desde El Panteón y a pesar de estar ya muy cansados, era una parada obligatoria en nuestro descubrimiento de la Roma Antigua. Esta es una Plaza de forma elíptica, que sigue el trazado original de un antiguo circo romano, pero que en los 1600’s fue convertida en una obra maestra del barroco, con fuentes e iglesias de Bernini y Borromini. En su centro se alza majestuosa la Fuente de los Cuatro Ríos por Bernini, quien representó alegóricamente al Danubio, el Nilo, el Ganges y el Río de la Plata (este último me sorprende, sin ofensa a mis amigos argentinos y uruguayos, pues el Amazonas obviamente es más grande y caudaloso, pero me imagino alguna razón desconocida para mi habrá detrás de todo esto).

Por alguna extraña razón del destino, nunca he podido ver la Piazza Navona en todo su esplendor. En mis viajes invernales a la Ciudad Eterna, en la Piazza se levantaba un mercado con puestos vendiendo comida y artesanías, algo muy tradicional entre mediados de diciembre y hasta el 06 de enero. Así que en esas visitas podíamos ver el escándalo de vendedores y compradores en medio de las fuentes barrocas y ninguna oportunidad para fotografías espectaculares.... Y en abril estaban restaurando las fuentes, así que la Piazza estaba limpia, pero los monumentos estaban cubiertos con estructuras metálicas y andamios... y a pesar de eso se podía intuir lo increíble del lugar.
La tarde comenzaba a caer y mi mamá quería comprar fruta y pan para el desayuno, para evitar los altos precios del hotel y las posibles trampas de turistas alrededor de donde nuestro transporte hotelero nos dejara por las mañanas... Y tuve la brillante idea de decirles que buscáramos, el Campo di Fiori... Una plaza donde se abre un mercado ambulante todos los días y donde podían conseguir de todo para su merienda matutina. Pero hubo dos factores que no tomé en cuenta: no sabía la dirección exacta de cómo llegar desde la Piazza Navona (solo una leve idea) y que posteriormente aprendimos que el mercado abre únicamente por las mañanas... Pero eso nos permitió perdernos por una de las partes más auténticas de la ciudad, con tiendas más bien orientadas para gente local y no para turistas. Y en nuestra caminata sin orientación fija encontramos una panadería donde se abastecieron de bagettes y galletas; una tienda de productos lácteos y jamones, donde adquirieron quesos y salami; y muchas enotecas, zapaterías, boutiques, galerías de arte y gelaterías que estaban completamente afuera de la ruta turística. Y ahí mi mamá si ya comenzaba a hablar italiano... O por lo menos le entendían el español, pues sostuvo una larga conversación con la dueña de un perro dálmata, me imagino porque se sintió identificada, siendo ella la orgullosa propieteria de uno de esos potenciales abrigos de Cruela de Vil.
Estabamos completamente perdidos y ellas ya estaban aprovisionadas de comida para un batallón, cuando llegamos a una plaza rectangular, con muchos cafés y ristorantes, y nos encontramos un atractivo rótulo que decía “Happy Hour” (ya eran las 5 de la tarde). Ante la idea de pagar las bebidas a mitad de precio, les dije que descansaramos un rato y con bebidas en mano podíamos observar el mapa y poder ubicarnos. Yo pedí cerveza Peroni, mi mamá vino espumante y Mabel un helado de chocolate (si, yo se, ese si no era al 2 X 1). Nuestra sorpresa fue que la mesera hablaba español perfecto y resultó ser guatemalteca de padre italiano, así que por ser vecinos de su tierra natal nos aseguramos un buen servicio. Y fue esta mesera quien nos ayudó a encontrar la Piazza Campo di Fiori: Estábamos en ella!!!! (bueno, turistas perdidos hay en todas partes del mundo).

El Happy Hour nos dió la energía necesaria para comenzar a buscar la dirección hacia el punto de encuentro del bus del hotel, y de pura casualidad entramos a un callejón que resultó ser el sitio donde estaban todas las casas de empeño de Roma (con muchas joyas de todo tipo exhibiéndose en sus vítrinas), la cual nos llevó, también de casualidad a las riveras del Río Tíber... Por lo menos ahí ya me sentí ubicado, pues sabía que siguiendo el margen derecho del río, en algún momento teníamos que encontrar la Iglesia Santa María de Cosmedín, ya a unos pasos de nuestro bus. Y así pasamos la Isola Tiberina, el Ponte Roto y en menos de 15 minutos nos encontrábamos esperando a nuestro transporte para comenzar en serio mi viaje corporativo.... Correo electrónico, coordinación de reuniones, alineamiento con Relaciones Públicas... A lo que íbamos! Me había tomado libre de una forma olímpica el día lunes, bajo la premisa que si no hubiese volado durante el fin de semana, de todas formas hubiera sido para mi un día de viaje.... Y qué más se puede decir, cualquier excusa es buena si se puede compartir un amor operático y hollywoodesco, aunque sea una vez en la vida, con la persona que en algún momento me trajera al mundo.

domingo, 16 de diciembre de 2007

El amor operatico y hollywoodesco


Alguna vez en su vida han sido víctimas del amor operático y hollywoodesco? No? Es ese tipo de amor que se vive en las operas y se ve en las películas... El tipo de amor que tienen de escenario los atardeceres espectaculares en medio de la campiña; las cenas con manteles cuadriculados y velas encendidas; la torre Eiffel con la luna llena al fondo... Es el tipo de amor que no se intercambia teléfonos, si no para encontrarse nuevamente hace una cita en el mirador del Empire State Building o en una estación de tren en Viena un año más tarde... Puedo seguir? Es ese tipo de amor, que atraviesa el Atlántico, o el Pacífico, o el Indico, o los siete mares para reunirse con su complemento y aclarar las cosas. Es el amor que ve el atardecer escuchando opera en las islas griegas al lado del ser adorado... Es el amor que camina las calles de Venecia escuchando “O Sole Mío” en los canales y callejones. Es ese amor que se casa en la Iglesia San Patricio, en San Pedro en Roma o hasta en los falsos canales del “Venetian” en Las Vegas...

Lamentablemente también es el amor al que abandonan, al que la familia o la tragedia les impiden estar juntos, al que la tisis o el destino les juegan jugarretas... Pero no importa, pues también es ese amor que te dice en algún momento “Mira qué bien cabe este cuerpo en esos brazos”... Y si no han experimentado este tipo de amor... No saben de lo que se están perdiendo... Es el tipo de recuerdos que cualquier persona común y corriente puede cultivar a través de los viajes... Y efectivamente, se ve en las películas, pero también lo podemos crear nosotros mismos. Todos tenemos el potencial de ser actores y actrices en nuestras propias vidas, y de nosotros depende que esa poesía operática y ese escenario hollywoodesco quede grabado por siempre en nuestros recuerdos del alma...

Y eso es Roma... Uno de los mejores anfiteatros vivientes para disfrutar y crear nuestra propia película romántica... Caminar por sus calles y ver sus monumentos con gente que uno quiere o ama o adora es como estar dentro de una película. De hecho Lycenia, mi gran amiga del alma (y no es mi novia pues eso sería incestuoso, ya que fue mi hija en una vida pasada, parte de otra historia a contar), dice que las citas más románticas que ha tenido en su vida han sido conmigo, siendo la mitad de ellas en la Bella Italia! Manteles cuadriculados, música de acordeón, vinos espectaculares, sensualidad en el ambiente.... Aunque en esta ocasión era compartir amor de madre e hijo, de amigos, de empresas, y combinarlo con amores propios o ajenos, que han caminado por sus adoquines desde tiempos imperiales. Y si no me creen, compren o alquilen “Roman Holiday” con Audrey Hepburn y Gregory Peck.. La historia de una princesa que se escapa en Roma de su cárcel de oro y de todo el protocolo, para incógnitamente poder recorrer sus calles a su antojo. Les atormentaré con la extra en Youtube:

Estoy más que seguro que mi madre se sentía muy a lo Audrey Hepburn, pasándola de lo lindo en esas calles, y aunque se le veía cansada de tanto caminar, y ya se le cruzaban los idiomas (pues les hablaba inglés o francés a los romanos, sin tomar en cuenta que les sería más fácil entenderla si les hablaba en español), gozó como una niña pequeña y le sacó provecho a lo que la Dolce Vita puede ofrecer, incluyendo una de las experiencias visuales más gratas en la ciudad: “El Panteón”.

La palabra panteón significa “templo de todos los dioses” y en Roma es una estructura de forma circular construída originalmente por Agrippa en el año 25 Antes de Cristo, y reconstruída por Adriano a su forma actual en el año 118 de nuestra era cristiana! El edificio tiene más de dos mil años de existencia!!! Y está intácto!... Ahí es donde me da una curiosidad aún más grande... Porqué el Foro Romano quedó enterrado bajo siglos de indiferencia hasta su rescate a finales de los 1800’s y el Panteón nos muestra su gloria cómo en los tiempos del Imperio? Ni idea de la respuesta! Será a lo mejor por que fue convertido en Iglesia Católica durante la Edad Media? No lo se... Pero sea cual sea la respuesta, el templo sigue en pie, y en el friso del pórtico de la entrada, podemos leer la inscripción en latín “Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) construyó”. Su interior muestra una cúpula semiesférica sobre un tambor circular, y en el centro de la cúpula hay un óculo (ventana redonda) abierto a las inclemencias del tiempo, y que permite la entrada de luz natural durante todo el año. Y no podemos olvidar que este era el templo de todos los dioses romanos, así que la estructura es majestuosa por dentro y por fuera. Encontré el siguiente blog con notas de arquitectura y con un artículo muy completo acerca del Panteón, que a los curiosos o desocupados tal vez les interesará leer:

Lo curioso del lugar, aparte de su antiguedad, es entrar y ver un gran agujero en el techo, donde en nuestras incursiones con Lycenia vimos la pobre tragedia de una paloma que entró al lugar por el óculo, pero que estaba atrapada, pues en su desesperación revoloteaba en círculos dándose con las paredes y no podía salir. El hecho de ser una Iglesia Católica le dió mucho simbolismo a nuestra visión, ya que el halo de luz y la paloma revoloteando podría haber sido tomada como el Espíritu Santo descendiendo sobre nosotros (aunque así como somos de bohemios y pecadores, pues tal vez no lo creo probable). Claro que en la visita con mi madre y Mabel no tuvimos encuentros celestiales, aunque si creo que debe haber solicitado sus famosos tres deseos por entrar a una iglesia por primera vez en su vida...

miércoles, 5 de diciembre de 2007

El Cerro Capitolino y el Foro Romano



Ay recuerdos!... Si apenas vamos en nuestro primer día en Roma... Me tengo que apurar si no llegaremos al 2008!... Eran las 6:00 de la tarde y teníamos que caminar un largo trecho para descubrir donde es que tomábamos el bus “cortesía” que nos llevaría de regreso al Holiday Inn Parco de Medici... Tenía una leve idea de donde salía, pero no podíamos darnos el lujo de perder el bus de la tarde (no era muy grata la idea de regresar de noche a la estación de tren que ya de por si estaba vacía al mediodía), así que comenzamos a caminar en dirección a la Piazza Venezia para tomar la Via del Teatro di Marcello, calle que sería como nuestro segundo hogar durante los días venideros por todas las veces que la recorrimos.

El punto de encuentro para tomar el bus era el Bar “Anticco Café” , un establecimiento muy desvencijado y que tenía en su exterior unos murales de la Vírgen María de tiempos de los primeros cristianos. Eran apenas las 06:30PM... Teníamos una hora para esperar el transporte del hotel.... así que decidimos sentarnos en la terraza del lugar, admirando la vista del “Teatro Marcello” que quedaba al cruzar la calle, que es más pequeño que el Coliseo Romano, pero que tenía la capacidad para 11,000 espectadores.... Y en honor a la Antigua Roma nos tomamos unas cervecitas, cuyo precio aprendimos a valorar posteriormente cuando vimos la barbaridad que cobraban en el hotel por agua, cebada y lúpulo. Y creo que nada en ese hotel era barato, excepto por el precio de la habitación, la cual era una ganga; pero ya hubiese sido el colmo que no fuera una ganga considerando la ubicación tan remota que el hotel presentaba a sus huespedes.... Y claro, esa noche descubrimos que el desayuno no estaba incluído, si no que teníamos que pagar la módica suma de 20 Euros por cabeza!, ante lo cual decidimos que era mejor desayunar en la ciudad, y por lo menos así fue en el segundo día de nuestra incursión por la ciudad.

Para desayunar, optamos por un Café ubicado en el Monumento a Victor Emmanuel II, una enorme estructura que se levanta en el corazón de Roma, en Piazza Venezia, a pocas cuadras de donde el bus del hotel nos dejaba en nuestras visitas a la ciudad. El monumento fue construido en homenaje al primer rey de una Italia unificada entre 1885 y 1925, y su construcción causó una gran controversia pues bloqueó por completo la vista de la Antigua Roma desde el centro de la ciudad. Los romanos lo llaman con desprecio “el pastel de bodas” o la máquina de escribir” por su tamaño descomunal. Claro, si se está en su parte superior tomando un cappuccino y una crostata de fresa, y admirando lo que queda del Coliseo romano, el resultado para los sentidos es fenomenal.
Ahí fue nuestro punto de partida para visitar la ciudad imperial... Es una caminata muy fácil hacia la Piazza del Campidoglio, ubicada en el Cerro Capitolio. Esta plaza fue diseñada por Miguel Angel en 1536, quien le diera una forma de trapecio en donde se conjugan el Palazzo dei Conservatori, el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuevo y donde se accede a través de la Cordonata, unos largos escalones de granito, con monumentales estatuas clásicas de Castor y Pollux en la entrada de la Piazza. En su centro se ubica una estatua ecuestre de Marco Aurelio, en honor a los césares romanos.... A su lado izquierdo se ubica una estatua miniatura de Rómulo y Remo amamantados por una loba, fundadores de la ciudad de acuerdo a la leyenda.

Qué mejor lugar para comenzar a explorar el Foro Romano, el cual era el centro político, económico, judicial y religioso de la Antigua Roma. Sus edificaciones nos dan una leve idea de la grandeza del Imperio y fácilmente se puede recorrer en unos cuarenta minutos, visitando las ruinas de los templos de Saturno y Vespaciano, el Arco de Séptimo Severo y mi favorito, el Templo de las Vestales, una estructura redonda dónde seis vírgenes vestales tenían la labor de mantener encendida una llama eterna en honor a Vesta, la diosa de la tierra. Las pobres vestales pertenecían a las familias más nobles de la ciudad y eran las únicas sacerdotizas en toda Roma. Tenían que dar servicio por treinta años, tiempo en el cual debían permanecer vírgenes (que aburrido) para rendir homenaje a la diosa: tenían 10 años de aprendizaje, 10 de participación activa y 10 de profesorado para las nuevas generaciones de vestales... Posteriormente se podían casar y hacer lo que quisieran (a la vejez viruelas)... Mabel me dijo que se sentía identificada con el lugar, y claro, no quize ahondar en sus comentarios... ;-)

Un dato práctico del Foro Romano y de toda la ciudad es que había muchas fuentes donde nos podíamos refrescar del intenso, caliente y extraño sol primaveral, y claro tomando en cuenta que el agua de Roma es completamente potable, ya que viene desde las montañas, utilizando acueductos y mecanismos que datan de epocas innombrables!, y de todas formas si no confían en mis consejos, al salir de las ruinas, al salir por el Arco de Tito, hay una gran cantidad de vendedores ambulantes con agua embotellada muy fría a 1 Euro cada una (interesantemente el precio más barato que conseguimos en la ciudad, aparte por supuesto de un supermercado mal puesto que un día nos hallaramos).

Nuestro recorrido nos llevó directamente a una de las principales atracciones en Roma: El Coliseo... El más grande anfiteatro del Imperio, comisionado por el Emperador Vespasiano en el año 72 y donde se llevaban a cabo los combates a muerte de los muy famosos gladiadores y las luchas con animales salvajes para entretener a más de 55,000 espectadores! (más grande que el Estadio Cuscatlán en San Salvador, cuya capacidad es de apenas 39,000). En esta ocasión no visité su interior, pues ya lo había hecho con Samer en el 2004, aunque las señoras regresaron posteriormente por su cuenta a rendir culto al entretenimiento de masas de esos tiempos dorados. Yo llegué a la conclusión que las atracciones en Italia tienen dos tipos de cola para ingresar a sus premisas: “la cola que nunca termina” que es la de los Museos Vaticanos, pues se extiende por cuadras y cuadras, y “la cola que nunca se mueve” que es la del Coliseo, pues a pesar de ser muy corta, en mi primer viaje pasamos 40 minutos en línea y nunca se movió, hasta que decidimos aprovechar el tiempo en algo más productivo.... Con Samer tuvimos suerte de ver una cola de como 10 personas, la cual tomó más de 10 minutos para moverse...Ah! Y dato importante! En la parte de atrás del Coliseo, hay baños públicos gratuitos... y limpios!

Decidimos regresar al centro a través de la Via dei Fori Imperiali, que conecta el Coliseo nuevamente con la Piazza Venezia, y que si tienen suerte de pasar por ahí un día domingo pues la encontrarán convertida en una ciclovía, lo cual permite no solo caminar libremente por la calle si no les obsequia con magnificas oportunidades para fotografiar el Coliseo sin tráfico alguno... Cabe destacar que hay muchos hombres y mujeres disfrazados como soldados romanos (mi mamá y Mabel atacadas, pues decían que las mujeres debían usar únicamente una toga, pues no existía tal cosa como mujeres soldados) con quien pueden tomarse una foto con el Coliseo de fondo... pero OJO que les cobrarán la módica suma de 10 Euros por cada disfrazado en la foto (cosa que aprendimos por tratar de quedar bien con nuestros clientes dos días más tarde).

domingo, 2 de diciembre de 2007

Chill-Out


Que rico es salir el fin de semana y de pura casualidad encontrarme con amigos o amigas que tenía mucho tiempo de no ver, y que de repente me digan: “sigo tus historias fielmente” o “hey que buenas las historias que me mandas”. Esos comentarios son los que me motivan a escribir más y me alegra ver que estoy conectado con mis lectores y amigos a través del ciber-espacio. No hay pretexto para que reclamen que no saben nada de mí o que no escribo, jajaja!, ya que comparto publicamente mi forma de sentir y pensar para que exista posteriormente una fluidez en nuestras conversaciones.
Aparte de encuentros fortuitos, también me encanta recibir sus correos haciendo referencia a sus propias experiencias personales en estos lugares o haciendo proyecciones de lo que quisieran hacer a futuro. Interesantemente en una de esas cartas de la semana pasada me pidió una amiga que explicara con mayor detenimiento a qué me refería con el término Chill-Out... Así que antes de continuar con Roma, exploremos por un momento el mundo de la música electrónica nuevamente. Veamos que nos dice Wikipedia al respecto:
“Chill Out en inglés significa relajarse, aunque también se aplica este término a un género de música electrónica, muy suave y donde la intención es interpretar distintas melodías, dependiendo del estado de ánimo de la persona. Uno de los referentes es una colección de discos editados por un bar de Ibiza, que se llama Café del Mar, famoso por su chillout a la puesta del sol.
Este género se caracteriza ante todo por la forma suave en que se combinan o remezclan algunos géneros tales como ópera, flamenco, huaino peruano, bossa nova, tango, rock y algunos otros géneros étnicos árabes e indios. Junto con el ambient y el lounge (este es una variación del house), estos tres géneros han adoptado una rica variedad étnica que ha convertido al chill out en una subcultura que ha incubado una serie de adeptos que hallan en la armonía de los sonidos, en la exaltación de los sentidos, una sublime forma de sentir la música.
Como ejemplo tenemos álbumes como: Café del mar, Bajo Fondo Tango Club, Zen Beats, Buddha Chill Out Lounge.”
Y para ejemplificarlo mejor, pueden escuchar un poco de Chill Out desde su PC si van a http://www.ministryofsound.com/radio/ y seleccionan el botón azul del banner que dice “On Demand Chill Out”. Disfrútenlo conjuntamente con su lectura!

martes, 27 de noviembre de 2007

Flashback: Helados frente a la Fontana di Trevi en el Invierno del 2002

El famoso abrigo color camello protagonista de esta historia

Sigamos con la degustación de la ciudad, y retomemos la Fontana de Trevi como punto de partida en nuestra exploración!... Tras caminar tanto, con el extraño calor de abril (los mismos romanos nos dijeron que era un clima completamente inusual) y viendo las cascadas en la fuente bañando las esculturas de dioses y seres marinos, por supuesto que nos dieron ganas de refrescarnos... Y que mejor para eso que un auténtico gelato italiano (helado, sorbete, o como se diga en sus respectivas tierras). Ubicada en la esquina derecha de la Fuente (si se ve de frente), esquina opuesta a la tienda de Benetton y en frente de donde permanentemente se mostraba una escultura viviente simulando a la Estatua de la Libertad en Nueva York (me imagino que muy conveniente para recibir propinas, por aquellos de los que “añoraban” su tierra natal), pues ahí hay una gelatería que no se si venderá los mejores helados de Roma, pero que es muy conveniente para hacer una parada técnica y endulzar un rato nuestros sentidos.


De hecho, en mis múltiples viajes a Roma, siempre regreso a comer un gelato en ese lugar, y es más por razones sentimentales... Cuando con Lycenia en el 2002 escaparamos hacia Roma huyendo del frío irlandés, llegamos a la Fontana di Trevi y descubrimos por primera vez esta gelattería. “Ay, que bueno, comámonos un sorbete!” fueron las palabras de Lycenia en aquel momento.... Tengo que advertirles que la historia mostrará una faceta de “Pato Donald” que me han atribuído algunos amigos en más de algún momento. Para entender el conexto, retomemos mi abrigo color camello comprado en Vía Ottaviano. Estaba nuevecito. No tenía ni 24 horas de habermelo puesto.... Además tenía en mis manos un back-pack color negro recién comprado (y después me pongo a criticar a mi mamá), una bolsa plástica llena de botellitas con agua que habíamos conseguido a un módico precio y un largo paraguas rojo, que comprara después del chaparrón de agua del primer día y que cargaba de arriba a abajo, con el karma de que como lo andaba cargando, pues no iba a llover.Lycenia quería utilizar el baño de la gelattería... No había problema, el baño era gratis para los clientes, pero teníamos que pagar los helados antes de que le permitieran su uso. Listo. Sabores? Para mi caramelo... Para Lycenia... CHOCOLATE.



Perfecto... Pagamos, ella pasó a hacer sus necesidades más básicas y yo me quedé ordenando los gelatos en el mostrador. Conos per favore.... Este helado está delicioso!... 2 minutos, 5 minutos, 10 minutos... Lycenia no salía, y algo muy natural de la vida... Su helado se comenzó a derretir... Es más, su helado de chocolate, se comenzó a derretir en mi abrigo color camello... Me había terminado mi gelato y Lycenia no salía... Y yo la esperaba en la callejuela de la entrada, con su helado de chocolate goteando por todas partes... Y....



Yo estaba con mi abrigo nuevo color camello, saboreando un gelato de caramelo y deteniéndole el helado de chocolate a mi amiga en lo que ella podía finalmente usar un baño después de todo un día de caminar y caminar... No contaba la pobre con que la mitad de los turistas de la ciudad habían tenido la misma idea, y que además de encontrarse con una cola de gente casi comparable con la de los Museos Vaticanos, tuviese que soportar el abuso de tiempo de una tipa que tomó más de 15 minutos en salir del único baño disponible del establecimiento.
Por supuesto que ahora puedo contar con conocimiento de causa que es lo que detenía a Lycenia “allá adentro”, pero en aquel momento, cuando su helado comenzó a derretirse, lo único que se me venía a la mente era “qué tanto hace en el chele-bocón” (traducción para los extranjeros, pues no creo que salga en Wikipedia, “chele” en El Salvador significa “de color blanco”, y bocón... pues que tiene la boca grande. Con esto pueden sacar sus propias conclusiones de mi comentario)... Y la dulzura de mi caracter comenzó a agrietarse con cada minuto que pasaba, y sobre todo después de haberme terminado mi sorbete de caramelo. Recuerdo que en el local tenían una calefacción muy agradable, haciendo que el helado de chocolate se derritiera más rápido... Y como la ira ciega los sentidos, en vez de tirar ese helado y comprarle otro cuando saliera, pues me fui al exterior de la gelatería para que según yo “dejara de derretirse” (proceso ya inevitable). Mi persona se presentaba como un panorama completamente absurdo, y hasta una señora encopetada con un abrigo de piel “de los de verdad”, quien estaba sentada afuera del local, se me quedaba viendo con unos grandes ojos de “no puedo creer lo que hace este idiota”, cuando yo murmuraba conmigo mismo observando al helado de chocolate derretirse en mis manos.


Finalmente apareció Lycenia, a lo que le dije: “Que tanto te tardaste? Acá está tu sorbete.” Y Lycenia, lo tomó en sus manos, pero no pudo reprimir una carcajada al ver este espectaculo tan irreal, lo cual incrementó mi enojo... “Lo hubieras botado” fueron sus palabras, a lo que respondí en buen salvadoreño “Hoy te lo hartas” (para los extranjeros, no es la mejor forma de expresarse... sobre todo con una amiga) y hasta ese momento aún no me había dado cuenta que el abrigo nuevo color camello (comprado el día anterior, no tenía ni 24 horas) tenía manchas de chocolate en diversos puntos muy visibles... En ese preciso instante es cuando me dió el efecto “Pato Donald” y comencé a caminar sin un rumbo específico, invocando a los cien mil demonios, y Lycenia muerta de la risa caminando unos pasos atrás, con su pedazo de gelato en la mano.



Pero no llegué muy lejos, pues si recordaran en la mano llevaba una bolsa plástica llena de botellitas con agua, un enorme paraguas rojo y un back-pack recién comprado pero doblado dentro de otra bolsa de compras, todo lo cual de repente me estorbó y parándome en seco, tiré todas las cosas al piso con el propósito de consolidarlas dentro del back-pack. Mi amiga se quedó de pie a mi lado pero con cierta distancia como para decir “yo no lo conozco”.
Y fue en ese momento culminante del berrinche, cuando percibimos una luz automática que en estos modernos tiempos es sumamente fácil asociar con un “flash” de cámara fotográfica... Y efectivamente eso era... Había una mujer con todo el aspecto de turista, sentada en las mesitas de afuera de un café, justo al lado de donde toda la escena estaba ocurriendo... El flash nos hizo reaccionar a Lycenia y a mi, y ambos vimos a la mujer, quien observó que nos habíamos dado cuenta de su actitud de “paparazzi” y no sabía qué hacer, pues me supongo que por su mente pasó que el “hooligan” que tenía enfrente le iba a romper la cámara o algo peor... Y mi reacción fue completamente contraria, comencé a reir... una risa incontrolable... Lycenia me imitaba ... Me dí cuenta de lo absurdo de todo... La mujer vió mi reacción histérica, y probablemente quizo documentar a un italiano loco, famosos por sus reacciones coléricas en público... Por berrinchudo me habían tomado una foto! Y el enojo se me fue de inmediato!... Estábamos en Roma, a un día del Nuevo Año, disfrutando de lo lindo... Y una turista me tomó una foto, la cual ahora ha de estar adornando un albúm de experiencias de viajes, o un blog, o peor aún, en algún periódico local en Europa bajo el titulo “la histeria italiana por las compras de último minuto”. Y qué pasó con la turista? Sinceramente no se, pues continuamos nuestro camino por otro rumbo.


Creo que con Lycenia hemos contado esta historia a muchas personas y a nadie le ha dado risa... Me imagino que está muy cargada con elementos que me delatan como un ser histérico, aunque quienes me conocen saben que no es mi estado regular si no más bien momentos de “lapsus mentis”. En todo caso es parte de la historia escrita de esa esquina, de la gelatería sin nombre específico, donde regresé en 3 ocasiones más, en 3 años diferentes, una de ellas con Lycenia, y que comer un gelato ahí, recordando lo absurdo de mi historia, es parte del ritual de tirar la moneda en la Fontana di Trevi. Y este viaje del 2007 no fue la excepción... Mi mamá y Mabel escucharon la historia en el propio lugar de los hechos, y posteriormente pedimos un helado por la nostalgia de viajes pasados (aunque mi mamá no probó el gelato, pues dice que la leche le cae pesada, aunque me imagino que el vino espumante no le hace daño, pues a ese nunca le dijo que no).

domingo, 25 de noviembre de 2007

jueves, 22 de noviembre de 2007

De compras por Roma - la cuna de la civilizacion Occidental


Muchos dicen que Roma es cuna de la civilización occidental, aunque la verdad es que copió el modelo griego y lo extendió a través de la cuenca del Mediterráneo, por todo el entonces “mundo conocido”. La gloria del Imperio Romano fue imponer sus costumbres, religión, arquitectura e idioma a muchos pueblos, dejando conceptos que nos llegan hasta la actualidad como lo son el Derecho penal y mercantil, el Senado, los Comicios, entre muchos otros.... Y caminando por el interesante Foro Romano, observando el increíble Panteón, y admirando el majestuoso Coliseo Romano, uno se pregunta... Qué pasó????


Cómo una civilización puede desaparecer así como así? Claro, sirvió de base para muchas cosas, pero del Imperio Romano de los Cesares únicamente quedan ruinas y maleza, que gracias a la conciencia arqueológica de finales del siglo XIX se pudo rescatar lo poco que quedaba y que no había sido reciclado como material de construcción en siglos anteriores. Lo cierto es que Roma (la ciudad) nunca ha vuelto a tener un apogeo como el que experimentó en su momento... Por lo menos político. El único remanente de esa gloria y que también ha perdido impacto mundial es la Santa Sede de la Iglesia Católica Apostólica Romana... Y ante tal declive de poder, a la ciudad y a los romanos no les quedó más remedio que reinventarse; sus habitantes, conscientes de la herencia cultural, política y económica de la ciudad, caminan sus calles con porte y orgullo, conquistando ahora al mundo a través de sus diseñadores, de modas y de interiores. No hay un ciudadano romano mal arreglado: se lucen a sí mismos como una pasarela urbana, con sus mejores galas para uso diario, y sus vitrinas muestran artículos cotidianos adornados con mucha creatividad.


Es fácil para un extranjero sentirse zarrapastroso dentro de la ciudad, y en mi caso era peor pues me iba a reunir con el mundo corporativo romano. Por suerte el Grupo Inditex lleva las últimas tendencias a El Salvador, lo cual me permitió llevar trajes de primavera, zapatos cafés, suéteres rosados, y todo lo necesario para negociar de tú a tú con cualquier profesional de la dolce vita. No iba en plan de compras, pero eso sí, había una compra muy específica que tenía en mente hacer durante nuestra estadía en Roma: aros para hacerme unos anteojos nuevos. Tenía que aprovechar la calidad del diseño que sus orgullosos ciudadanos exigen para seguir exhibiendo el orgullo de su ciudad.


Hace años llegué a la conclusión que si de todas formas tengo que usar lentes, por lo menos que sea algo que enmarque bien mi rostro y que sea de buena calidad. Después de ver en enero a un compañero de trabajo australiano con unos fabulosos aros de Dolce & Gabbana, y tras pasar los 3 años anteriores buscando anteojos nuevos para mi, me dí cuenta que el viaje me brindaba la oportunidad perfecta para ese cambio de “look” que quería para mis permanentes compañeros. Si no los encontraba en Roma, no los iba a encontrar en ninguna parte del mundo. Así que ahí me tienen con Mabel y mi mamà caminando de optica en optica, midiéndome cualquier cantidad de aros, hasta encontrar lo que consideré como los anteojos perfectos, sorpresivamente muy parecidos a mis lentes anteriores: hechos de resina negra, pero más gruesos, en el estilo que Samer hubiese bautizado en algún momento como “mapaches”, por el efecto similar que tienen en el rostro si se comparan con esos animalillos. Opté por un diseño PRADA, en un negocio llamado “Ottica F. La Barbera” (http://www.otticaflabarbera.com/) el cual tenía cualquier cantidad de lentes de todas marcas, precios y tamaños. La marca de los lentes y el hecho que recorrimos media ciudad para encontrarlos, me recordó mucho un viaje a Maui, Hawaii, donde una buena amiga panameña nos hizo andar media isla para encontrar una tienda PRADA y comprarse una carterita miniatura como un auto-regalo innecesario, cosa que le pasé criticando por meses por haber perdido tanto tiempo en su búsqueda! Por eso no hay que criticar, uno no sabe cuando le toca hacer lo mismo. PRADA? Muy bohemio! Ja!


Y lo cierto es que hay cosas que se deben comprar muy en específico en cada ciudad del mundo y en Roma en su lista de compras no deben faltar: artículos de diseñador, sandalias, corbatas de seda, artículos de cuero, vinos y quesos. Si quieren mantenerse del lado barato del espectro, las compras ideales están en Vía del Corso, que comienza en Piazza Venezia (justo donde está el Monumento a Victor Emmanuel II) y termina en la Piazza del Popolo (donde están las iglesias de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto, que son iglesias gemelas, una a la par de la otra). Esta calle es lo que podríamos considerar el puro centro de Roma y si la recorren en su totalidad, existen oportunidades de combinar compras con visita a fuentes y monumentos (Fontana di Trevi, Panteón, Piazza di Spagna) que quedan dentro de los parámetros aceptables de una caminata no fatigante. La optica de mis lentes estaba ubicada en el Centro Comercial Galeria Colonna, justo a la mitad de la caminata que les recomiendo.... Eso es comprar con estilo! No hay nada más delicioso que ver zapatos, chaquetas de cuero, y objetos de moda, o tomar un café, rodeados de obras de arte, vitrales de muchos colores, columnas romanas al estilo corintio y pisos de mármol, donde la gente bonita de la ciudad se concentra para comentar sus quehaceres del día. El centro comercial tiene muchas boutiques locales a precios relativamente accesibles y de calidad insuperable.


Continuando con las compras, si por otro lado lo que buscan es un artículo de una mejor calidad en el espectro y están dispuestos a invertir cantidades obscenas de Euros en un producto que les durará toda la vida, entonces la calle adecuada para ustedes es Vía Condotti, que comienza en Piazza di Spagna y termina en Via del Corso, y donde encontrarán las casas de alta costura italiana como Armani, Bvlgari, Dolce & Gabbana, Prada, Valentino y Versace. Y tengo que admitir que son muy impresionantes los diseños y la calidad de las piezas por lo que observamos en sus escaparates, pero como por el momento el Grupo Inditex decide las tendencias por mi, y aún no he estado interesado en un traje que me dure toda la vida (algo de rigor para cualquier italiano), mi exploración se concentró en Via del Corso y únicamente compré sandalias y camisetas en United Colors of Benetton, cuya Casa Matriz está en Roma, por lo que se pueden encontrar a precios más o menos baratos (aunque con el cambio del momento a 1.48 de Dólar por un Euro, nada es tan barato como parece).

domingo, 18 de noviembre de 2007

Crucero por el Rio Huangpu, Oriental Pearl Tower y otras visiones de Shanghai

La clasica foto turistica de Shanghai, con el Oriental Pearl Tower desde El Bund


Barcos turisticos sobre el Rio Huangpu
Tormenta sobre Shanghai (que momento para navegar!)

Posando en el barco con el Jin Mao Tower y el Shanghai World Financial Center

Nuestro crucero de una hora por el Rio Huangpu

El Oriental Pearl Tower y el Shanghai International Convention Center desde el barco

Walter haciendo la danza del Sol

Cerdo agridulce con hongos y verduras

Walter a los pies del Oriental Pearl Tower

Super Brand Mall Shanghai

martes, 13 de noviembre de 2007

Shanghai's Bund Sightseeing Tourist Tunnel Ride

Palabras de Lycenia: "Es tan feo que hay que verlo"

lunes, 12 de noviembre de 2007

"Bohemio"


“Bohemio”. Esa es la clasificación que el servicio secreto me otorgara recientemente.
No se si considerarme honrado por que me investigaron bien o si sentirme asustado por que un mundo nos vigila.


Para comprender más mi clasificación oficial, traté de buscar el significado del término en Wikipedia y esto es lo que encontré:
“El término Bohemia aparece por vez primera en el siglo XIX en la obra del romántico Henri Murger Escenas de la vida en bohemia, y hace referencia a toda clase de individuo, especialmente artistas (pintores, músicos, poetas, literatos...) que acostumbran a vivir al margen de la sociedad, ajenos a determinadas normas, tendencias o convencionalismos presentes en ésta. Los lugares de encuentro de la bohemia original solían ser los cafés poco de moda, donde se reunían y se discutían las tendencias, las ideas, la política o cualquier área del pensamiento y la cultura.
Bohemio es alguien que tiene las siguientes caracteristicas: idealista, creativo, musico, artista, filosofo, etc.
Tradicionalmente se figura al bohemio como artista de apariencia despreocupada, poco cuidada, en contraposición a la fijación de gran parte de la sociedad por la ostentación estética y material, aspectos estos que el bohemio suele considerar superfluos y de menor o de muy poca relevancia. Asimismo, la ocupación de la bohemia tiende a decantarse hacia el mundo de las ideas, el conocimiento, la creación artística, el enriquecimiento intelectual, el interés por otras realidades o manifestaciones culturales, etc.
Una imagen que reside en el subconsciente colectivo es la del bohemio perteneciente a la gran ciudad vagando por sus calles, buscando la inspiración en la absenta o en otro tipo de substancias.”


Después de leer la definición concluyo no considerarme al margen de la sociedad ni mucho menos ajeno a normas determinadas. Más bien considero que mi país, El Salvador, está al margen de lo que está pasando a nivel mundial y sus normas se rigen por pensamientos y conductas no acordes a nuestro siglo XXI.
Podré ser creativo y obviamente me gustan las manifestaciones culturales, aunque no creo estar en contra de la ostentación estética y material, más bien los lugares que frecuento están al extremo opuesto de la descripción mencionada. Tal vez de ahí viene el adjetivo “bohemio chic” que anteriormente discutimos, pues me gusta andar bien arregladito.


Y pues en relación a la absenta, este licor de corteza de árbol tiene su venta permitida únicamente en República Checa, Eslovaquia y en Barcelona, y en ninguno de los tres lugares la probé (me dió miedo la reacción que podía tener, o peor aún, que me fuese a gustar), y la inspiración con otro tipo de sustancias me viene únicamente de mis Heineken, mis Chianti, mis Pinot Grigio y mis Bombay Martini, ya que el cigarrillo, el otro de mis vicios, no lo considero como fuente de ningún tipo de inspiración.


Así que no caigo del todo en la categoría de “bohemio”, aunque si presento características al respecto, posiblemente por influencias de mis vidas pasadas (una de las cuales debe haber sido en la Europa Impresionista, en medio de toda esa movida cultural), y la única verdad absoluta acá es que me gusta vivir la noche y aprovecho mis momentos nocturnos para conversar con amigos y amigas acerca de la experiencia de vivir, con cero política y cero religión, ya que cada quien tiene derecho a sus propias creencias, las cuales todos debemos respetar.

martes, 6 de noviembre de 2007

Shanghai!! El futuro, el pasado o el espacio?

Vista nocturna de Pudong desde El Bund: Es el futuro o es el espacio?

Walter en The Bund: Es el Tamesis o es el Huangpu?

The Bund: Edificio HSBC (el de la cupula) y Customs House (con su reloj imitacion Big Ben)

The Bund: Peace Hotel, Bank of China y Yokohama Specie Bank Building

Terraza del Bar Rouge y detalle de las aranas de cristal en la barra

Interior y terraza del Bar Rouge en Shanghai

Vista de Pudong desde la Terraza del Bar Rouge

Lycenia y Walter en la Terraza del Bar Rouge

Con nuestros nuevos grandes amigos estadounidenses (por esa noche) en el Bar Rouge

Centro Europa 2006