martes, 29 de julio de 2008

El absurdo y el gato en el motor!

Pero rompamos el hielo... Mi introducción fue demasiado seria para un viaje de placer, así que mejor hablemos de lo “absurdo”. Veamos que nos dice Wikipedia al respecto: “Absurdo es una palabra para identificar a algo o a alguien que no actúa de acuerdo a un pensamiento lógico o normal y que se aparta de la razón, muchas veces se asocia esta palabra al Humor.”

Bueno, absurdo es lo que me pasó la semana pasada cuando fuí a visitar a mis clientes en San Salvador. Tenía una cita de negocios por la tarde, así que salí de mi rutina de trabajar en shorts y chanclas en mi casa y me puse un traje azul marino, camisa verde menta, corbata de un verde más pálido con rayas azules, zapatos y cinturón cafés, muy inspiración a lo tierras catalanas. Llegué muy elegantemente ataviado al Edificio Caribe, pero con algo de retraso por el tráfico, pero por suerte logré conseguir estacionamiento al primer intento. Iba a bajarme del automóvil y correr hacia mi cita cuando escuche un leve maullido de gato que provenía de algún lugar cercano.... Eso captó mi atención, pues tuve la sensación por un momento que el gato estaba ahí conmigo, dentro del auto, y a pesar de mi retraso me puse a buscarlo bajo los asientos. Lo escuchaba claramente! Recordé de inmediato al gato que había escondido a mis tres añitos dentro de una bolsa de naranjas en casa de mi abuela paterna (“la Mama Chayo”), con toda la intención de transportarlo clandestínamente y suponiendo que me iban a dejar adoptarlo una vez que llegara a mi casa, pero con tan mala suerte que el gato se salió de la bolsa y se enredó dentro de la tapicería de los asientos del carro de mi papá! Mejor no les cuento como me fue!!! Y aparte de eso, recordaba la decena de gatos en la casa de mi hermana en California, y como me habían arruinado una maleta al dejar impregnado el olor a sus necesidades vitales...

Increíble todos los pensamientos que uno puede tener en cuestión de segundos! Y como no quería pagar en arreglo de tapicería ni posteriormente tener un olor permanente a orín de gatos en mi reluciente Ford Eco Sport, entonces seguí buscando al felino, pero sin suerte alguna! Y no se como se me ocurrió abrir el motor del auto... El maullido parecía venir de la parte delantera.... Para aprender cual es el concepto del absurdo, traten de visualizar mi rostro cuando abrí el capó del carro y voy viendo un gato miniatura color amarillo atrapado entre los cables de energía, quien al ver la luz y el aire fresco se logró desenredar y caminó muy campante hacia el exterior de su improvisado medio de transporte. Yo ví al animal, y volví mi mirada hacia ambas direcciones como buscando testigos de una experiencia medio onírica o de cámara escondida... Aún no se a) cómo y cuando el gato llegó ahí; b) como no se achicharró, incendió o murió con el auto en movimiento y c) cómo no me arruinó el motor! Aun así la próxima semana el auto entrará a revisión y parte de la lista será “había un gato atrapado en el motor, por favor verifiquen que todo esté bien”... No voy a alargar la historia del gato, pero lo tomé en mis manos y lo dejé en la acera, diciéndole las palabras: “lo siento, no te puedo adoptar” (algo que mi hermana creo que le da el “yeyo” si me ve haciéndolo, pues creo que ya va en la docena de gatos entre todos los que ha adoptado, incluyendo los que le han llegado a dejar en canasta a la puerta de su casa)... Para suerte del animalito, el guardia de seguridad del edificio había presenciado toda la tragi-comedia y dijo “pero si está bien bonito el gato” y lo agarró, llevándoselo a unas señoras que han vendido fruta enfrente de TACA durante toda su vida, quienes inmediatamente lo adoptaron para espantar a los ratones que supuestamente habitan en el Edificio Caribe... Puedo dar fe que el gato pasó a una mejor vida! Absurdo!

Así mismo les parecerá absurdo que a mi no me gusta la comida china para nada... No me gustaba antes del viaje y me gustó menos después del viaje. Así que era aún más absurdo planificar una excursión de once días a China, con la idea pre-concebida que iba a comer muy mal... Quien me conoce bien sabe que utilizo técnicas de disuasión muy efectivas para comer cualquier otra cosa que no sea comida china, teniéndola como máximo durante tres veces al año... Diez días seguidos??? Eso va a estar bueno!

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Centro Europa 2006