lunes, 21 de julio de 2008

Introduccion a un viaje hacia el Catay


Tengo que confesar que ha sido muy difícil para mí comenzar la narración acerca de la República Popular de China, pues tengo sentimientos encontrados en relación a la experiencia en sí. Algunas personas me han comentado que no comento casi nada acerca del viaje, y la verdad si lo he tenido muy reservado con el propósito de canalizar mis comentarios a través del mundo cybernético y ser lo más objetivo posible en mis observaciones. País de muchos contrastes: lo milenario tratando de sobrevivir en contraposición a lo moderno; una China comunista con más consumismo y capitalismo que cualquier país latinoamericano; una China Roja donde el ejemplo a seguir es los Estados Unidos; infraestructura de occidente con idiogramas desconocidos a nuestra vista y sonidos irreconocibles para nuestro oído; reconocimiento culinario mundial con sabores diferentes al paladar. Oriente y Occidente chocando en el auge de la civilización del siglo XXI!

Estas palabras me servirán de preambulo para definir todo el viaje, que fue sumamente interesante, pero que probablemente no repetiría a nivel personal, aunque nunca se sabe el mundo de los negocios y lo cambiante de la economía mundial a donde te puede llevar a futuro. Y no lo consideré un país desagradable... Tiene muchas cosas impresionantes, pero tengo que admitir que soy un hombre occidental y tal vez no tan ciudadano del mundo como me consideraba hasta hoy; pero definitivamente la experiencia ha enriquecido mi alma, abriendo los ojos a la verdadera globalización.

Pero no quiero ser tan severo con mis primeras impresiones acerca de China. Recomiendo que la visiten y tengan sus propias experiencias. Me dedicaré a recopilar lo que ví y sentí en mi corta visita a tan vasto sub-continente.

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Centro Europa 2006