viernes, 4 de mayo de 2007

LA PLANIFICACION DEL VIAJE DE MI VIDA...


LA PLANIFICACION DEL VIAJE DE MI VIDA...

El Gran Tour Americano era ya una idea que había surgido de múltiples fuentes de inspiración. Ahora teníamos que materializar la idea....
Me imagino que algunos de ustedes se quedaron en suspenso desde mi última carta y otros dirán, “aquí está de nuevo este loco con su libro tan raro”. Sea cual sea su reacción, en este momento, que ya les he creado expectativas, deben estar esperando saber a donde nos va a llevar todo esto.

Y como en la historia anterior, me voy a remontar un poco en el tiempo...
Generalmente planifico mis propios viajes. Habrá muchas personas que recurren a un agente de viajes profesional para planificar sus viajes... Y hay agentes de viajes muy buenos en El Salvador y el mundo. A otras personas nos gusta realizar nuestros propios trámites y es ahí donde la mejor fuente en este momento es de dónde podemos obtener recursos casi ilimitados: Internet!

Esa fue la principal herramienta que utilicé, así como hacen millones de personas en el mundo, para planificar mi viaje.... Pero Internet no siempre estuvo disponible. Y es ahí donde me remonto un poco a mi pasado, inspirado por la carta de mi amiga Andrea Navarrete-Vélez de Ecuador, carta que transcribiré al final de estos párrafos.

En 1989, prácticamente un año después de haberme graduado como Bachiller Académico Opción Humanidades del Colegio San Francisco y tras un frustrado intento de estudiar fuera del país en San Juan, Puerto Rico, estaba básicamente vagabundeando en las calles de El Salvador, ya que por rebeldía a mis padres no quería inscribirme en la Universidad.

Al graduarme, en 1988, había comenzado el cursillo de pre-inscripción en la Universidad José Matías Delgado para ingresar a la carrera de Comunicaciones. Mis estudios humanísticos, sumados a mi afán periodístico aún sin desarrollar, me indicaron que esa carrera era mi mejor opción... Me iba a convertir en un periodista... Para escribir reportajes para la National Geographic... Mi sueño de adolescente. Soñando tomar fotografías en las recónditas sabanas del África, mi papá, quien ha tenido siempre la facultad de entusiasmar a la gente en proyectos que nunca llegan a una conclusión satisfactoria, me dijo que empacara mis maletas pues nos íbamos a San Juan, Puerto Rico. Él había conseguido un trabajo con la empresa telefónica de Puerto Rico... Por lo menos eso fue lo que me dijo. Así fue como a principios de enero de 1989 partimos en vuelo de Lacsa camino hacia la Isla del Encanto.
San Juan en sí será tema de otro artículo, pero el punto para esta parte de la historia es que fuimos a la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce para obtener todo el material y los requisitos para ingresar a estudiar la carrera de Artes Aplicadas. Obtuvimos costos, folletos y formularios... Estaba muy entusiasmado con un nuevo mundo, que para mí era mucho mejor que El Salvador... Siempre he tenido esta fascinación por las islas y Puerto Rico realmente me embrujó con su belleza.

Pero la realidad me agitó mucho antes de que pudiera ingresar a clases... Mi papá decidió que las condiciones que le habían ofrecido no eran las adecuadas y decidió que nos regresáramos de inmediato a El Salvador. Creo que desde esa época tengo ciertos resentimientos contra mi padre.

Para continuar la historia, como acto de rebeldía, me había negado por completo a ingresar a una Universidad a continuar mis estudios y me dedicaba a quedarme en mi casa todo el día sin hacer nada! Mi mamá solía decirme entonces: “El tiempo perdido hasta los Santos lo lloran”. Pero no había nada que pudiera decirme que me hiciera cambiar de idea. Me sentía engañado.

Es entonces cuando apareció Guillermo, el esposo de mi hermana, preguntándome si estaría interesado en trabajar. Como no estaba haciendo nada, le dije que sí, pero sin mayor interés que el de hacer algo diferente. Me pidió mi curriculum vitae, el cual no tenía más que datos de estudio y decía que hablaba el idioma inglés (de una forma más primitiva de lo que ahora lo hago)

No tenía idea en ese momento de como ese pequeño gesto iba a cambiar de forma radical mis planes y mis ideas acerca de la vida... Resulta que Guillermo le entregó el curriculum a un amigo de la Licenciada Haydee Ayala de Saravia, Gerente General de Eastern Airlines para El Salvador.

Dicha línea aérea estaba reclutando personal para sus operaciones de Aeropuerto en el pais. Como dato curioso, Eastern estaba pasando por el momento más crítico de una huelga que finalmente los terminó llevando a la quiebra a principios de 1991. A pesar de la huelga, la estación de El Salvador necesitaba agentes de Aeropuerto. Así que me llamaron a una entrevista con un señor cubano. Era mi primera experiencia en una entrevista de trabajo. Al principio me sorprendió ver la cantidad de personas que estaban esperando ser entrevistadas y examinadas. Como a mí Guillermo me había pedido el curriculum, realmente nunca había visto ningún anuncio en el periódico ni tampoco sabía que me iba encontrar con más de 25 personas en la sala de espera de la Oficina de Boletos de Eastern, ubicada en lo que es la mitad de la cuarta planta del Edificio Montecristo en San Salvador. Para los que recuerdan esa sala de espera, era lo suficientemente diminuta como para que el salón diera la impresión de caos. Además se asomaban empleados de Eastern de diversas puertas, como para ver quienes eran los candidatos a entrevista, desatendiendo sus labores momentáneamente para saciar sus curiosos ojos.

El primer paso era tomar un examen de inglés. Nos advirtieron desde el principio que estaban buscando empleados que dominaran por completo el idioma inglés. Yo había aprendido inglés en el colegio San Francisco, el cual no es un colegio bilingüe, pero lograba seguir una conversación, además del aprendizaje de dicho idioma cuando uno suele ver el cable de televisión en inglés. Tengo que ser sincero que me asustaron con todo el énfasis que habían puesto en el idioma, pero como ya estaba ahí, lo peor que podía pasar es que no me dieran el trabajo. Tomé el examen de inglés, el cual misteriosamente logré pasar y luego me entrevisté con este Señor cubano, del cual lo único que recuerdo es que se llamaba Juan. No recuerdo nada de ninguno de los demás empleados de esa Oficina. Traté de responder sus preguntas lo mejor posible y al final me agradeció el tiempo, me preguntó si tenía visa para los Estados Unidos (la cual tenía vigente) y me explicó que en caso de ser seleccionado me estarían avisando en el transcurso de las próximas dos semanas, ya que tendría que tomar un curso de un mes de duración en Miami, Florida.

Pasó un mes y no me llamaron.
Realmente no me sorprendí, ya que con tanto énfasis que le habían puesto al idioma, supuse que no les pareció mi inglés de colegio.
Y fue a mediados del mes de octubre de 1989 que recibí una llamada telefónica de una mujer llamada Julia Canjura. Recuerdo que era un día lunes, y la llamada fue a eso de las 0300PM...
Julia me explicó que me habían seleccionado para una posición de Agente de Aeropuerto en Eastern Airlines y que debía participar en un curso de un mes de duración en la Ciudad de Miami.... Y que debía pasar ESA MISMA TARDE por las Oficinas de Eastern, ya que debía tomar el primer avión a la mañana siguiente!!!! El curso comenzaba el miércoles de esa misma semana!!!

No me desmayé ni rodé por las escaleras, ya que no me dio tiempo a reaccionar... El tópico del que estoy hablando es acerca de la planificación del viaje... Pues en esta ocasión tenía 17 horas completas para planificar mi estadía en Miami para un mes completo!!! Tenía pasaporte vigente y visa para Estados Unidos. Ese era el primer paso. Así que corrí (literalmente) desde mi casa en Residencial Escalón por ese entonces hasta el Edificio Montecristo. No tenía carro y ni siquiera sabía conducir, y era además demasiado tufoso (término salvadoreño que se utiliza para denotar a una persona que no le gusta realizar actividades que el pueblo en general hace, como por ejemplo salir de su casa en autobús hacia su destino final), así que caminé todo el trecho hasta el Edificio Montecristo. A las 0400PM me estaban entregando mi boleto aéreo y dándome todas las instrucciones relacionadas al transporte, alojamiento y alimentación durante un mes en Miami.
Al salir de las oficinas de Eastern me di cuenta de un par de cosas... Tenía 20 años de edad, por lo cual era menor de edad y necesitaba un permiso de mis papás para poder viajar solo. A pesar que la mayoría de los gastos eran cubiertos, no podía viajar sin un centavo a los Estados Unidos y como hijo de dominio no tenía nada en mi haber. Además el curso iba a ser completamente en inglés y tenía temor de no entender ni una palabra (no es lo mismo verla de lejos que verla venir) Me habían entregado 3 libros para aprender con la sentencia que el primer día de curso nos iban a hacer un examen y si no lo aprobábamos, nos mandaban de regreso sin trabajo a nuestro país de origen y para rematar, el curso requería ropa formal (saco y corbata) y para un chiquillo de 20 años, esos implementos no existen dentro del ajuar! Y contaba con apenas 16 horas para resolver todo eso!

Lo primero que se me ocurrió fue correr hacia la casa de mi hermana, quien vivía en la Colonia Lomas Verdes por la Casa Presidencial (detrás del Supermercado Santa Emilia). Era por Guillermo que había conseguido este trabajo y ellos me podían orientar que hacer. Así que nuevamente caminé desde el Salvador del Mundo hasta más allá del Redondel Masferrer, que son unas 20 cuadras (ahora me pregunto como es que corría por San Salvador para arriba y para abajo, y hoy hasta para ir a la esquina tengo que hacerlo en carro!)

A todas estas mis papás no sabían nada. Estamos hablando de finales de los 80’s, época en que los maravillosos servicios de ANTEL (la empresa telefónica local, manejada en su tiempo por el gobierno) no contaba con telefonía celular. Así que fue mi hermana y mi cuñado quienes me ayudaron a movilizar a toda la gente. Obtuve el permiso notariado de mis padres a eso de las 1100PM con un abogado de confianza de mi hermana, además de USD 200.00 que me proporcionara mi tío Omar para mis gastos de viaje, corbatas y camisas de vestir, así como un saco que me prestaron entre todos y una maleta que no tengo idea de donde salió.

A las 10:00AM estaba listo en el Aeropuerto de Comalapa para embarcarme en el vuelo de Eastern Airlines con destino a la ciudad de Miami. Además iban 3 salvadoreños más (René Moreno, Walter Vilanova y Carlos Guzmán) al mismo curso. Nos pusieron a todos en Primera Clase y el servicio fue increíble, a pesar de la huelga y todos los problemas que la aerolínea tenía. En esa época, por alguna razón, Eastern tenía una operación compartida con Ecuador. El avión volaba Guayaquil – San Salvador – Miami.

Ese fue mi primer contacto con Andrea Navarrete.
Andrea era una chica de 19 años, quien iba al mismo curso. Al subirnos al avión nos indicaron que ella, y una muchacha de 28 años llamada Angela Vitteri, ambas procedentes de Guayaquil, Ecuador, iban a participar en el mismo curso que nosotros. A Andrea le pareció extraño que durante todo el vuelo pasé estudiando los benditos manuales que me habían dado con la sentencia del examen al llegar y la amenaza de un destierro de regreso a El Salvador. Los folletos contenían códigos de ciudades, de aeropuertos, tipos de aviones y todo ese tipo de cosas que la industria del turismo utiliza para abreviar las transacciones en los sistemas de reservaciones.

El dichoso examen no se dio al llegar sino hasta la semana siguiente. Todos los participantes del curso éramos de origen latinoamericano (2 ecuatorianas, 4 peruanas, 2 panameñas, 1 ecuatoriano de Quito, 2 hondureños y 4 salvadoreños) y el instructor era un puertorriqueño de nombre Ray Marino, así que el curso fue en español. El dinero me alcanzó y sobró y me gradué sin problemas a finales de noviembre como Agente de Servicio al Pasajero. Fue un curso exitoso... Pero creo que lo principal fue que obtuve una amiga para toda la vida.
Los detalles del curso en Miami los mencionaré en alguna otra ocasión.... Lo esencial es que a través de un viaje con poca planificación hice una amiga muy especial, que por circunstancias de la vida no he visto desde el año 1993. Ella vino de visita dos veces a El Salvador. Nosotros fuimos con mi ex-esposa a visitarla dos veces a Guayaquil y ambos tenemos recuerdos inolvidables de nuestra amistad.

¿Qué tiene que ver todo esto con la historia en cuestión? Bueno, ese curso marcó completamente mi carrera. Desde el 23 de octubre de 1989 trabajo en la industria de viajes... primero en líneas aéreas y ahora en sistemas para líneas aéreas. Eso me dio acceso a boletos baratos para viajar, pero al mismo tiempo me hizo independiente y auto-suficiente en muchos aspectos de mi vida. Aprendí a utilizar el sistema de reservaciones de Eastern Airlines, llamado System One y posteriormente su servidor aprendió a utilizar el sistema de reservaciones de American Airlines llamado Sabre, que es la empresa con la que actualmente trabajo. Y me mostró como hacer reservaciones, cotizar boletos aéreos, buscar y hacer reservaciones de habitación de hotel o de renta de autos... En fin, me enseñó todos los trucos que hasta la fecha utilizo para planificar mis viajes. Hasta esta época en la que mi principal fuente de referencia es el Internet, utilizo Sabre como forma de consulta para comparar precios y para buscar tarifas. Antes de tener Internet, tenía Sabre y eso me dio acceso a un mundo de sueños... El mundo de los viajes.

Ahora mismo para hacer las reservaciones de hotel del Gran Tour Americano, utilicé www.travelocity.com que es una empresa que utiliza Sabre como su motor de reservaciones. Podría haber utilizado cualquier otra herramienta, pero dicen que la caridad comienza por casa.

Para no aburrirlos más sino hasta la próxima entrega, adjunto copia de la carta que me enviara Andrea hace un par de días y que me trae muchos recuerdos... Entre paréntesis he escrito algunos comentarios para que puedan comprender un poco más el contexto de la carta....

“ÑAÑO WALLYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY: (“ñaño” en Ecuador se le dice de cariño a alguien que es considerado como hermano)
Increíble....no puedo creerlo..He leído los dos mails hoy y me he quedado sorprendida...porque...porque siempre tuviste ese look de escritor..Ese look intelectual (forma muy diplomática de decirme nerd, jajaja) pero nunca te inclinaste en hacerlo y ahora te leo, es como si estuviera viéndote en este momento, me imagino tus expresiones al leerlo y me encanta....Dios te ha dado ese don y debes aprovecharlo..por favor no dejes de hacerlo.... Te felicito de corazón y desde acá te envío un fuerte abrazo y un beso del porte del mundo porque te lo mereces...
Con respecto a la historia Wally....me has hecho acordar del certificado de matrimonio con fecha
ficticia en Miami...increíble...desde ese día se sabia tu poder de imaginación.... (A ella le gustaba un compañero hondureño en el curso de Miami y les hice un certificado de matrimonio ficticio la noche que cambiaba la hora en los Estados Unidos, lo cual anulaba dicho contrato)
Me encanto leer la historia de mamy Aziyadeh y papá Héctor (como verán se encariño mucho con mi familia cuando vino a El Salvador) ....los quiero mucho a ambos y tu bien lo sabes..Lindos recuerdos del Salvador. Mi segunda patria diría. porque llegue a conocer mas que mi propio Ecuador...increíble...y todo gracias a ti...y sabes que aunque no te escriba día a día o semana a semana en mi corazón estas y siempre lo estarás hasta que sea una viejita...y ruego a Dios poder regresar allá y compartir contigo hermosos momentos... (Yo también me muero por regresar al Ecuador, y eso que es parte ahora de mi territorio) Acuérdate de los blinddates que me hiciste y tuvieron excelentes resultados....Keith y Carlos (Andrea tenía 21 años, así que era medio enamorada, ahora es mujer casada y madre de tres!)...no podré olvidarlos...los viajes en el carro de MI...(Así le decía Andrea a María Isabel) en fin....ya sabes que estoy aquí para lo que quiera y como quieras y que Dios te bendiga y te dé fuerza para seguir en este proyecto hermoso que te has propuesto...
Tu ñaña del Ecuador...Andrea.....”

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