domingo, 13 de enero de 2008

Recorrido vespertino en Roma con mis clientes

Asegurando el regreso a la Ciudad Eterna!

Discurso final del dia en la Columnata de Bernini

Ocaso en el Vaticano

Al final de mi dia como guia de turistas en Roma!

Seguimos nuestro recorrido vespertino por Roma a partir de las 3:00 de la tarde, visitando los siguientes lugares:

· Columna de Marco Aurelius
· Cafe Tazza d’Oro (esquina opuesta a El Panteón, supuestamente el mejor café de la ciudad. No pidan cappuccino después de las 11:00AM si no quieren parecer turistas)
· Una gelatería (para los que no toman café y querían el postre)
· El Panteón
· La Fontana di Trevi (para tirar nuestra moneda y garantizar nuestro regreso)
· La Fontana dei Tritone
· Tomar el Metro en la estación Barberini con destino a la estación Ottaviano (línea A, con las precauciones del caso como mencioné antes)
· Vía Ottaviano
· Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano!

Eso nos llevó 3 horas adicionales y acá si hay varias cosas dignas de mencionar: Al salir del Metro Ottaviano, teníamos que caminar 6 cuadras hasta San Pedro, y fue en ese período tan corto de tiempo que nos cayó el Diluvio Universal, donde el caos reinó pues todo el grupo corría por todos lados y hubo un momento que perdí a la mitad. Los vendedores ambulantes de sombrillas salieron de la nada y terminamos casi todos comprando una, exceptuando Ian, a quien Mabel le había conseguido la tapa de una caja de manzanas, la cual quería vender cuando ya estábamos bajo techo y adentro del Vaticano... Lisa, por estar hablándo por celular para ver como confirmaba los arreglos del transporte hacia el hotel, puso su sombrilla a un lado de ella ADENTRO de la Basílica de San Pedro y en cuestión de un abrir y cerrar de ojos, le habían robado el paraguas! Sí! ADENTRO del Vaticano!

Hicimos una última parada en la Columnata de Bernini, donde tuve oportunidad de dar mi última charla como guía de turistas de esa tarde, y donde agradecí la colaboración de todos para cuidar a sus compañeros de viaje y mantenernos unidos... Y creo que esa fue la labor más difícil que tuve durante todo ese día, realizar el conteo y ver que fueramos 15 personas en total, y si las cuentas no salían, ver quien faltaba y adónde estaba. Pero no se me perdió nadie! Claro, al final les dije que no aceptaba propinas como los guías si no más bien esperaba un contrato firmado dentro de unos cuantos meses! ;-)

Y así finalizó nuestro día en Roma, con la recompensa de una buena birra italiana y con una relación mucho más estrecha con mis clientes, mi familia y mis compañeros de trabajo! Ay que vida para ser eterna, sobre todo si es en la Ciudad Eterna!

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Centro Europa 2006