miércoles, 2 de enero de 2008

Los personajes de la Divina Comedia de un dia en Roma!


Un mes!!! Más bien, más de un mes... Esa es la cantidad de tiempo que he tenido sin viajar y ya me siento como león enjaulado en las pueblerinas calles de mi bello San Salvador! Y pensaran que soy un exagerado, pero para alguien cuya pasión es ver y describir lo que está pasando en el mundo, estar encerrado demasiado tiempo no es saludable, y sobre todo para la mente creativa de este su humilde escritor.

Claro, en un mes siento que ya tengo músculos definidos nuevamente, ya la grasa bajó a niveles aceptables y me hice aún más cliente de Mai Thai que antes. Me embarqué además en un proyecto de relaciones públicas para que la comunidad de gente soltera en sus treintas tenga la oportunidad de hacer nuevas amistades y expandir círculos, tratando de proyectar conceptos medio cosmopólitas para suplir la ausencia de viajes... (y si son muy curiosos, pues entren a mi blog y ahí verán la invitación y las fotos de nuestro primer magno evento en un lugar público).
Pero como el cambiante y exigente mundo corporativo es el que me mantiene ese estilo de vida “bohemio”, pues ya la próxima semana tengo que partir hacia tierras del Sur para seguir el proceso de negociación que incluyó la visita a Roma como parte de su evaluación de nuestra empresa (y de todas formas, todos los caminos llevan a Roma, no?) Roma me dió la oportunidad de mostrar una faceta más de mi vida personal y aplicarla a la profesional... Pude ser guía de turistas para mis buenos clientes durante un día entero en Roma.

Pero cómo? Un miércoles paseando en Roma? No qué ibas de viaje de trabajo? Si!!! Pero con tanta buena suerte para todos, que los clientes ya estaban en Europa evalúando a otra empresa y tenían sus boletos comprados para llegar un martes, sin sospechar que al día siguiente era un feriado nacional en Italia, con lo que nos obligaba a comenzar nuestros dos días de reuniones a partir del jueves. Todo el propósito de la visita es que ellos vieran nuestros sistemas funcionando en otra línea aérea y con las oficinas administrativas cerradas por el feriado, pues no había mucho que hacer... Y de ahí surgió la idea... Aprovechar el día para hacer nuestro propio “Roman Holiday”, y no pagándoles un tour, si no guíandolos por los diversos monumentos de una forma más personal... Porqué no? Por lo menos a Lisa, nuestra excelente coordinadora de Relaciones Públicas, le encantó la idea. Lisa era enviada especial de nuestra Casa Matriz en Texas para ayudarnos con toda la logística del evento...

Lisa es ese tipo de mujer que llama la atención. Alta, delgada, buen cuerpo, rubia, inteligente, simpática.... Y es abuela!!! Es una mujer hecha y derecha en sus cuarentas. Pero lo más importante... Es una profesional de primer orden.... Y el jefe del jefe la había enviado a complementar nuestra misión, pues con Lisa a la par el margen de error de la logística es mínimo. Eso sí, por ser una mujer tan llamativa, su llegada a Roma fue explosiva, sobre todo con las hormonas latinas tan alborotadas que tienen los hombres italianos... Su bienvenida a Italia fue en el Aeropuerto de Fiumiccino cuando el oficial de migración le ofreció matrimonio revisándole el pasaporte! Luego al taxi del Aeropuerto al Hotel le tomó una hora transportarla entre ambos puntos, trayecto que normalmente se hacía en cuestión de 20 minutos, ya que el tipo la anduvo dando vueltas en círculos, y ella únicamente entendía que el italiano le decía “Miss California” (a lo que Lisa muy ingenua le respondía que era de Texas). Lo interesante es que cuando finalmente le dejó en el hotel, le cobró la carrera normal desde el Aeropuerto (20 Euros) y no lo que le marcaba el taxímetro. Claro, una mujer así en el grupo de trabajo tiene sus ventajas, pues nos aseguramos un excelente servicio en los restaurantes en Roma, pero también tiene sus desventajas, ya que teníamos que estar pendientes que no se la fueran a raptar.

Además de Lisa, tenemos también a Ian en esta obra de teatro corporativa, que entra en la escena como un tercer componente humano y probablemente el más crucial, pues fue quien comenzara todo este proceso de negociación. Es el personaje en que el cliente confía más pues es a quien conocen más. Y además no solo es un personaje... Es el personaje.... Conozco a Ian desde 1996, y puedo admitir a ciencia cierta que es un ciudadano del mundo al 100%.....Primero que nada, nació en San Pedro Sula, Honduras (jodido!), pero de pasaporte chileno por la ciudadanía de sus padres; creció en Ciudad de Panamá; ha vivido en México, Bogotá, Rio y Miami, además de tener una encantadora esposa colombiana (Ximena) con quien tiene dos niñas (sin contar un hijo brasileño más grande de su primer matrimonio). Y aunque radica en Santiago, su acento es una mezcla extraña de acentos y dichos, lo cual asegura que su interlocutor nunca sabrá de qué parte de Latinoamérica es (Ian hubiera estado perfecto para aquel personaje que salía en las carrozas de TACA al que le decían “El Paisano”, sin menospreciar a Juansa por supuesto).

Para describir la personalidad de Ian, tendría que remontarme al apodo que tenía en las reuniones de la División de América Latina en los noventas: “The Energizer Bunny”! El tipo es incansable! Así que además de repartirnos el trabajo para las reuniones, le encomendé que para nuestro “Roman Holiday”, en lo que Lisa planificaba detalles y yo le hacía de guía de turistas, pues él mantendría a los clientes activos durante el recorrido, reforzando nuestro mensaje de empresa de las formas más creativas posibles! Gracias a Ian logramos mantener los niveles de energía altos durante todo el viaje! Además era el primer viaje de Ian a Italia, así que su entusiasmo era contagiante!

La comedia italiana no estaría completa sin su elemento principal: nuestros clientes, de los cuales no entraré en detalles pues no terminaríamos nunca en describirlos, pero puedo resumirles que son todos profesionales de la industria aérea entre sus treintas y cuarentas, hombres y mujeres, cuya última parada en su viaje de trabajo por Europa era Roma, por lo que ya estaban muy cansados y el aspecto de “reality show” entre ellos era inminente después de convivir juntos todo el día y la noche durante un poco más de dos semanas! Definitivamente el día feriado en Roma fue un regalo de Dios para ellos en medio del stress del trabajo.

Todos juntos tomaríamos un autobus rentado para vivir nuestra experiencia corporativa de un día en Roma... Lo que yo no tomé nunca en cuenta es que mi mamá y Mabel se nos unirían en la caminata. Mi idea es que abordaran el mismo bus y que ellas irían a otros lados por su cuenta, pero el día anterior, cuando yo las mandé a visitar los Museos Vaticanos en lo que yo me reunía con el Director de Tecnología de la aerolínea italiana, pus tuvieron un incidente y andaban muy nerviosas. Recuerdo que regresaron esa tarde, después de visitar la maravillosa Capilla Sixtina, y entraron en la habitación del hotel, donde yo me encontraba trabajando en algunos documentos, y les pregunté: “Hey! Qué tal les fué?... A lo que Mabel contestó: “Mal”!!!!!

Qué pasó?????
Si recuerdan el primer día de nuestra estadía en Roma, a las señoras les dije: “quítense esas cosas pues eso es para atraer ladrones”, refiriéndome por supuesto a los sendos canguros que llevaban colgados de la cintura... Y claro, así fue... A Mabel le abrieron el canguro y le sacaron como 400 Euros! Y todo esto en el bus que tomaron desde la Basílica de San Pedro a la Piazza Venezia. Por suerte tenía más dinero guardado y escondido, pero aún así quedaron sumamente nerviosas (en Roma hay que andar con los ojos puestos en todas partes, con la mano tocando la billetera permanentemente y sin aparentar ser un turista, pues ahí lo lleva a uno Judas!). Lo interesante del caso es que siguieron sacando los canguros, aunque ya sin nada que les pudiesen robar y se los abrieron por lo menos en tres ocasiones más, sobre todo en el Metro y en lugares muy concurridos de gente.... Además se encontraron tirada una cartera de mujer, con todos los documentos de una turista francesa, y obviamente sin nada de dinero, todo muy cerca de Piazza Venezia. “Probablemente la misma china ladrona del bus” fueron las palabras de Mabel al encontrar ese bolso, el cual le entregaron a los carabinieri (la policía italiana) por si su dueña acudía a la estación para poner la denuncia.

Así que ahora visualicen un busito alegre, saliendo a las 9 de la mañana en punto, en un día feriado en Roma, con un total de diez clientes, tres ejecutivos de mi empresa y dos parientes! El número mágico de 15 personas! Tenía mi propio grupo de turistas para desarrollar mis habilidades de guía!...

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