viernes, 29 de junio de 2007

Viaje a San Francisco - tercera entrega



Saludos desde Cartagena de Indias, Colombia! Vine a pasar unos dias de vacaciones y hay muchas experiencias interesantes que contarles, y que me he sentido tentado a no continuar el relato a San Francisco, pero lo prometido es deuda… Una prima de Emma Mayorga me dijo que deje mi corazon en San Francisco, pero realmente ando mi corazon conmigo… Dejo mi corazon en todas partes! Que facil soy! Jajajaja!
Hay momentos en la vida que no llevar un rumbo planificado nos puede traer muchas sorpresas agradables… La espontaneidad es algo que puede ser muy gratificante sobre todo si se utiliza para rescatar parte de un viaje. Claro, se tiene un plan, una guía, pero no necesariamente se sabe qué experiencias de vida se podrán tener en cada momento.
San Francisco, California, de una forma u otra ha estado muy ligado a mi familia. Yo fui de niño, luego de joven casi recién casado, y ahora, aún joven aunque en teoría más maduro. Cada viaje ha sido diferente. Mis padres vivieron en San Francisco, mis hermanos vivieron de pequeños en San Francisco y además tengo parientes y amigos en el área de la Bahía… Desconozco cual es la comunidad salvadoreña en la zona, pero me parece que es grande… Y no es la misma migración que se dio durante la guerra civil de El Salvador… Más bien fue una migración que se dio en los cuarentas y cincuentas… Es una comunidad ya sumamente establecida e integrada a la sociedad estadounidense.
De pequeño recuerdo que llegaban batallones de parientes y amigos de mis papás a hospedarse a la casa. Era una casa de 3 pisos (creo que ya no las hacen) en la Colonia Layco, muy cerca de la Ex Embajada Americana en San Salvador. Recuerdo que durante todo el año había una combinación extraña de padres, hijos adolescentes, niños, pupilos, visitantes, servicio doméstico (cuando se estilaba tener dos o tres empleadas) y por supuesto, muchas visitas que iban y venían. Era tanta la confianza que se tenían, que a veces ni avisaban con anticipación que iban a llegar, sencillamente llegaban (claro, hasta que en una ocasión mis papás se fueron de viaje a San Francisco a la casa de sus compadres, solo para encontrar que sus compadres estaban de viaje en San Salvador en la casa de mis papás!) Era obvio que tendría que hacer las respectivas visitas a amigos y parientes durante mi viaje…

Pero el factor movilidad, sumado a las actividades de la conferencia, no me permitió coordinar con ellos para poder visitarlos. Logré hablar con mi tío Freddy, hermano de mi mamá y quedamos en almorzar el último día de mi estancia… Mi tío llegaría a Sausalito y de ahí veríamos que podíamos almorzar. Tenía como 20 años de no ver a mi tío, así que estaba muy contento de verlo… Pero claro, al que llega se le olvida que el local tiene su vida organizada y actividades del día a día… Y mi tío me tuvo que cancelar. Ya no podríamos reunirnos… Aunque lamentaba no poder verlo, comprendí que tenía unas citas médicas a las cuales no podía faltar pues tiene un problema en la espalda… Además me di cuenta que me quedaría atrapado en Sausalito, donde a pesar de ser tan encantador, no había absolutamente nada que hacer!


La conferencia terminaba a las 12:30 del mediodía del jueves y tenía hasta el viernes por la noche para hacer algo por la ciudad… No me podía quedar en Sausalito! Eso estaba completamente fuera de mi visión de estar en una ciudad! Si se vive en San Salvador, ya de por si un pueblo grande (o una ciudad pequeña, depende del punto de vista de cada quien) , Si se vive en San Salvador, definitivamente se tiene que ir a la ciudad! Cuando mi tío Freddy me canceló, mi opción era tomar el ferry de Sausalito a San Francisco! Toma solo 40 minutos y es un viaje precioso. Lo hice con mi gente de oficina y vimos el Golden Gate al atardecer… Pero, tenía que hacer check-out del hotel, dejar mis maletas guardadas y luego regresar corriendo a traerlas para salir al Aeropuerto. Me parecía una opción muy complicada! Ademas no me quería quedar “descansando” en Sausalito! Para eso descanso en San Salvador!
La conferencia terminó al mediodía y no tenia ningún plan alternativo de lo que iba a hacer. Por un momento traté de conectarme a Internet para revisar mi correo electrónico de trabajo… Bueno, realmente no fue un momento…Intenté la conexión wireless por hora y media y no funcionaba para nada… Casi toda la semana había estado en Sausalito y la conexión funcionaba muy bien. Pero ese día las fuerzas del Universo estaban confabulando para que no revisara lo que estaba pasando en el mundo corporativo. Tuve paciencia. Después de hora y media me dí cuenta que estaba desperdiciando el tiempo, y me dije… Me quedo acá o me voy a rentar un carro? Pero adonde? Y entonces algo me impulsó a bajar al lobby del hotel y ver como me podía ir al Aeropuerto para buscar un carro… Sabía que había mucha gente haciendo check-out y tal vez podría tomar ventaja de alguien que fuera al Aeropuerto en un taxi, en un carro rentado…

La verdad no me quería quedar encerrado… Y a los dos minutos de estar en el lobby, aparecieron los europeos… El gerente de División para Europa, un londinense de nombre Hamish (que me recordaba mucho a Austin Powers por sus lentes y su forma de ser) y sus Directores de Cuentas: una inglesa morena llamada Saroya y dos italianos, uno llamado Guissepe y la otra Antonella… Les expliqué mi situación y muy amablemente accedieron a que me fuera en su taxi al Aeropuerto! Como cosa curiosa, al subirnos al taxi, Hamish le dijo al taxista, muy correctamente como buen inglés: “Mister Taxi Driver, can you please make a stop at this location where you can see the Golden Gate Bridge on the road to the Airport?” (“Señor Taxista, podría usted por favor hacer una parada en este lugar camino al Aeropuerto donde se puede ver el Golden Gate Bridge?”). Siempre había querido conocer ese lugar y de pura casualidad ahí estaba con los europeos, haciendo una parada técnica para fotos! No estoy seguro si el lugar se llama “Vista Point” pero saliendo de Sausalito, hay una colina desde donde hay una vista impresionante del Puente… Se ve tan cerca que casi se puede tocar. Es un conjunto visual estupendo, con mucha armonía entre la naturaleza del lugar y una construcción netamente humana. Fue una parada corta… Por supuesto, el taxímetro seguía corriendo y ellos tenían que tomar un avión.

Al llegar al Aeropuerto, sin dirección fija, comencé a buscar las diversas compañías de alquiler de automóviles para ver que me salía mejor. En California no existe una opción barata. Además estaba rentando un jueves a las tres de la tarde, para devolverlo un viernes a las diez de la noche. Fuera como fuera me iban a cobrar dos días. Terminé rentando un auto en Thrifty, probablemente porque era el que tenía una cola más corta para verificar tarifas… Si, salió caro, no en exceso, pero no barato… Pero era eso o quedarme encerrado…

Así salí del Aeropuerto de San Francisco en un auto rentado poco memorable, y gracias a Dios mi ubicación espacial es muy buena, así que no me costó encontrar el camino hacia Sausalito. Y fue cruzando el Golden Gate Bridge, después de muchos años, que encontré el sentido de los anuncios de Master Card…Alquiler de auto… XX cantidad, estacionamientos en la ciudad… XX cantidad, gasolina… XX cantidad… Pasar el Golden Gate Bridge manejando: No tiene precio… Sentí una sensación de libertad sumamente grata. Y no solamente pasé el puente una vez: fueron cuatro veces en total! Por el momento, tendré que dejar mi relato de San Francisco…

Cartagena me ha dado muchas buenas experiencias y tendré que comenzar los relatos de Colombia la próxima semana. Espero estén pasando lo mejor en Semana Santa!

1 comentario:

Christian Guevara dijo...

Bueno, Walter, ya estamos conectados y compartimos muchos intereses comunes. Segui adelante con tu prpyecto blog porque me parece interesante...

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