jueves, 20 de enero de 2011

Mini Sabatico 2011

Después de un largo período de ausencia, he decidido retomar mis escritos en la forma más cibernética posible: a través de mí abandonado blog. Mi viaje sabático lo podrán seguir los que quieran, leyendo mis ideas y pensamientos más profundos, así como impresiones de viaje en esta especie de diario público.

Después de abandonar el mundo corporativo para emprender mis negocios propios decidí que lo más saludable para encontrarme a mí mismo era realizar un viaje de un par de meses. Hubiese querido tomarme un año completo, pero la realidad es que tengo que montar un negocio a mi regreso el cual me genere ingresos. Tomé una decisión compleja pero la correcta para mi vida: ya no quiero ser empleado de nadie. Ya no quiero entrevistarme para un trabajo, sino más bien ser yo el que entreviste a mis potenciales empleados.

El mundo corporativo me llenó de satisfacciones durante muchos años, pero la verdad es que de empleado de lujo no iba a pasar. El título de Director de Cuentas se escucha medio rimbombante, pero al final uno es un gato más dentro de la carrera de ratas, donde todo es facturar, vender, producir, generar dinero… Todo esto está bien… Pero es generar dinero para otros, no para uno mismo y no muchas veces haciendo lo que a uno le gusta.

Claro que 21 años en una corporación de la industria de viajes me mal acostumbró al esencial encanto de viajar y descubrir el mundo, así que cual podría ser la extrañeza de que antes de mi metamorfosis a empresario quisiera tomar mi maleta y cruzar océanos, valles y montañas dentro de la constante exploración personal interna. Un viaje de auto-exploración. ¿Por qué no? Soy fiel creyente de que la mejor forma de observarse uno mismo es lejos del entorno cotidiano. Muchos pensarán que estoy haciendo este viaje por turismo y en parte es cierto, pero el principal propósito es tener un entorno natural y urbano lejos de mi casa y de mi gente, así como de las obligaciones diarias y oficios domésticos, para que la concentración y la creatividad puedan fluir, recuperando esa musa que otrora se marchara. Quiero recuperar mi alegría por vivir y mi creatividad, que en algún momento quedaron de lado cuando me hundí en el alcohol y la depresión. Quiero regresar renovado y ser un nuevo Walter listo para la nueva etapa de mi vida. Nada pasa por casualidad.
¿A dónde voy a todas estas? Me estuve debatiendo por semanas si iba al Norte o al Sur, a Europa en invierno o a Sur América en verano, pero circunstancias de la vida me hicieron decidir por cruzar el charco nuevamente. En parte mi amiga Lara en Italia influyó mucho en la decisión, pues me preguntó que si quería pasar una temporada con ellos aprovechando que iba a tener algo de tiempo para hacerlo. Lo irónico de todo es que Lara, durante la Navidad del 2009 cuando la visité en Milán y Génova, me había dicho muy coloquialmente “la próxima vez Sr, Avila, por favor venga en verano a Italia que está cañón atenderlo con estos -7C de temperatura”. La lengua castiga, así que heme acá en un avión con destino al invierno europeo y a visitar a Lara y a su novio con abrigos y bufandas en mano.

Ya que Lara me ofrecía regresar a visitarla en invierno, tomé un mapa y me puse a decidir que ruta lógica tomar para conocer nuevos lugares y visitar amigos al mismo tiempo, quienes me pudiesen dar hospedaje por unos días, pero al mismo tiempo con quienes pudiese conversar viendo la vida desde otras perspectivas y experiencias.
Fue así como terminé con el siguiente itinerario de viaje, el cual no creo que haya sido creado por casualidades de la vida: Washington DC, Barcelona, Lanzarote (Islas Canarias), Costa Brava española, Valencia, Sesto Calende (a orillas del Lago Maggiore, ahí es donde vive Lara), Stressa, Como, Milán, Bologna, Zermatt (Suiza, donde está el Matternhorn), Venecia (una semana antes de su famoso Carnaval), Innsbruck (en el propio Tirol austríaco), Vienna, Bratislava (Eslovaquia), Budapest (Hungría) y Nueva York. Es un viaje de prácticamente dos meses (59 días, por un día no nos vamos a pelear), muchos lugares, diversos medios de transporte y mucho contacto con la naturaleza y las artes. Este viaje tiene un propósito y es una exploración interna. El blog no es más que un desahogo de ideas para compartir al verdadero Walter, el que existe más allá de las fiestas y los martinis, las cuales deben quedar relegadas a segundo plano durante el recorrido para dar paso a una búsqueda personal más profunda. ¿Me acompañan en esta búsqueda?

Que Dios me guie e ilumine mi camino, y me los bendiga a todos!

Saludos desde un avión de TACA con destino a Washington DC, sobrevolando algún lugar del Estado de Georgia y con una luna preciosa de compañera de viaje en mi ventana, Pollo Campero en el asiento de al lado para recordar que mi tierra me acompaña, escuchando Celtic Woman en iTunes y entre intervalos de lectura de “YO”, la autobiografía de Ricky Martin, quien comparte con nosotros su exploración personal por lo cual consideré como material de lectura adecuado para el viaje.

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