Alguna vez han tratado de escribir y tienen como una especie de bloqueo mental? Dónde las ideas no fluyen como uno quisiera? Eso es exactamente lo que me está pasando con China! Y creo que no solo con China, si no con mis escritos en general! Durante el mes de febrero no pude escribir nada pues no tenía nada de inspiración. La musa me ha abandonado me imagino!
No tienen idea de lo que me está costando sentarme y hablar del tópico, pero no quiero tirar la toalla, pues tengo un compromiso moral con mis lectores y es el de narrar lo que ví y viví, en lo que será la nueva potencia mundial en el 2050. Quiero transmitir mis impresiones de una China milenaria pero incipiente en los mercados globalizados, donde Oriente y Occidente chocan en un constante baile de culturas!
Shanghai no me fue tan díficil describirlo. Es una ciudad cosmopólita y multi-cultural.
Pasar al tópico de Beijing es que me está costando neuronas. Por eso he decidido dejar de lado la filosofía de la calle por un rato e ir al grano en mis próximas ediciones, pero es la forma radical de completar una historia que ya tiene demasiados meses invertidos en el proceso de producción!
Para escribir de Beijing tengo que hablar del caracter de la ciudad, para lo cual la tendré que comparar con su hermana costeña.... Shanghai es una ciudad relativamente jóven, donde los occidentales jugaron un papel muy fuerte dentro de la formación de la ciudad.
Beijing en cambio, es una ciudad milenaria, cuya fundación oficial es incierta y donde se fundó la vida cultural y política de la China Imperial.
Pekín! Beijing! Recuerdo cuando estaba niño, escuchar el nombre de Pekín me hacía la alusión a un lugar sumamente exótico. Y lo es. Pero tal vez con lo que no me esperaba encontrar era con una ciudad al estilo de Dallas/Forth Worth, Texas!!! Probablemente estoy siendo demasiado estricto con mi veredicto, pero si les he de comparar Shanghai con Nueva York, es justo y necesario que les de mis honestas impresiones de Beijing.
Me recordó mucho al Metroplex de Dallas y sus vecindades, probablemente por ser una ciudad plana, con cientos de calles interminables en línea recta, a cuyos lados se levantan edificios de ocho o nueve pisos de altura máxima. Además con el mismo carácter conservador y aburrido de la ciudad texana. Esto es China en su máxima expresión!! Con sus ideas políticas de comunismo capitalista, que más bien son una especie de “ el Estado soy Yo” moderno.
Lo tradicional se mezcla con las funcionales construcciones de la era comunista, que a su vez se mezclan con las nuevas maravillas arquitectónicas que se están construyendo por toda la ciudad, con el único propósito de dar una imagen de modernidad al mundo cuando se celebren las Olímpiadas este verano. El mejor ejemplo es la Plaza Tian’anmen, donde convive la Ciudad Prohibida, con su cargada ornamentación, con la Asamblea Nacional y el Museo de la Revolución, estructuras sumamente utilitarias, sin nada de decoración, donde a la par encontramos además al nuevo Teatro Nacional de las Artes, conocido con el apodo de “El Huevo” por su forma ovoide, el cual parece surgir de las aguas de su propio lago artificial. Esa mezcla de estilos nos refleja una crisis de identidad muy fuerte en la ciudad. Es como una señora de sociedad, a quien le quitaron los bienes en algún momento, pero a la que ahora le tratan de adornar el vestido de forma más o menos forzada cuando ya se había acostumbrado a la sobriedad!!
De hecho, la ciudad tiene un aire de completa remodelación en su carrera preparatoria hacia las Olimpíadas, ya que hoteles, edificios, centros comerciales e instalaciones deportivas se construyen de forma virtiginosa, cambiando muchos de los aspectos tradicionales de la ciudad. Por ejemplo, en los alrededores de Tian’anmen, se encuentra la mayor concentración de barrios residenciales antiguos (llamados localmente “hutongs”), los cuales poco a poco van desapareciendo para darle paso “al desarrollo urbano arquitectónico”. Algo que me sorprendió, la primera noche en la ciudad, cuando buscábamos un restaurante del famoso “Pato Pekín” fue que cuadras enteras de un hutong habían desaparecido del mapa (mi guía era publicada a finales del 2006, así que no había pasado ni un año), y en su lugar encontrábamos gigantescas vallas rodeando un enorme área, donde se anunciaba la próxima apertura de una especie de Centro de Estilo de Vida con tiendas de moda, bares y restaurantes, como una especie de copia del Xintiandi de Shanghai. Esa si es globalización en su máxima expresión!
Pero no todo es color de hormiga, pues las verdaderas nuevas joyas de la ciudad son las impresionantes estructuras que se construyen para las Olimpíadas: el Estadio Nacional (conocido como el “Bird’s Nest” por su parecido con un nido de pájaro), el Centro Nacional de Natación (El Cubo de Agua), el nuevo edificio del China Central Television y por supuesto el Gran Teatro Nacional “El Huevo”. Las cuatro cosntrucciones innovadoras y definitivamente visualmente únicas a niveles internacionales.
Tomemos el ejemplo del Bird’s Nest: Está diseñado por la firma suiza de arquitectura Herzog and De Meuron, conjuntamente con el Instituto de Diseño de Arquitectura de China, y cuenta con una capacidad para 100,000 espectadores. Este será el principal escenario deportivo de las Olimpíadas y está conformado por una enmarañada red de concreto y metal que da la impresión de un nido de pájaros si se le ve a la distancia (que fue como lo conocimos, a la carrera, desde nuestro taxi contratado con destino hacia la Gran Muralla China, y donde el taxista nos los señaló diciendo la palabra “Olympics”).
No voy a entrar en detalle acerca de las demás estructuras, pero si quieren más información acerca de estas nuevas construcciones en Beijing, pueden encontrar mayor información en: http://www.china.org.cn/english/2004/Jan/84895.htm
No tienen idea de lo que me está costando sentarme y hablar del tópico, pero no quiero tirar la toalla, pues tengo un compromiso moral con mis lectores y es el de narrar lo que ví y viví, en lo que será la nueva potencia mundial en el 2050. Quiero transmitir mis impresiones de una China milenaria pero incipiente en los mercados globalizados, donde Oriente y Occidente chocan en un constante baile de culturas!
Shanghai no me fue tan díficil describirlo. Es una ciudad cosmopólita y multi-cultural.
Pasar al tópico de Beijing es que me está costando neuronas. Por eso he decidido dejar de lado la filosofía de la calle por un rato e ir al grano en mis próximas ediciones, pero es la forma radical de completar una historia que ya tiene demasiados meses invertidos en el proceso de producción!
Para escribir de Beijing tengo que hablar del caracter de la ciudad, para lo cual la tendré que comparar con su hermana costeña.... Shanghai es una ciudad relativamente jóven, donde los occidentales jugaron un papel muy fuerte dentro de la formación de la ciudad.
Beijing en cambio, es una ciudad milenaria, cuya fundación oficial es incierta y donde se fundó la vida cultural y política de la China Imperial.
Pekín! Beijing! Recuerdo cuando estaba niño, escuchar el nombre de Pekín me hacía la alusión a un lugar sumamente exótico. Y lo es. Pero tal vez con lo que no me esperaba encontrar era con una ciudad al estilo de Dallas/Forth Worth, Texas!!! Probablemente estoy siendo demasiado estricto con mi veredicto, pero si les he de comparar Shanghai con Nueva York, es justo y necesario que les de mis honestas impresiones de Beijing.
Me recordó mucho al Metroplex de Dallas y sus vecindades, probablemente por ser una ciudad plana, con cientos de calles interminables en línea recta, a cuyos lados se levantan edificios de ocho o nueve pisos de altura máxima. Además con el mismo carácter conservador y aburrido de la ciudad texana. Esto es China en su máxima expresión!! Con sus ideas políticas de comunismo capitalista, que más bien son una especie de “ el Estado soy Yo” moderno.
Lo tradicional se mezcla con las funcionales construcciones de la era comunista, que a su vez se mezclan con las nuevas maravillas arquitectónicas que se están construyendo por toda la ciudad, con el único propósito de dar una imagen de modernidad al mundo cuando se celebren las Olímpiadas este verano. El mejor ejemplo es la Plaza Tian’anmen, donde convive la Ciudad Prohibida, con su cargada ornamentación, con la Asamblea Nacional y el Museo de la Revolución, estructuras sumamente utilitarias, sin nada de decoración, donde a la par encontramos además al nuevo Teatro Nacional de las Artes, conocido con el apodo de “El Huevo” por su forma ovoide, el cual parece surgir de las aguas de su propio lago artificial. Esa mezcla de estilos nos refleja una crisis de identidad muy fuerte en la ciudad. Es como una señora de sociedad, a quien le quitaron los bienes en algún momento, pero a la que ahora le tratan de adornar el vestido de forma más o menos forzada cuando ya se había acostumbrado a la sobriedad!!
De hecho, la ciudad tiene un aire de completa remodelación en su carrera preparatoria hacia las Olimpíadas, ya que hoteles, edificios, centros comerciales e instalaciones deportivas se construyen de forma virtiginosa, cambiando muchos de los aspectos tradicionales de la ciudad. Por ejemplo, en los alrededores de Tian’anmen, se encuentra la mayor concentración de barrios residenciales antiguos (llamados localmente “hutongs”), los cuales poco a poco van desapareciendo para darle paso “al desarrollo urbano arquitectónico”. Algo que me sorprendió, la primera noche en la ciudad, cuando buscábamos un restaurante del famoso “Pato Pekín” fue que cuadras enteras de un hutong habían desaparecido del mapa (mi guía era publicada a finales del 2006, así que no había pasado ni un año), y en su lugar encontrábamos gigantescas vallas rodeando un enorme área, donde se anunciaba la próxima apertura de una especie de Centro de Estilo de Vida con tiendas de moda, bares y restaurantes, como una especie de copia del Xintiandi de Shanghai. Esa si es globalización en su máxima expresión!
Pero no todo es color de hormiga, pues las verdaderas nuevas joyas de la ciudad son las impresionantes estructuras que se construyen para las Olimpíadas: el Estadio Nacional (conocido como el “Bird’s Nest” por su parecido con un nido de pájaro), el Centro Nacional de Natación (El Cubo de Agua), el nuevo edificio del China Central Television y por supuesto el Gran Teatro Nacional “El Huevo”. Las cuatro cosntrucciones innovadoras y definitivamente visualmente únicas a niveles internacionales.
Tomemos el ejemplo del Bird’s Nest: Está diseñado por la firma suiza de arquitectura Herzog and De Meuron, conjuntamente con el Instituto de Diseño de Arquitectura de China, y cuenta con una capacidad para 100,000 espectadores. Este será el principal escenario deportivo de las Olimpíadas y está conformado por una enmarañada red de concreto y metal que da la impresión de un nido de pájaros si se le ve a la distancia (que fue como lo conocimos, a la carrera, desde nuestro taxi contratado con destino hacia la Gran Muralla China, y donde el taxista nos los señaló diciendo la palabra “Olympics”).
No voy a entrar en detalle acerca de las demás estructuras, pero si quieren más información acerca de estas nuevas construcciones en Beijing, pueden encontrar mayor información en: http://www.china.org.cn/english/2004/Jan/84895.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario