martes, 26 de febrero de 2008

Crucero Fiesta por la Bahia de Panama



En aquel atardecer llegó el momento para Andrés de salir hacia el Aeropuerto a buscar a su gran amigo Luis, otro salvadoreño amigote que llegaba a invadir el apartamento de los recién casados durante el fin de semana!! Así que ese tiempo de ausencia de su esposo lo aprovechó Geraldine para torturarme (bromas!) con el video de su boda, en represalia a Andrés que ya me había torturado durante la primera noche con todas las fotos de la boda.... Y me tengo que quitar el sombrero con los creadores de dichos recuerdos! Andrés y Juan Jorge son unos amigos que entre múltiples negocios se dedican a capturar bodas y similares, y a quienes recomendé con Geraldine para la boda, la cual quedó muy impresionada con su portafolio e inmediatamente los contrató para cubrir tan magno evento. No he visto calidad de tal magnitud nunca antes en mi vida y el video es como una obra de arte! Si saben de alguien que se case, pues se los recomiendo a ojos cerrados!

Y a todas estas, Luis llegó. Sinceramente no recordaba a Luis a pesar de ser uno de los mejores amigos de Andrés, y pues lo reconocí porque Geraldine justo me lo había mostrado en el video de la boda. Luis es un personaje netamente salvadoreño, algo gordito por la cerveza y el pan dulce (ya que además es dueño de panaderías) y con un aire de despreocupación que se acentuaba con una camisa hawaiiana que había utilizado para la ocasión. Tipo muy simpático, alegro la noche de los esposos y la mía propia con sus diversos comentarios tan autóctonos de nuestra tierra.

Además Luis había llegado a tiempo para unirse a nuestra travesía nocturna por las aguas panameñas. Geraldine estaba buscando un paseo adecuado para tener interesantes recuerdos y hacer algo diferente a la típica cena/copas. Fue así como descubrió un “buque-fiesta”, que salía desde un embarcadero en el Causeway (un puente largísimo al estilo de Key West, construído por los estadounidenses durante su época de control del canal de Panamá para unir 4 islas del Pacífico panameño). El barco daba una vuelta a la bahía, navegando bajo el Puente de las Américas para acercarse a los muelles del Canal de Panamá y a toda la operación naviera del sector! Ya José Díaz se había encargado el año anterior de llevarme a las Esclusas de Miraflores, donde tuve la oportunidad de ver a uno de los Princess Cruises (sí, El Crucero del Amor) haciendo su paso completo por el canal, así que navegar por esas aguas era algo que hasta el momento no había hecho! Y no teníamos que hacer ningún tipo de reservación, solo presentarnos a las 9:00 de la noche al lugar señalado!

El barco zarpaba a las 9:30PM, y después de almorzar toda esa increible cantidad de pasta mediterránea en las horas postreras de la tarde, pues nadie pensaba en cena (únicamente Luis como recién llegado y quien devoró parte de lo que había sobrado de mi suculento platillo con un enorme apetito), así que nos desplazamos hacia el Causeway para buscar el sitio de embarque, enfrente del Restaurante Alberto’s en Flamenco, Amador... Claro! Llegamos a la zona y hay cientos de naves y buques de todos los tamaños, a lo que Geraldine nos advirtió que no nos fuesemos a emocionar al ver los yates con televisores de pantalla plana y muebles de diseñador que veríamos por ahí, pues nuestro barco no era así! (y a pesar de la advertencia, por supuesto que nos emocionamos al ver los lujosos yates, pero nuestra realidad nos indicaba que por 30 Dólares por cabeza no era mucho lo que podríamos conseguir).

Al llegar al punto de encuentro nos dimos cuenta que no había ningún barco-fiesta programado, pero con suerte Luis había visto en nuestro camino una especie de “chiva-barco” con luces de discoteca iluminando.
Así que regresamos nuestros pasos un par de kilómetros, buscando lo que parecía una discoteca acuática y no nos costó encontrarla siguiendo sus efectos de luces desde la distancia... Pero al llegar nos dijeron que zarpaba hasta las 10 de la noche. Un crucero de tres horas!!!

Nos tocó esperar por lo menos 45 minutos para abordar, tiempo en el cual se fue congregando una cantidad impresionante de personas de todos los géneros y estratos sociales, quienes posteriormente fueron nuestros compañeros de travesía. Si se animan a hacerlo, visiten: http://www.canalandbaytours.com/tours.php

El barco en sí no era el Crucero del Amor, si no más bien un estilo de ferry ruidoso y con una discoteca instalada en su parte superior, donde supuestamente había un “all you can drink” que no incluía cervezas de ningún tipo, con lo cual nos tuvimos que conformar con Seco Herrerano (una especie de aguardiente panameño) con jugo de cranberry (arándanos), lo cual me mantuvo lo suficientemente sobrio toda la noche para tener una noche muy placentera a nuestro regreso.... Durante nuestra espera vimos otro pequeño yate que posiblemente había sido rentado por judíos al juzgar la ventimenta de los cientos de adolescentes con kipá (el gorro judío) que abordaron el barco para una posible celebración de quince años.

La travesía efectivamente duró unas tres horas, y la parte más interesante fue navegar bajo el Puente de las Américas iluminado en todo su esplendor, y la visita a los muelles, donde a la música de la discoteca acuática pudimos ver un par de tipos bailando encima de los contenedores para combatir un poco la monotonía de su trabajo. Después de hora y media la travesía era muy aburrida, por lo menos para los que no habíamos ingerido tantas bebidas alcoholicas, pues era más de lo mismo. Si el crucero se hubiese limitado a dos horas de fiesta probablemente sería como la salida ideal... Pero la pasamos bien viendo el circo de gente desconocida bailando al ritmo de regetones y de la esporádica música electrónica. Obviamente regresamos a tierra sanos y salvos para poder contarles esta historia.

En conclusión, Panamá es una ciudad vibrante, llena de todo lo que cualquier ciudad cosmopólita puede desear y espero con ansias mi regreso en un futuro cercano para poder visitar a mis buenos amigos allá y pasar un par de días con los Martin-Russel o los Miranda-Bullo.

Y bueno, por el momento esta historia llega a su conclusión....

1 comentario:

Anónimo dijo...
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