martes, 24 de julio de 2007

Rumba en el Parque de la 93

En la Pesquera Jaramillo con Sandrita!

Hola. Estoy de regreso en San Salvador y no lo puedo creer! Dos semanas consecutivas en El Salvador!!! Wow! Aunque no me lo crean, es algo importante para mí descansar en mi casa, en mi cama y ver a mi gente, sobre todo que siento que desde mediados de enero no he parado. La verdad no me estoy quejando, solo dándole gracias a Dios que puedo seguir mi rutina por unos días… Me hacía falta mi gimnasio, la comida preparada con mis propias manos y el poder estar en shorts y chanclas a la hora de trabajar!

El domingo quería continuar mi historia de Colombia, aprovechando mi vuelo de regreso de Frankfurt a Miami. Tenía 9 horas en horario diurno y era una excelente oportunidad para manifestarme. Pero, la computadora se me arruinó el último día de mi estancia en Roma. La pantalla de la laptop estaba negra, completamente negra. Yo sabía que encendía pues se escuchaban todos los ruidos propios del inicio de la sesión de Windows, pero no aparecía nada en la pantalla. Traté de encenderla en múltiples ocasiones y nada! La pantalla de mi computadora, había pasado a mejor vida.

Es interesante como uno se vuelve tan dependiente de la tecnología. De un momento a otro me sentí incomunicado del mundo. No Internet, no archivos de trabajo ni archivos personales, y la pantalla de mi computadora completamente negra. Un escenario fatalista. Lo peor de todo era que iba a estar en un vuelo de regreso de Europa a América en Clase Económica por 9 horas sin poder utilizarla. Lo más interesante de todo, es que al llegar a El Salvador, reporté la falla al Departamento técnico de nuestra empresa, quienes abrieron una orden de reparación… Cuando el técnico y yo nos reunimos, y me disponía a darle la demostración de cómo la pantalla de mi computadora no servía, obviamente la computadora encendió sin ningún problema (típico de cuando uno reporta un problema y el técnico está enfrente), haciéndome quedar como el ignorante que no conoce el modo de hibernación de Windows. Aún creo que mi laptop no está del todo bien, pero la tienen en observación y monitoreo para ver si vuelve a fallar. Mientras tanto estoy aprovechando para escribir la historia de Colombia, antes de que vuelva la niña a entrar a la madriguera y dormirse cual oso en invierno.

Martes Santo… Santa Fé de Bogotá. Lluvia a cántaros. 9 Grados centígrados de temperatura. Estómago revuelto por la cena de la noche anterior. Soroche del duro. Pensamientos lentos… Ese era el panorama que tenía esa primera noche en Colombia, y mi mejor consejo cuando lleguen a Bogotá: Descansen temprano la primera noche, no tomen alcohol, no fumen, no coman pesado y no se desvelen…. Claro, que hizo Walter en su primera noche de vacaciones?

Ir con Sandrita a cenar a la Pesquera Jaramillo (http://www.pesquerajaramillo.com/index-e.html), tomarnos una botella de vino chileno reserva (en honor a Ian, mi compañero de trabajo, quien es chileno-hondureño y es quien me enseña de vinos chilenos), fumar media cajetilla de Marlboro Lights y desvelarnos hasta después de la medianoche! Por supuesto que tenían que darnos pesadillas en el hotel con semejante desorden corporal!

Pero bueno, la Pesquera Jaramillo es la Pesquera Jaramillo… Toda una institución en Bogotá, y escogimos el lugar por una importante razón: era el único restaurante que su servidor conocía en la ciudad y que quedaba cerca del hotel.
En mi viaje anterior a Colombia, habíamos ido con Ian y otro compañero de trabajo de la oficina de Dallas a cenar al lugar y me había encantado.
Su especialidad son los mariscos. Recuerdo que comí un pescado con salsa de camarones y frutos del mar que era un manjar de los dioses. Además la Pesquera tiene música en vivo todas las noches, y hay una pareja (hombre y mujer) que cantan de todo un poco, y pareciera que es la radio con los cantantes originales de cada canción de lo bien que sus imitadores entonan sus canciones. Así que tuvimos prácticamente en vivo a Shakira, Amanda Miguel, John Secada, Juanes, entre otros.

Bueno, y no contentos con habernos terminado un tinto chileno, todavía nos fuimos a dar las del zarpe a Bogotá Beer Company (http://www.bogotabeercompany.com/) ubicado también en el Parque de la 93, aunque tienen sucursales por todas partes en la ciudad.
Tienen unas cervezas rubias y otras morenas, que son la tentación…

Más tarde tenía pesadillas acerca de crímenes sin resolver, en lo que Sandrita tenía pesadillas de clientes enojados haciendo reclamos y documentos importantes perdidos.

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