jueves, 22 de noviembre de 2007

De compras por Roma - la cuna de la civilizacion Occidental


Muchos dicen que Roma es cuna de la civilización occidental, aunque la verdad es que copió el modelo griego y lo extendió a través de la cuenca del Mediterráneo, por todo el entonces “mundo conocido”. La gloria del Imperio Romano fue imponer sus costumbres, religión, arquitectura e idioma a muchos pueblos, dejando conceptos que nos llegan hasta la actualidad como lo son el Derecho penal y mercantil, el Senado, los Comicios, entre muchos otros.... Y caminando por el interesante Foro Romano, observando el increíble Panteón, y admirando el majestuoso Coliseo Romano, uno se pregunta... Qué pasó????


Cómo una civilización puede desaparecer así como así? Claro, sirvió de base para muchas cosas, pero del Imperio Romano de los Cesares únicamente quedan ruinas y maleza, que gracias a la conciencia arqueológica de finales del siglo XIX se pudo rescatar lo poco que quedaba y que no había sido reciclado como material de construcción en siglos anteriores. Lo cierto es que Roma (la ciudad) nunca ha vuelto a tener un apogeo como el que experimentó en su momento... Por lo menos político. El único remanente de esa gloria y que también ha perdido impacto mundial es la Santa Sede de la Iglesia Católica Apostólica Romana... Y ante tal declive de poder, a la ciudad y a los romanos no les quedó más remedio que reinventarse; sus habitantes, conscientes de la herencia cultural, política y económica de la ciudad, caminan sus calles con porte y orgullo, conquistando ahora al mundo a través de sus diseñadores, de modas y de interiores. No hay un ciudadano romano mal arreglado: se lucen a sí mismos como una pasarela urbana, con sus mejores galas para uso diario, y sus vitrinas muestran artículos cotidianos adornados con mucha creatividad.


Es fácil para un extranjero sentirse zarrapastroso dentro de la ciudad, y en mi caso era peor pues me iba a reunir con el mundo corporativo romano. Por suerte el Grupo Inditex lleva las últimas tendencias a El Salvador, lo cual me permitió llevar trajes de primavera, zapatos cafés, suéteres rosados, y todo lo necesario para negociar de tú a tú con cualquier profesional de la dolce vita. No iba en plan de compras, pero eso sí, había una compra muy específica que tenía en mente hacer durante nuestra estadía en Roma: aros para hacerme unos anteojos nuevos. Tenía que aprovechar la calidad del diseño que sus orgullosos ciudadanos exigen para seguir exhibiendo el orgullo de su ciudad.


Hace años llegué a la conclusión que si de todas formas tengo que usar lentes, por lo menos que sea algo que enmarque bien mi rostro y que sea de buena calidad. Después de ver en enero a un compañero de trabajo australiano con unos fabulosos aros de Dolce & Gabbana, y tras pasar los 3 años anteriores buscando anteojos nuevos para mi, me dí cuenta que el viaje me brindaba la oportunidad perfecta para ese cambio de “look” que quería para mis permanentes compañeros. Si no los encontraba en Roma, no los iba a encontrar en ninguna parte del mundo. Así que ahí me tienen con Mabel y mi mamà caminando de optica en optica, midiéndome cualquier cantidad de aros, hasta encontrar lo que consideré como los anteojos perfectos, sorpresivamente muy parecidos a mis lentes anteriores: hechos de resina negra, pero más gruesos, en el estilo que Samer hubiese bautizado en algún momento como “mapaches”, por el efecto similar que tienen en el rostro si se comparan con esos animalillos. Opté por un diseño PRADA, en un negocio llamado “Ottica F. La Barbera” (http://www.otticaflabarbera.com/) el cual tenía cualquier cantidad de lentes de todas marcas, precios y tamaños. La marca de los lentes y el hecho que recorrimos media ciudad para encontrarlos, me recordó mucho un viaje a Maui, Hawaii, donde una buena amiga panameña nos hizo andar media isla para encontrar una tienda PRADA y comprarse una carterita miniatura como un auto-regalo innecesario, cosa que le pasé criticando por meses por haber perdido tanto tiempo en su búsqueda! Por eso no hay que criticar, uno no sabe cuando le toca hacer lo mismo. PRADA? Muy bohemio! Ja!


Y lo cierto es que hay cosas que se deben comprar muy en específico en cada ciudad del mundo y en Roma en su lista de compras no deben faltar: artículos de diseñador, sandalias, corbatas de seda, artículos de cuero, vinos y quesos. Si quieren mantenerse del lado barato del espectro, las compras ideales están en Vía del Corso, que comienza en Piazza Venezia (justo donde está el Monumento a Victor Emmanuel II) y termina en la Piazza del Popolo (donde están las iglesias de Santa Maria dei Miracoli y Santa Maria in Montesanto, que son iglesias gemelas, una a la par de la otra). Esta calle es lo que podríamos considerar el puro centro de Roma y si la recorren en su totalidad, existen oportunidades de combinar compras con visita a fuentes y monumentos (Fontana di Trevi, Panteón, Piazza di Spagna) que quedan dentro de los parámetros aceptables de una caminata no fatigante. La optica de mis lentes estaba ubicada en el Centro Comercial Galeria Colonna, justo a la mitad de la caminata que les recomiendo.... Eso es comprar con estilo! No hay nada más delicioso que ver zapatos, chaquetas de cuero, y objetos de moda, o tomar un café, rodeados de obras de arte, vitrales de muchos colores, columnas romanas al estilo corintio y pisos de mármol, donde la gente bonita de la ciudad se concentra para comentar sus quehaceres del día. El centro comercial tiene muchas boutiques locales a precios relativamente accesibles y de calidad insuperable.


Continuando con las compras, si por otro lado lo que buscan es un artículo de una mejor calidad en el espectro y están dispuestos a invertir cantidades obscenas de Euros en un producto que les durará toda la vida, entonces la calle adecuada para ustedes es Vía Condotti, que comienza en Piazza di Spagna y termina en Via del Corso, y donde encontrarán las casas de alta costura italiana como Armani, Bvlgari, Dolce & Gabbana, Prada, Valentino y Versace. Y tengo que admitir que son muy impresionantes los diseños y la calidad de las piezas por lo que observamos en sus escaparates, pero como por el momento el Grupo Inditex decide las tendencias por mi, y aún no he estado interesado en un traje que me dure toda la vida (algo de rigor para cualquier italiano), mi exploración se concentró en Via del Corso y únicamente compré sandalias y camisetas en United Colors of Benetton, cuya Casa Matriz está en Roma, por lo que se pueden encontrar a precios más o menos baratos (aunque con el cambio del momento a 1.48 de Dólar por un Euro, nada es tan barato como parece).

No hay comentarios:

Centro Europa 2006