domingo, 16 de diciembre de 2007

El amor operatico y hollywoodesco


Alguna vez en su vida han sido víctimas del amor operático y hollywoodesco? No? Es ese tipo de amor que se vive en las operas y se ve en las películas... El tipo de amor que tienen de escenario los atardeceres espectaculares en medio de la campiña; las cenas con manteles cuadriculados y velas encendidas; la torre Eiffel con la luna llena al fondo... Es el tipo de amor que no se intercambia teléfonos, si no para encontrarse nuevamente hace una cita en el mirador del Empire State Building o en una estación de tren en Viena un año más tarde... Puedo seguir? Es ese tipo de amor, que atraviesa el Atlántico, o el Pacífico, o el Indico, o los siete mares para reunirse con su complemento y aclarar las cosas. Es el amor que ve el atardecer escuchando opera en las islas griegas al lado del ser adorado... Es el amor que camina las calles de Venecia escuchando “O Sole Mío” en los canales y callejones. Es ese amor que se casa en la Iglesia San Patricio, en San Pedro en Roma o hasta en los falsos canales del “Venetian” en Las Vegas...

Lamentablemente también es el amor al que abandonan, al que la familia o la tragedia les impiden estar juntos, al que la tisis o el destino les juegan jugarretas... Pero no importa, pues también es ese amor que te dice en algún momento “Mira qué bien cabe este cuerpo en esos brazos”... Y si no han experimentado este tipo de amor... No saben de lo que se están perdiendo... Es el tipo de recuerdos que cualquier persona común y corriente puede cultivar a través de los viajes... Y efectivamente, se ve en las películas, pero también lo podemos crear nosotros mismos. Todos tenemos el potencial de ser actores y actrices en nuestras propias vidas, y de nosotros depende que esa poesía operática y ese escenario hollywoodesco quede grabado por siempre en nuestros recuerdos del alma...

Y eso es Roma... Uno de los mejores anfiteatros vivientes para disfrutar y crear nuestra propia película romántica... Caminar por sus calles y ver sus monumentos con gente que uno quiere o ama o adora es como estar dentro de una película. De hecho Lycenia, mi gran amiga del alma (y no es mi novia pues eso sería incestuoso, ya que fue mi hija en una vida pasada, parte de otra historia a contar), dice que las citas más románticas que ha tenido en su vida han sido conmigo, siendo la mitad de ellas en la Bella Italia! Manteles cuadriculados, música de acordeón, vinos espectaculares, sensualidad en el ambiente.... Aunque en esta ocasión era compartir amor de madre e hijo, de amigos, de empresas, y combinarlo con amores propios o ajenos, que han caminado por sus adoquines desde tiempos imperiales. Y si no me creen, compren o alquilen “Roman Holiday” con Audrey Hepburn y Gregory Peck.. La historia de una princesa que se escapa en Roma de su cárcel de oro y de todo el protocolo, para incógnitamente poder recorrer sus calles a su antojo. Les atormentaré con la extra en Youtube:

Estoy más que seguro que mi madre se sentía muy a lo Audrey Hepburn, pasándola de lo lindo en esas calles, y aunque se le veía cansada de tanto caminar, y ya se le cruzaban los idiomas (pues les hablaba inglés o francés a los romanos, sin tomar en cuenta que les sería más fácil entenderla si les hablaba en español), gozó como una niña pequeña y le sacó provecho a lo que la Dolce Vita puede ofrecer, incluyendo una de las experiencias visuales más gratas en la ciudad: “El Panteón”.

La palabra panteón significa “templo de todos los dioses” y en Roma es una estructura de forma circular construída originalmente por Agrippa en el año 25 Antes de Cristo, y reconstruída por Adriano a su forma actual en el año 118 de nuestra era cristiana! El edificio tiene más de dos mil años de existencia!!! Y está intácto!... Ahí es donde me da una curiosidad aún más grande... Porqué el Foro Romano quedó enterrado bajo siglos de indiferencia hasta su rescate a finales de los 1800’s y el Panteón nos muestra su gloria cómo en los tiempos del Imperio? Ni idea de la respuesta! Será a lo mejor por que fue convertido en Iglesia Católica durante la Edad Media? No lo se... Pero sea cual sea la respuesta, el templo sigue en pie, y en el friso del pórtico de la entrada, podemos leer la inscripción en latín “Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) construyó”. Su interior muestra una cúpula semiesférica sobre un tambor circular, y en el centro de la cúpula hay un óculo (ventana redonda) abierto a las inclemencias del tiempo, y que permite la entrada de luz natural durante todo el año. Y no podemos olvidar que este era el templo de todos los dioses romanos, así que la estructura es majestuosa por dentro y por fuera. Encontré el siguiente blog con notas de arquitectura y con un artículo muy completo acerca del Panteón, que a los curiosos o desocupados tal vez les interesará leer:

Lo curioso del lugar, aparte de su antiguedad, es entrar y ver un gran agujero en el techo, donde en nuestras incursiones con Lycenia vimos la pobre tragedia de una paloma que entró al lugar por el óculo, pero que estaba atrapada, pues en su desesperación revoloteaba en círculos dándose con las paredes y no podía salir. El hecho de ser una Iglesia Católica le dió mucho simbolismo a nuestra visión, ya que el halo de luz y la paloma revoloteando podría haber sido tomada como el Espíritu Santo descendiendo sobre nosotros (aunque así como somos de bohemios y pecadores, pues tal vez no lo creo probable). Claro que en la visita con mi madre y Mabel no tuvimos encuentros celestiales, aunque si creo que debe haber solicitado sus famosos tres deseos por entrar a una iglesia por primera vez en su vida...

2 comentarios:

Carlos Zeballos dijo...

Hola!
Gracias por el link a mi blog. Es muy interesante encontrar alguien que comparte la afición por viajar, aunque debo reconocer que tú estás en ventaja pues has estado en mi país y yo aun no he visitado el Salvador.
Espero que algún día se dé la oportunidad.
Un abrazo

alassleves dijo...

la manera en que cada quien describe interiores monumentales es hilarante porque casi todos fracasamos estrepitosamente, como si el edificio se derribara. tú sales tan campante de tal reto, que te hago una reverencia...pero hay una tilde innecesaria...a que no la encuentras...

Centro Europa 2006