lunes, 16 de febrero de 2009

Suzhou N01 Silk Factory

Pero bueno... Ya hace hambre!!! Hora de almorzar dentro de nuestra excursión, para lo cual nos llevaron a un hotel local cuyo nombre olvidé por completo, y donde finalmente interactuamos un poco más con la cónsul y su hija, departiendo la agradable experiencia de un banquete de 11 platillos de comida china regional, la cual debe haber tenido el mismo sabor del resto del continente pues lo único que recuerdo eran los camarones sin pelar (obviamente por la incomodidad de estarlos pelando) y la sandía de postre que estaba muy sabrosa (tal vez por ser el sabor más reconocible). Nuestra plática de mesa se centró en las notables diferencias de la comida china en Occidente y en China! Jeje!

Aparentemente estábamos retrasados en nuestro itinerario, pues Katherine practicamente no nos dejó hacer la sobremesa y nos sacó casi corriendo del restaurante para continuar nuestro recorrido, el cual nos llevó a contemplar algunos de los canales de Suzhou, así como una vista panoramica del famoso Gran Canal. Pero lo más destacado de la tarde fue la visita a la parte mejor conservada de las murallas de la ciudad, incluyendo un puesto de observación con su torre y las puertas de acceso fronterizo entre un condado y otro. Curiosamente por todas partes habían carteles anunciando un festival de finales de verano donde tendrían la interpretación de una batalla con trajes de época dentro del recinto amurallado! Katherine nos explicó que esto lo hacen todos los años para homenajear a sus antepasados y educar a los turistas locales.

A todas estas eran las 3:30 de la tarde, con lo que nos dirigimos a nuestro último punto de la excursión: el Suzhou N01 Silk Factory (http://www.1st-silk.com/ ) donde pudimos observar el proceso completo de manufactura de la seda, lo cual nos llevó a tomar la decisión de no comprar cuando vimos como practicamente queman vivos dentro de sus capullos a los gusanos de seda para poder utilizar el material. Al final del recorrido hay una tienda de departamentos con cualquier cantidad de productos de seda, desde cubrecamas hasta calcetines, blusas, pantalones, corbatas y vestidos, pero con la pequeña desventaja que los patrones utilizados se veían completamente pasados de moda. Lycenia quería comprarse una blusa al estilo oriental, pero entre los exhorbitantes precios de la tienda estatal y el hecho de haber visto la masacre de gusanos, pues más adelante en el viaje consiguió algo muy parecido a mitad de precio y en tela sintética. Lo que si podemos dar fé es que la fábrica tenía facilidades muy limpias y adecuadas para sus trabajadores, aunque Katherine nos indicó que una empleada especializada de este tipo de empresas estatales ganará aproximadamente unos 125 dólares al mes (por algo es que TODO está hecho en China hoy en día!).

No hay comentarios:

Centro Europa 2006