jueves, 24 de febrero de 2011

De Zermatt a Sesto Calende!

Me doy cuenta que no he cumplido mi promesa de actualizar mi blog de forma más constante, pero el trabajo de trotamundos me ha tenido muy entretenido y con la boca abierta de ver tanta maravilla de la naturaleza. Un poco más de un mes ha pasado desde mi salida de El Salvador y todos los problemas y la realidad cotidiana se ven muy, pero muy lejanos. Filosofando anoche con unas Heineken en mano me di cuenta que mi realidad en ese momento se llamaba Suiza y que la otra realidad aún no existe, aunque consciente o inconscientemente retrasé mi regreso por una semana más para poder descansar una semana en New York (¿existirá algo así como descansar en la ciudad que nunca duerme?).

Algo que si estoy seguro en mi día 36 de viaje es que el principal cometido de relajarme mental y emocionalmente se ha cumplido. Mi mente ha estado distraída viendo la naturaleza, probando sabores nuevos y redescubriendo algunos de ellos. He hecho cosas tan cotidianas como ir al supermercado, hacer lavandería en un lugar de esos que tienen lavadoras y secadoras públicas, poner gasolina en auto servicio al carro de Lara y comer y dormir mucho. Creo que nunca había dormido tanto en mi vida como en este viaje. Aparte que he estado alejado de la vida nocturna que tanto me gusta y eso me ha permitido descansar aún más.

Estoy consciente además que no he relatado nada específico acerca de mi viaje más que pensamientos y sentimientos profundos y aquellas grandes filosofadas acerca de la vida y el amor. En este proceso de viaje por el extranjero he tenido también la oportunidad de hacer un viaje interior, el cual me ha permitido ponerme en contacto conmigo mismo, reconectar con mi yo interior, disfrutar al niño que llevo adentro y dejar de preocuparme por el pasado o el futuro, gozando plenamente el presente. Por un momento me pregunté a mi mismo si mejor debería emigrar e irme de El Salvador, y pidiéndole guía e iluminación a Dios, siempre me responde que mi destino está en mi país. Me responde que yo debo llevar el mundo a El Salvador y fomentar una cultura de cambio en la mentalidad, en la forma de ver la vida y nuestro país ante un planeta globalizado. Me doy cuenta que esa es una responsabilidad muy grande, pero poner un negocio sin un propósito social o cultural, con el único objetivo de producir dinero me parece irresponsable en una sociedad que necesita educación, que es lo que hará que los salvadoreños salgamos adelante en el mundo.

En este proceso de auto re-descubrimiento, he reconectado mucho con Dios o con el Universo, como le quieran llamar. Podría decir que he rezado algunas noches y he pedido que me mande luz para ver más claro el camino, aunque mi ex dice que mejor le pida sabiduría para poder interpretar las señales ya que el camino lo tengo clarito. Ella tiene razón. Mis temores más fuertes están relacionados a como llevar a cabo mi idea con lo que tengo en mis manos. Pero como dijo Ricky Martin en su libro “YO”, todo pasa en su momento y este 2011 es mi momento de ser yo mismo y llevar a cabo mis proyectos más anhelados. Darme un pequeño sabático era uno de ellos. Hacer una exhibición de mis fotografías de viajes es otro. Escribir un libro con mis historias de viaje y ver cómo ha cambiado mi percepción del mundo a través de los años es otro. Hacer que la industria del entretenimiento sea algo importante en la vida de los salvadoreños es otro. En fin, quiero aplicar esos veintiún años de trabajar en la industria de viajes en llevar el mundo a mi país para los que no han tenido la oportunidad de salir de él. Creo firmemente que la solución a los problemas de El Salvador no está en irse, si no en trabajar para educar y entretener a la gente en las premisas de una globalización que no podemos ignorar.

Mientras tanto me queda aún un mes de viaje el cual debe servirme como una etapa exploratoria para ver lugares, tomar ideas y llegar a ser lo más productivo posible. He pasado letárgico durante el último mes. Como que el frío me tenía con las ideas congeladas, así que anoche decidí explorar la vida nocturna de Zermatt, encontrándome con un Club de Jazz que llenó muchas de mis expectativas de cómo puede ser un lugar en mi país con un espacio reducido. Tengo tantas ideas y tanto entusiasmo y muchas manos dispuestas a ayudarme. Saldré adelante con mucho éxito en lo que emprenda pues el mundo está en nuestras manos, lo que tenemos que hacer es agarrarlo y compartirlo.

¿Me apoyan en hacer de El Salvador un mejor país donde el artista obtenga el mérito que le corresponde? Le pido a Dios que nos ilumine a todos en estos proyectos! Abrazos desde un tren en los Alpes, donde la nieve cae como una señal de que Dios o el Universo son perfectos y nos tiene una vida perfecta para todos! ¡Bendiciones!

viernes, 11 de febrero de 2011

Con destino a Valencia, España: hablemos de comida, de parejas, del amor y otras hierbas.

Como dicen en España cuando te saludan en cualquier parte: ¡Hola! (Algo que no entiendo es como el español promedio en su vida habitual pueda ser tan informal si nos heredaron en Latinoamérica los tan educados buenos días, buenas tardes y buenas noches. Ahora te reciben en las tiendas de conveniencia, en el tren, en las recepciones de hotel, con un simple “!Hola!” ¿Qué pasó con lo que ellos mismos nos enseñaron a decir cuando nos conquistaron?)

Creo que hago una introducción muy patada al pecho pues me sorprende como un país que nos dictó tantas reglas gramaticales, ortográficas y de protocolo sea ahora tan informal en su forma de tratar a clientes y desconocidos. Es cierto que después de liberarse de la dictadura de Franco la gente se relajó muchísimo, pero las buenas maneras y costumbres se vieron como algo de la sociedad conservadora de la que se querían olvidar. Pero bueno, claro que no toda la gente es así y es muy grato escuchar cuando algunas personas te saludan con el formal Buenos Días o Buenas Tardes. En Francia lo hacen (Bon Jour), en Italia lo hacen (Buon Giornno), en Alemania lo hacen (Guten Morgen), en Brasil lo hacen (Buon Dia), en Inglaterra lo hacen (Good Morning) y definitivamente en Latinoamérica lo hacen (Buenos Días). ¿Qué le pasó a los españoles?

Como no puedo cambiar el mundo, pues me dedico a observarlo y comentarlo, tomando mis propias conclusiones, las cuales no necesariamente tienen que ser las mismas de mis amigos lectores… Para variar del avión estoy en un tren de la empresa Talgos, el cual tomé en Barcelona Sants y estoy en mi trayecto con destino a Valencia, donde visitaré a Guadalupe, mamá de mi gran amiga Tatty, quien tan cordialmente, junto con su esposo, me han ofrecido hospedarme y llevarme a conocer la ciudad. La verdad que en el camino solo me he encontrado con ángeles que me han tendido la mano y me han hecho sentir en casa. Lizeth y Juan en Alella (el pueblo a donde viven, a 20 minutos de Barcelona), realmente me trataron como un rey todo el tiempo. Me hicieron reencontrar el gusto de estar en casa tranquilo, sin andar del timbo al tambo en bares y discotecas, viendo televisión y probando exquisitos platillos españoles. Tienen un niño pequeño, Pablo, de cuatro años, muy apegado a su madre y con quien me he divertido tanto con sus ocurrencias y comentarios. Tienen un muy bonito matrimonio. Ambos son muy trabajadores y Pablo es el niño de sus ojos. Una relación de pareja ideal, donde se compenetran y se llevan sumamente bien. Lo que no les he contado es que Juan es chef de alto nivel y ha trabajado en hostelería y turismo durante muchísimo tiempo, lo cual también lo transmite como anfitrión en su hogar.
Tener un chef en casa por supuesto que tiene sus ventajas y desventajas, pues cómo puede uno despreciar comida preparada tan espectacularmente y con ingredientes de primera calidad, que además en El Salvador serían importados… En mi corta estadía con ellos hemos comido tortillas de patatas, pulpo a la gallega, rissotto con mariscos y espárragos, gulas con gambas, camarones gigantes al ajillo, anchoas, jamón serrano, salchicha, pescado fresco, ensalada caprese… En fin, no puedo detallar lo exquisito de su arte culinario. Claro que todo tiene su precio. El mío ha sido comenzar a verme cachetón en las fotos, lo cual para un anoréxico de mediana edad que además se está quedando calvo en medio de un viaje de auto-descubrimiento no hace ninguna gracia!!! Pero como del dicho al hecho hay un gran trecho, acabo de regresar del coche-comedor del tren de tomar una cerveza Heineken, unas papas Frito-Lays y almendras horneadas. ¿Qué quiero ilustrar con esto? La voluntad de puta que tengo con la comida y la bebida.

En San Salvador llevo una dieta relativamente saludable, exceptuando por el alcohol y las pastas, voy al gimnasio prácticamente todos los días de semana a tomar una clase de spinning de 45 minutos y otro tanto igual de pesas, pero en este viaje me he desatado, probando todo lo que me ponen enfrente!!! Antes de mi viaje terminé de leer el libro (y también vi la película) de Eat, Pray, Love (Comer, Rezar, Amar) para irme familiarizando con un viaje que te cambia la vida, pero lo que no tomé en cuenta es que yo iba a estar en el estado “Eat” de forma permanente. Apenas he tenido 21 días de viaje y aún me falta Italia (pastas por amor de Dios) y he comido, y comido, y comido, y comido… Lo divertido es que no se si ya venía así de cachetón de El Salvador, pero me estoy desconociendo en las fotos. El problema es que me trae una distracción innecesaria en el viaje, pues en vez de disfrutar la comida y los momentos, me estoy comenzando a preocupar por el peso. Para rematar, sigue en mi mente la idea de extender el viaje por un par de meses más, lo cual no sé si haré, pero si en 21 días me he sentido cachetón, ¿qué será si me quedo tres meses descubriendo el mundo y sus comidas? En Facebook puse algo al respecto buscando consuelo, pero en vez de eso me encontré con amigos diciéndome que los jeans recuperaban su tamaño normal al lavarlos o que el alcohol inflama, que me cuidara de la cirrosis, lo cual no ayudó en nada a mi psiquis y al contrario dolió mucho.
Acá tengo dos formas de enfrentar los beneficios de andar conociendo mundo en un sabático y son: o como y me la paso bien sin renegar preocupándome de la dieta y del gimnasio al regresar a El Salvador, o me pongo a dieta desde ya, aunque el sentido común me indica que esta última alternativa no es una opción real.

Hablando de “Eat, Pray, Love”, me he estado cuestionando que es lo que realmente quiero conseguir haciendo este viaje. Lo he comparado con aquel viaje a Hawaii que hiciera en 1998, el cual estuviera lleno de símbolos de principio a fin, siendo el más grande aquel collar cuyo dije era una semilla de esas tierras con un velero tallado en su superficie, el cual al preguntarle al vendedor su significado me dijo “This is the Navigator. It means Find your Way” (“Este es el Navegador. Significa: Encuentra tu Camino”). Esas son palabras sencillas pero fueron muy fuertes en su momento y sobre todo, muy reveladoras. De hecho, definitivamente mi vida cambió completamente después de regresar de Honolulu. No sé si estoy buscando señales claras o encontrarme de nuevo a mí mismo, pero lo cierto es que no he encontrado aún esa luz que hace que se te encienda el bombillo y grites Eureka! ¿Será que no he estado atento a las señales? Obviamente la iluminación aparece cuando uno ya está preparado, pero aparentemente aún no lo he estado pues faltan experiencias por vivir antes de llegar a montar el famoso negocio el cual siento que estoy evadiendo. Buscando esa iluminación he ido en una pseudo-peregrinación al Monasterio de Montserrat en Cataluña, a visitar sin saberlo a la Virgen Negra de esas tierras, dónde la voz interna personificándose como mi madre física me hizo encender una vela de color morado para pedir por mis padres y por conseguir esa luz que tanto anhelo encontrar. En la Catedral del Mar de Barcelona ya había pedido a la Virgen del Mar interceder para que superar del todo los amores pasados, lo cual creo que he logrado bastante bien, aunque muchas veces al calor de las copas digo su nombre como echándole la culpa de estar solo en mis 40’s.

Al final las señales son como las estrellas en el Cielo. Están ahí enfrente de uno. Con las estrellas uno solo tiene que subir la mirada al firmamento y se encontrará con ellas. Las señales muchas veces están frente a nuestras narices, pero como no hay peor ciego que el que no quiere ver, pues entonces pasan desapercibidas en lo que nos atormentamos mentalmente con cosas como estar cachetón en las fotos. Una señal clara que no he podido analizar todavía es que en todo mi recorrido he visto relaciones de pareja sumamente estables y que parecen complementarse perfectamente, lo cual me hace cuestionar nuevamente acerca del porque estoy solo.

Un lector del blog me dejo un comentario recientemente en el que me decía que yo le tengo fobia al amor o a enamorarme o estar enamorado, que veía claramente eso en lo que había estado escribiendo y me pidió que compartiera públicamente cual era mi definición de amor.
Durante varios días me dejó pensando, pues el amor es algo tan abstracto y personal, tan complejo y tan diferente para cada quién, que no es algo sencillo de expresar en palabras. Lo primero que nos enseñan en la educación Católica Apostólica y Romana es que Dios es Amor. Así que vamos a empezar por ahí. El amor nos rodea, nos invade, está por todas partes en sus diversas manifestaciones. Si bien ya hablamos de amor de pareja, la cosa se vuelve más compleja. El amor de pareja consiste en dar sin esperar nada a cambio por el placer de dar momentos de felicidad a la otra persona. Compartir tu tiempo, experiencias, aventuras, momentos, amigos, viajes, placeres con un ser que te da apoyo y consuelo, con quien puedes contar para sentir esa magia del placer íntimo y la ilusión de tener el apoyo para el resto de tu vida. ¿Bonito, no? Pero el problema con este tipo de mentalidad es que he encontrado gente que se ha querido aprovechar de mi de alguna u otra forma y más que miedo a enamorarme es que he estado reacio a comprometerme por miedo a salir herido de nuevo. He sido cortejado y he estado dispuesto en varias ocasiones pero obviamente no han sido las personas correctas ya que el click ha sido más una pasión temporal que un sentimiento profundo. Al amor lo tendré que dejar fluir cuando tenga que fluir, pero tal vez me desespera tener tanto que ofrecer pero no tener por el momento con quien compartirlo de una forma más íntima y mucho más allá de la amistad.
Con estos pensamientos les dejo por el momento. Mi tren a Valencia llegará en un rato a su destino, por lo que a disfrutar se ha dicho comiendo paella valenciana! Feliz Semana!

jueves, 3 de febrero de 2011

Recargado con la energía volcánica: filosofemos acerca de por qué emigra la gente a otras partes y de cómo surgen las relaciones a largo plazo!

He concluido mi estadía en Lanzarote. Obvio, estoy en el avión de RyanAir con destino a Barcelona para proseguir mi viaje a un ritmo más suave en la Ciudad Condal.

Deybbi, la amiga que me hospedó en la exótica isla Canaria, ha sido una anfitriona impecable, llenándome de atenciones hasta un extremo que otra persona podría sentirse incómoda, pero no es mi caso pues logré entender que es parte de su naturaleza ser servicial y cariñosa. Ella vive en un apartamento en Costa Teguise, al noroeste de Lanzarote, muy cerca de Arrecife, la ciudad principal de la isla. El apartamento es de una habitación y me dio pena invadirle por 5 noches el espacio de toda su sala, aparte que compró una cama inflable (muy cómoda por cierto) específicamente para mi visita. En otras palabras, no solamente le invadí el espacio sino que le hice gastar, pero creo que ambos no teníamos las expectativas tan grandes de cómo lo íbamos a pasar de bien, lo mucho que nos íbamos a reír y cómo íbamos a arreglar el mundo en nuestras largas platicas dónde filosofábamos largamente acerca de la vida y del amor.

En cinco días, Deybbi no solamente me acogió en su casa, me alimentó cada vez que tenía oportunidad, me mostró todos los posibles rincones mágicos de su isla adoptiva, sino que además me presentó amigos, me hizo sentir como en mi casa y me hizo reír de la vida misma. Lo interesante es que nuestra relación con Deybbi había sido siempre muy cordial pero no era una amistad estrecha, sino que nos unía Lycenia, nuestra amiga en común que inicialmente nos presentó hace muchos años. Es por el hecho de ser tan cercano a su amiga cercana que me abrió las puertas de su casa y con eso descubrí a una mujer maravillosa, muy culta y con una mente brillante, quien viniese a las Canarias para estudiar un doctorado y establecerse en Lanzarote por circunstancias profesionales. Eso me hace plantearme la pregunta: ¿Por qué razón emigra la gente de país? ¿Es por buscar un progreso emocional? ¿Económico? ¿Espiritual? ¿Intelectual? ¿Es por seguir un amor o por agregar estudios y experiencias a su carrera? ¿Qué hay de quienes emigran lejos para tener las mismas actitudes que tienen en su país de origen?

El proceso de integración en una sociedad nueva es tan interesante como la migración misma. Por un lado tenemos países como Canadá, donde el estado promueve la propia identidad cultural de cada grupo étnico, por lo que se pueden ver a las diversas comunidades siguiendo sus costumbres originales… Pero también tenemos sociedades como la francesa, la inglesa, la misma estadounidense y por supuesto la española, donde se asume y se espera que el inmigrante adopte las costumbres locales como parte de su proceso de adaptación. De hecho, España es de esos países que a pesar de otorgarle la nacionalidad por naturalización después de cierto proceso a sus inmigrantes, siempre y por toda la eternidad serán considerados como inmigrantes. ¿Si la vida puede ser un poco difícil y sin igualdad de condiciones para muchos inmigrantes, por que seguir moviéndonos de frontera en frontera más, si vivimos ahora en una Aldea Global, ¿por qué siguen existiendo las fronteras y los pasaportes? ¿Cómo lograr que el mundo se unifique de una vez por todas? Hay mucha presión económica, política y social que los países no han logrado liberar, aunque hay muchos esfuerzos y visiones al respecto, como principal muestra lo que la Unión Europea ha hecho liberando sus fronteras y unificando su moneda (aunque en estos años de crisis, con Grecia, Irlanda y Portugal en quiebra, y una España casi que por tronar, se ha visto que Alemania y Francia son las que tienen el control).
En Centroamérica hemos tenido esfuerzos de integración desde la época de la Independencia, pero es increíble que paisitos tan pequeños y con tan poca población no se puedan poner de acuerdo para lograr una verdadera unificación. Mientras sigamos siendo estados fragmentados, no tendremos ni poder ni voto en comparación con otras sociedades que han pasado ya el supuesto “despegue” que habla la sociología, con lo cual será gente nuestro principal producto de exportación hacia el extranjero.

En El Salvador la gente emigra por cuatro factores fundamentales: a) seguridad, b) inestabilidad política, c) buscar mejores oportunidades económicas y d) por el feudalismo, incluyendo el pensamiento feudal y retrógrado que ahuyenta a muchos entes pensantes y progresivos. Es por ese mismo pensamiento feudal que muchas veces mujeres y hombres muy preparados o con mentes brillantes tienen que recurrir a encontrar una relación con un extranjero, con alguien que pueda ver de una forma más clara su forma de pensar. Es así como el país pierde mucha de su gente preparada y calificada, quienes se desarrollan mejor en sociedades más abiertas de mente. Eso es lo que siempre me hace preguntar, si mi intención es no emigrar, ¿Cómo podemos hacer los salvadoreños pensantes para que se pueda dar un cambio de mentalidad, para que se pueda dar esa apertura mental que el país necesita para progresar, para ver más allá del feudalismo y de los intereses personales del mundo empresarial? ¿Cómo cambiar la mentalidad de pueblo por la visión de un mundo globalizado? ¿Cómo hacer para que cada quien pueda cambiar su forma de ver las cosas y que el salvadoreño pueda ceder el paso cuando te piden la vía o aprender a escuchar sin andar con fanfarronadas?

Bueno, no sé si seré muy idealista en relación al cambio de pensamiento de mis compatriotas, pero eso me hace retomar mi pregunta de si estoy solo por no ser tolerante con la forma de pensar de mucha gente que me puede pretender. Cuando veo que la persona sale conmigo y teniendo un trabajo estable no hace ni el mínimo esfuerzo por sacar la billetera cuando llevan la cuenta te hace pensar que así serán toda la vida. No es lo mismo que de uno salga invitar a alguien y sobre todo si sabes que la persona está jodida de dinero, pero ¡hey!, si he trabajado 21 años de mi vida sin esperar nada de nadie y costeándome mis propias cosas porqué va a venir alguien a esperar que les soluciones la vida. Ese es parte del problema de mi país. Mucha gente quiere las cosas fáciles y no les gusta producir. OK, a veces no hay oportunidades, pero cuando se presentan hay que aprovecharlas! ¿Seré demasiado estricto en mi juicio al respecto? Lo único que quiero es ser justo. Muchas veces en las relaciones de pareja, hay alguien que está mejor económicamente que la otra persona, pero no se debería asumir que si estás comenzando con alguien que está más estable que tú en ese campo que esa persona va a asumir la responsabilidad por los dos. ¿Estaré errado en mi forma de ver las cosas? Si lo pregunto es porque quisiera saber si soy egoísta al respecto o si realmente hay tanta gente que lo que busca es tomar ventaja del prójimo como muchas veces he llegado a pensar.

Ese nivel de “lo mío es tuyo y lo tuyo es mío” debería llegar con el tiempo, con la relación a largo plazo, no como algo imperativo de la premisa que muchos usan de “el que gana más o de más edad es quien tiene que pagar siempre la cuenta”. Para mi forma de ver, quien trabaja es responsable de pagar su parte de la cuenta que ha consumido. Con el tiempo, con los hijos, con los bienes compartidos eso se relaja obviamente, pero es ese principio descarado el que me choca pues no quién garantiza que no serán así toda la vida!!! Claro que no existe ningún tipo de garantías en la vida y mucho menos en las relaciones de pareja, dónde el término “hasta que la muerte los separe” dejó de existir hace mucho tiempo.

¿Qué busco entonces? ¿Alguien que me aguante mis locuras? ¿Algún trotamundos que quiera recorrer el mundo conmigo? ¿Alguien que pague sus cuentas? ¿Alguien que me quiera como soy? Esto último es muy importante, pues existen personas que empiezan relaciones de pareja esperando que la persona sea “de tal o cual manera”, tratando de cambiar tu forma de ser o tu forma de pensar, cuando lo lindo de compartir tu vida con alguien es el respeto mutuo de la propia personalidad.

Conocí en Lanzarote una pareja que tiene 27 años de estar juntos y casi se están retirando de la vida profesional, lo cual me dejó pensando si ¿es eso lo que busco en mi vida? ¿Alguien con quien compartirla el resto de mi vida? Pero si es así, que tan tolerante y tan dispuesto estaré de aceptar su personalidad? Anhelo una conversación interesante y compenetrada, descubrir el mundo con una persona abierta a ver el mundo de primera mano y no a través de un televisor. Mientras llega esa persona, quiero ver ese mundo de primera mano yo mismo.

Bueno, ya pronto aterrizaremos en Barcelona a la cuarta etapa de mi viaje. Sinceramente Lanzarote me relajó mentalmente. Además se me quitó de la mente la idea de continuar el viaje por Medio Oriente y por dos meses más. Dilucidé que sale más barato regresar a El Salvador y sacar un boleto con millas con destino a Japón y Corea, en vez de gastar tanto en un boleto tan caro y que me va a sacar de mi propósito original de comenzar con mi negocio propio. Me faltan seis semanas de viaje! Que relajado me siento ya!
Nos vemos en Cataluña!!!

Centro Europa 2006