lunes, 16 de marzo de 2009

Pollo Campero en China


El Pollo Campero en China? Me llevé a Lycenia con engaños hacia el colorido restaurante (por suerte estaba a cuatro cuadras del Museo) con el propósito de tomar fotografías, pero con el objetivo oculto de almorzar algo conocido y que por favor no fuese comida china!! Quien me conoce bien, sabe que en San Salvador no voy para nada a Pollo Campero. No voy en general a ningún establecimiento de comida rápida y grasosa. Se imaginan lo harto que podría estar de la comida local para tomar la decisión de almorzar ahí encontrándome al otro lado del planeta? Por supuesto que tomamos las fotos de rigor de la parte posterior del establecimiento con su rótulo en idiogramas. La ubicación del restaurante, aparte de céntrica, se veía en una calle muy transitada, aunque eran muy pocos los comensales (todos chinos, eso si) que degustaban una su pierna de pollo. Le dije entonces a Lycenia: “Aprovechando que estamos aquí, porqué no almorzamos de una vez?”... “Quéres almorzar aquí?” fue toda su respuesta.

Nos dirigimos al interior del restaurante, donde vimos un mostrador con idiogramas y creo que también en inglés. Estabamos de pie frente al mostrador, sin saber qué hacer, y mucho menos como ordenar pollo en mandarín... Era un Pollo Campero, pero todo su personal era chino! Pero creo que el gerente nos escuchó hablando nuestro idioma natal, pues apareció de la nada como buen salvador y con un típico acento guatemalteco: “Ustedes hablan español?”... Se imaginarán que eso fue todavía aún más irreal, pues aún no habíamos terminado de digerir el hecho de estar en un Pollo Campero chino, cuando además nos sale un chapín de pura raza? (un momento como del Twighlight Zone!).

Para aquellos extranjeros que leen estos escritos, Pollo Campero es una corporación de comida rápida fundada en Guatemala y que tiene una presencia dominante en todos los países de Centroamérica, pero que entre una buena visión y la globalización, ha logrado abrir restaurantes en muchas ciudades de Estados Unidos, Sur América, España, y hasta Indonesia y China! Luis Pedro Vargas es un empleado fiel a Pollo Campero, que al momento de nuestro encuentro en Shanghai nos comentó que vivía ahí desde marzo con el solo propósito de introducir la marca en el codiciado mercado chino, para luego expandirla poco a poco en el gigantesco sub-continente! Admirable! Sobre todo que Luis Pedro nos comentó que nunca había viajado a Esados Unidos con lo cual nunca había estado expuesto a rascacielos (aunque si había estado en una ocasión en España)... Llegar de Guatemala a Shanghai? Eso si es como un cambio radical!!! Nos comentó lo sorprendido que estaba con el desarrollo urbano en China, sobre todo en Shanghai, comentándonos que el nuevo Shanghai World Financial Center que están construyendo a la par del Jin Mao Tower, apenas era una estructura prácticamente en pañales a su llegada a China, y que 6 meses más tarde ya era más alta que sus vecinos! Capitalismo puro! (De verdad hay alguien que aún cree en el Comunismo aparte de Chávez y de Fidel?)

Luis Pedro nos atendió super bien: nos asignó a un mesero medio bilingue (inglés), sentándose a conversar con nosotros y explicándonos que el concepto de restaurante en China es el estándar de la corporación... uno se sienta y llegan a la mesa a tomar la orden. Obviamente teníamos que ordenar pollo para poder probar las diferencias en relación a su zona de nacimiento, con lo que solicitamos dos combos, que incluían 2 piezas de pollo, papas fritas, ensalada y gaseosa. Creo que el combo costaba la increíble fortuna de US $5.40 (como unos 40 Yuanes)... Tenía el mismo sabor que en El Salvador? Digamos que era un Pollo Campero menos grasoso y con muy poca sal, acondicionado para el paladar del consumidor chino. De hecho me gustó más al que preparan en nuestro lado latino del globo terráqueo.

El restaurante tiene dos pisos. Lycenia y yo nos quedamos en la parte inferior del edificio, cuyas paredes estaban decoradas con imágenes de la Antigua Guatemala y de mujeres indígenas del Quiché, con sus vestidos y refajos de flores, vestimenta muy típica de las tribus que aún existen en ese país. Lo más gracioso de todo es que Lycenia me hizo notar que la música también era latina, con lo que almorzamos al ritmo de “Quítame ese hombre del corazón” de la Pilar Montenegro. Al final del almuerzo nos fuímos a despedir de Luis Pedro al segundo piso del restaurante, no sin antes pedirle su tarjeta de presentación con el afán de copiarlo a futuro en estas historias de viajes, donde en su momento ha sido un actor más de esta ópera china! Muchos saludos desde El Salvador, Luis Pedro! Esperamos ya estes dominando el mandarín! Mándanos una carta para que todos la podamos leer acerca de tus impresiones de Shanghai!!!... Ah! Antes que se me olvide... En el segundo piso tenían un gigantesco anuncio de su promoción “Todo lo que pueda comer” durante los fines de semana! Cuánto Pollo Campero puede alguien realmente comer en una sola sentada?

lunes, 9 de marzo de 2009

El Museo de Shanghai


People’s Park es un pequeño pulmón de naturaleza dentro del abarrotado conjunto de edificios y autopistas que conforman Shanghai. Sus bosques y lagos artificiales sirven como un oasis visual en medio de la jungla de cemento. Lo interesante contra las iniciativas “verdes” es la ubicación dentro del parque de dos estructuras inmensas, las cuales posan una frente a la otra como escenario principal de la vida política y cultural de la ciudad: la oficina del gobierno municipal de Shanghai y el Museo de Shanghai, siendo la primera un impresionante edificio cuadrado de unos 20 pisos de altura y por lo menos 3 cuadras de largo.

Entre ambos edificios hay una calle de alta circulación vehicular donde nuestro taxista nos abandonó como el punto de entrega para entrar al Museo de Shanghai, el cual se presentaba ante nuestros ojos con una gigantesca plaza, donde las líneas curvas y las formas geométricas jugaban un papel visual fundamental. El edificio del museo es redondo en su parte superior, con una base cuadrada, simbolizando la antigua percepción china del mundo: “cielo redondo, tierra cuadrada”....
Hicimos una visita de sus instalaciones de un poco más de una hora, admirando su colección permanente de instrumentos de bronce, esculturas, vasijas de cerámica, estatuas de Buddha, pinturas antiguas, caligrafía, sellos, monedas, muebles de las dinastías Ming y Qing, así como artes populares de diversas regiones de China., todo repartido en cinco niveles alrededor de un altísimo lobby central... Para ser un miércoles al mediodía el museo estaba a reventar de gente, entre turistas, locales y hasta un numeroso grupo de estudiantes adolescentes chinos, probablemente en alguna excursión de la escuela, y que rápidamente invadían los salones de exhibición sin supervisión adulta de ningún tipo (creando una especie de caos dentro de la rigidez propia que un museo puede tener).

La parte de escultura religiosa captó más nuestros sentidos que el resto de las exhibiciones, con sus Buddhas antiguos de todo tipo. Después de media hora de estar viendo jarrones y ollas de bronce de diversas épocas, y peor al ver sellos y monedas antiguas, lograron acelerar nuestro paso dentro del museo. No me crean ignorante, pero si no se es un erudito en caligrafía china antigua o en sellos imperiales, cuánto tiempo creen que podrá mantenerse el foco de atención? Sobre todo con hambre! Recuerden que era mediodía!

jueves, 5 de marzo de 2009

Pollo Campero!

Estamos ya en nuestro quinto día de viaje por China en nuestra historia, y de hecho, nuestro último día completo en Shanghai... Aunque no tenemos prisa. El jetlag nos tiene despertándonos tempranísimo por la mañana y haciéndonos dormir como lirones desde temprano por la noche! Mi ciclo de animal nocturno está completamente transtornado! Pero muy a pesar de despertar con el alba y tomar el ya completamente repetitivo desayuno buffett del hotel, decidimos descansar durante la mañana... tomar nuestro tiempo para todo... De ser posible pasar un par de horas leyendo a la par de la piscina climatizada del Crowne Plaza... Buena decisión! Nos faltan aún cinco días adicionales por delante! Y le digo a Lycenia: “hoy tomaremos un ritmo tranquilo, y para evitar el lío de los taxis a las 5:00 de la tarde, nos iremos de una vez arreglados para nuestra incursión nocturna por la ciudad”, con lo cual salimos del hotel alrededor del mediodía y con destino hacia el Museo de Shanghai en People’s Park.

Nos conducíamos en nuestro habitual taxi (ya Lycenia se había resignado), observando a los múltiples ciclistas y al caos vehicular de la ciudad, ya casi a punto de ingresar al área de People’s Park, cuando la niña me llamó la atención hacia un rótulo amarillo y anaranjado, muy característico en Centro América, pero que aparecía como una visión irreal o en este caso como fantasía rural, incongruente por estar al otro lado del mundo. El rótulo consistía en un pollo amarillo con las alas extendidas hacia los lados, vestido con camisa blanca, pañuelo anaranjado anudado a su garganta y sombrero de ala ancha también color naranja... Lo han adivinado? A pesar de los idiogramas en chino que aparecían bajo el característico personaje, era completamente reconocible el logo de Pollo Campero!

Lycenia y yo nos quedamos con la boca abierta! Había leído las intenciones del gigante guatemalteco de incursionar en China, pero no sabía que ya era una realidad. Pero el taxi prosiguió su camino hacia el punto pre-establecido, algo que obviamente no íbamos a cambiar por la ausencia nula del idioma mandarín en nuestro haber, por lo que tomamos una nota mental de su ubicación para regresar posteriormente y tomar fotos, ya que de otra forma no nos iban a creer.... Continuaremos esa parte de la historia en un rato!

lunes, 2 de marzo de 2009

Mas de la vida nocturna en Shanghai

Barbarossa Lounge en People's Park

Ya eran casi las 5:00 de la tarde cuando salimos de regreso de Suzhou hacia Shanghai, y adivinaron amigos, nos agarró la hora pico al entrar a la gran ciudad, con lo que no llegamos al hotel sino hasta pasadas las 7:00 de la noche, hora en la cual fuímos a la pastelería francesa del hotel (interesante, no?) por un pedacito de pastel, y donde infructuosamente traté de convencer a Lycenia que me acompañara a una incursión nocturna por la ciudad para conocer algún bar, pero la pobre se sentía agotada y se fue a dormir, prometiéndome antes que al día siguiente nos iríamos de rumba! Yo no me quería quedar durmiendo tan temprano en el hotel a pesar de ser un día martes, así que tomé un taxi para que me llevase al People’s Park en el centro de Shanghai, donde había leído se encontraba otro de los lugares más de moda en la ciudad: Barbarossa Lounge.

Barbarossa Lounge (http://www.barbarossa.com.cn/ ) resultó ser un bar y restaurante sumamente espectacular de tres niveles diferentes, ubicado justo en el medio del parque mencionado, con un lago artificial enfrente, así como un pequeño bosque a su alrededor, a pesar que más allá el ojo humano podía observar los rascacielos y estructuras modernas arriba de las copas de los árboles. El lounge tenía sus diversos ambientes decorados al mejor estilo marroquí, con carpas de tela cubriendo sus techos y gigantescos almohadones a nuestros pies a manera de sillas, aunque por mi soledad del momento me dispuse mejor ir a la barra en el tercer piso donde pude observar gente de todas las nacionalidades. A mi lado tenía a dos alemanes que no paraban de fumar; al otro lado tenía a dos italianas muy coquetas; enfrente dos chinas acompañadas por dos ingleses; un grupo de estadounidenses al otro lado de la barra; y de los dos bar tenders, uno era australiano y el otro filipino. Muy internacional el lugar!!! Me tomé un par de cervezas y ordené algo de comer que tampoco debe haber sido admirable ya que no lo recuerdo. Al filo de las 11:00 de la noche me retiré a mi hotel pues el jet lag me estaba venciendo, obteniendo por supuesto previamente algunas recomendaciones del bar tender para lugares que podía visitar un miércoles por la noche (me recomendó un lugar mexicano llamado Zapata’s! Increíble no? Y además me advirtió que el miércoles es el mejor día por ser Lady’s Night!!). Algo que debo advertirles de salir en la noche en China: el jet lag lo tiene a uno completamente somnoliento en la noche, algo que me dió mucho miedo cuando iba en mi taxi de regreso hacia el hotel y los ojos se me cerraban de forma involuntaria, nada cómico en una ciudad desconocida donde no se habla el idioma y donde el taxista puede ir a donde le da la gana sin que uno pueda reclamar!!! Mal momento para andar yo solo! Por suerte me llevó directo al hotel para cargar energías para nuestro último día en Shanghai!!!

Centro Europa 2006