lunes, 25 de agosto de 2008

Shanghai!! Estamos en el futuro o en el espacio?


La primera noche en Shanghai, a pesar de las 14 horas de vuelo y del jetlag, tomamos nuestro taxi de 3 dólares (menos compras para Lycenia) desde el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai con destino a “The Bund”, a orillas de río Huangpu, donde había leído en Internet que se encontraban algunos de los mejores bares y restaurantes de la ciudad. Qué mejor comienzo para nuestra visita a China que codearnos con los “ex-pats” locales y disfrutar de la afamada vida nocturna de la ciudad! Fue así como a las siete de la noche nuestro taxi nos dejó en una esquina cualquiera de “The Bund” (de todas formas no podíamos comunicarnos con el taxista para que nos dejara en un lugar específico) y ahí tuvimos nuestro primer contacto con el numeroso pueblo chino al atravesar la transitada calle por medio de un atestado pasaje subterráneo que nos llevó justo a la orilla del Río Huangpu, a un largo malecón, y donde el impacto visual de ver una China moderna y netamente capitalista se tradujo en mi único comentario hacia Lycenia: “Bienvenida al Futuro”.

Hace poco cené con Vicki Clementoni, una compañera de trabajo de la oficina de Dallas, y comentamos un poco acerca del mundo de los viajes. Ella me mencionaba lo mucho que uno puede ver un ícono en fotografías o películas, y son imágenes que se convierten en parte de nuestra cultura pop: la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad, la Catedral de San Basilio en Moscú, etc... Pero también me mencionaba que a pesar de estar tan acostumbrados a dichos íconos, nada se compara con llegar por primera vez a un lugar y dar fe que el ícono existe en la vida real! Que no es un invento de Hollywood o de la creatividad de los diseñadores gráficos! Y creo que para mi el Oriental Pearl Tower y la vista de Pudong desde The Bund se había convertido en un ícono representativo de una nueva China que está tomando control de los mercados internacionales. Así que estar en ese malecón con Lycenia, viendo el ícono que aparece en múltiples películas (Mission Impossible 3, Tomorrow Never Dies, Fantastic 4, entre otras) y teniendo ante nuestros ojos algo más parecido a Manhattan que a una China milenaria fue como uno de los momentos culminantes en el viaje! Además, la neblina/contaminación le daba un aire de espejismo a nuestra visión, pues los rayos solares del atardecer se habían desvanecido y habían sido reemplazados por las luces multicolores provenientes de rascacielos, anuncios publicitarios de neón en inglés y en idiogramas chinos, y gigantescas pantallas de televisión de por lo menos 10 pisos de tamaño que proyectaban imágenes orientadas hacia el consumo masivo!!! Y en medio de la niebla, dos de los rascacielos más altos del mundo: el Jin Mao Tower y el Shanghai World Finance Center (aún en construcción en ese momento pero ya más alto que el Jin Mao y con su punta perdiéndose entre las nubes de forma fantasmagórica).

martes, 19 de agosto de 2008

Estamos en el Siglo XXI?

Estamos en el siglo XXI? Caramba! Me tomó 8 años darme cuenta de eso? O es que sencillamente lo he disfrutado tanto que no he prestado atención a lo cambiante de mi entorno? O es que el mundo es más pequeño y gira más rápido que antes? La revolución de las comunicaciones definitivamente han dejado una huella muy profunda en lo que podríamos considerar como el “estilo de vida moderno”. Hace 20 años, cuando aún no me había graduado del bachillerato, China aún era verdaderamente comunista y las computadoras tenían una pantalla negra con letras verdes. Recuerdo que escribía cartas y tarjetas navideñas y las enviaba por correo (con estampilla, sello y todo), y con mis amigos/as nos poníamos de acuerdo por teléfono fijo con mucha anticipación de adónde nos íbamos a encontrar (siendo la vida mucha más organizada que en este mundo celular). Y no piensen que tengo nostalgia por el pasado, más bien tengo una enorme sorpresa por lo cambiante de nuestro entorno y por lo fácil que adoptamos las nuevas tecnologías.

Hace dos sábados estuve en la Tienda Apple en Southlake Town Square en Texas, ya casi por regresar a El Salvador de un viaje de trabajo. Creo que era la segunda vez que entraba a dicha tienda durante el mes de octubre.... Tenía todo el propósito de comprarme una base de parlantes Bosé para mi iPOD, para ponerla en mi habitación y no tener que depender del CD Player de la sala de mi apartamento. Al final no la compré pues necesito mandar a hacer un estante en la pared para que tenga su espacio propio, y será para Navidad que lo compre cuando visite a mi hermana en San Antonio, Texas, antes del viaje a París... Regresemos a la Tienda Apple.... Hay pocas cosas que me impresionan en este mundo, y no me pregunten porqué pero esta tienda Apple me deja con la boca abierta todo el tiempo... Primero, la cantidad de gente comprando para un espacio tan pequeño... No puedo creer que una empresa que quedó completamente de lado en los noventas tras la supremacía de Bill Gates en el mundo de la informática se haya reinventado de tal forma hasta el punto de convertirse en un fenómeno cultural!

Tengo que confesar que a principios del 2005, durante una rifa que Siebel Technologies hiciera en un almuerzo de trabajo durante una Conferencia de Sabre en Dallas, me gané un iPod!!! Esto causó mucho revuelo entre mis compañeros de trabajo, pues todos querían ganárselo, ya que era el aparato “del momento”... Y les dará risa que me lo gané y yo no tenía la más mínima idea de lo que era un iPod!!! Y es más, pasó casi seis meses guardado dentro de su caja en mi casa, pues no quería hacer el tiempo para pasar mi música de CD’s a la computadora para luego pasarlo al iPod. Fue cuando mi buen amigo Douglas Tobar me regañó y me hizo el favor de pasarme su música al iPod cuando comencé a darle uso... Y aún más increíble, no fue sino hasta principios de este año que finalmente bajé el programa de iTunes y pasé finalmente toda mi música al iPod, con lo cual ya tengo mi Chill Out y mi género electrónico conmigo en cualquier parte del mundo! Así que también fue hasta hace poco que visité la tienda Apple en Southlake por primera vez. No pensé que existiera una tienda Zara de tecnología, y hago la comparación pues no he visto tienda Zara en cualquier parte del mundo que no sea un éxito, con enormes filas de clientes esperando pagar en las cajas sus prendas con inspiración de diseñador.., Y lo mismo pasa en la Tienda Apple... Filas de gente comprando tecnología fashion! Y creo que la parte que más me impresiona es el iPhone! El aparato más esperado del 2007! Teléfono, computadora, navegador de Internet, blackberry, iPod, cámara fotográfica y de video, agenda electrónica, televisor... Todo en uno! Todo en una pantalla interactiva cuyo monitor se activa con el toque de nuestros dedos! Creo que el siglo XXI aterrizó en mi vida después de ver semejante aparato! La envidia de Dick Tracy!!!

Antes de abordar mi avión de regreso a San Salvador hace dos sábados, tuve un segundo encuentro cercano con el mundo tecnológico cuando me encontré con una dispensadora de teléfonos celulares en el Aeropuerto de Dallas/Fort Worth... Han visto esas máquinas dispensadoras de Coca Cola que se ubican en aeropuertos, centros comerciales, universidades, etc? Pues imagínense algo así pero con aparatos (y planes) de telefonía celular móvil! Mis ojos no lo podían creer... Era una máquina relativamente grande. Probablemente dos veces el tamaño de las máquinas de gaseosas... Se inserta una tarjeta de crédito, se selecciona la compañía con la que se quiere trabajar, luego el aparato que se quiere comprar, el plan de consumo y Voilá! Teléfono celular instantáneo! ( y pensaba que las cajas de pago de auto-servicio en Wal Mart y las unidades POS que uno mismo activa en las tiendas era lo último en tecnología!). El siglo XXI en todo su incipiente esplendor!!!

Todo este tipo de inventos y avances tecnológicos parecen sacados de una película de ciencia ficción! Impresionante! Pero una cosa es ver gadgets o máquinas dispensadoras de celulares, y otra es ver una ciudad completa que parezca escenario apropiado para Buck Rogers en el Siglo XXV! Y estoy específicamente hablando de mi primera impresión del Oriental Pearl Tower y el Barrio de Pudong en Shanghai, vistos desde los edificios de estilo europeo conservador que predominan en el Barrio “The Bund” en dicha ciudad.

domingo, 17 de agosto de 2008

Porque escogi el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai?


Porqué escogí el Hotel Crowne Plaza Fudan Shanghai?
Otra vez a repetir la experiencia del medio de la nada del Holiday Inn en Roma? Bueno, no me juzguen tan fuerte como Lycenia, pues no han volado 14 horas en este preciso instante de su lectura! “Trip Advisor” lo recomendaba como el hotel número 3 en popularidad de 529 hoteles en Shanghai (http://www.tripadvisor.com/ShowUserReviews-g308272-d619842-r10077254-Crowne_Plaza_Hotel_Fudan_Shanghai-Shanghai_Shanghai.html ), la tarifa de 94 dólares la noche incluía el desayuno, y todas las guías en Internet decían que los taxis eran muy, MUY baratos en la ciudad, con lo que no se necesitaba estar en el Centro como en París, Londres o Nueva York. Y de hecho las carreras de taxi en China nos oscilaron entre 3 y 5 Dólares dentro de las ciudades, con lo que un hotel que presentaba mejores comodidades a un precio tan accesible era de aprovecharse (en el Centro no se donde el chino nos hubiese enviado, pues los hoteles similares de relación precio-calidad costaban alrededor de 300 Dólares la noche!).

De todas formas mis argumentos no convencieron a Lycenia, que estaba obviamente irritada por el viaje y quien exclamó que viajando con un presupuesto limitado, gastar dinero en taxi era disminuir las compras!!! Tranquila, tranquila... Bienvenida a China!

La carrera del Aeropuerto al hotel tomó como unos 45 minutos, en super carreteras de 5 carriles a cada lado, y que probablemente estaban vacías en aquel momento por ser un sábado por la tarde. Algo que nos llamaba la atención sobremanera era el clima... hasta el momento no habíamos visto el sol para nada, y había una especie de neblina grisacea, que no sabíamos identificar si era contaminación o realmente estaba nublado (después aprendimos que era un poco de ambos, y de hecho Beijing tiene más contaminación que Ciudad de México, y eso ya es decir!).

El Hotel Crowne Plaza Fudan está ubicado en una zona residencial, muy tranquila, y efectivamente el campus de la Universidad de Fudan queda enfrente, si es que se logra en algún momento cruzar una pequeña autopista que separa a las dos entidades. El hotel cumplió sus expectativas!! Decoración medio minimalista, obviamente con mucho Feng-Shui (algo que los chinos han importado también al resto del mundo, además de cualquier producto inimaginable), las comodidades de un hotel Occidental de 5 estrellas (bajo estándares latinoamericanos), desayuno buffett extremadamente generoso con comida china y occidental incluído en la tarifa y uso de Internet de alta velocidad por 15 minutos en el bar del hotel por cada cerveza ordenada en la barra (algo que me pareció sumamente civilizado!) La habitación era sencilla pero agradable y durante toda nuestra estadía nos hicieron sentir como en casa. Aún no me arrepiento de la decisión de reservar ese hotel, y Lycenia al final se dió cuenta que no se necesitaba tanto efectivo para transportarse, y que las compras no eran tan bonitas como para invertir una fortuna en ellas.

Fuí a las comodidades de Occidente en Oriente? Algo se tenía que hacer para minimizar el impacto cultural! No creen?... Pero bueno, por el momento los tendré que dejar en continuación! Por lo menos ya llegamos a China!

martes, 5 de agosto de 2008

Primeras impresiones de China!

Pero como al muchachito caprichoso se le metió entre ceja y ceja que quería viajar hasta la China aprovechando: a) que los pases con American Airlines los tiene válidos aún hasta junio del 2008; b) que AA comenzó un vuelo de Chicago a Shanghai (también tiene uno a Nueva Delhi, el cual me llevará a India el próximo año); c) que los precios de los pases de aerolínea son tan bajos que convertía prácticamente en obligación el visitar China antes que se terminara el privilegio; y d) que si había espacio disponible, el pase me permitiría un asiento en Primera Clase, algo nada despreciable para un vuelo de 14 horas!!! Todas estas razones, más el ánimo de aprender de forma directa lo que está pasando al “otro lado del mundo”, pues tuvieron más peso que el detalle técnico de digerir comida china durante todo un recorrido. Ya mucha gente me había advertido que la comida era diferente, por su sazón, presentación, consistencia y degustación, así que no llevaba muchas ilusiones al respecto.... Pero nada me había realmente preparado mentalmente para sostener una relación amor(a la fuerza)-odio tan fuerte con la gastronomía del gigante rojo.
Eso sí, para los amantes de la comida china, les voy a recomendar el nuevo Restaurante 168, ubicado frente al World Trade Center de San Salvador en pleno corazón de la Colonia Escalón, y que puedo dar fe que es completamente auténtico... La comida es tan espantosa como en su madre patria!!! No se como mi amigo Nelson me convenció hace un par de semanas de ir un domingo por la noche, trayendo de regreso a mi paladar las mismas sensaciones de “me lo como porque ni modo” que prevaleció durante todo mi viaje por el Lejano Oriente. Nelson... la comida estaba rica! Pero fue demasiado pronto... No más comida china para mi de acá hasta el 2009!
Nuestro primer contacto directo con la comida china en nuestro viaje fue dentro del vuelo de American Airlines, donde gracias a Dios logramos conseguir asientos de Primera Clase (Lycenia dice que probablemente nos portamos muy bien en alguna de nuestras vidas pasadas para lograr este tipo de privilegios en la actual, donde nos garantizamos cama, comida, champaña, helado, quesos, snacks y películas durante 14 horas seguidas!)... El menú en el avión daba una selección de comida china, la cual sentí deliciosa, probablemente por haber sido preparada en Chicago con ingredientes occidentales y por el entusiasmo de llegar a un país que nunca antes había visitado! No me imaginaba que terminaría peleado con su gastronomía mundial!
Salimos de Chicago a las 09:30 de la mañana del viernes 31 de agosto y llegamos al Aeropuerto Internacional de Pudong en Shanghai alrededor de las 2:00 de la tarde del sábado 1ero de septiembre! Nunca se ocultó el sol en nuestro camino, pues íbamos vía Polar durante el verano del Norte (nunca pude ver el Polo Norte, pues me dormí cuando lo cruzabamos, y cuando desperté estábamos encima de la Siberia y aún nos faltaban como 6 horas de viaje!). Tengo que admitir que no existe emoción más fuerte en este mundo como aterrizar en un nuevo puerto, con rumbo hacia lo desconocido y lo confuso! Es un sentimiento difícil de describir, pero me imagino que en la antiguedad es lo que experimentaban los marineros cuando veían tierras exóticas a la vista! En mi caso finalmente me dí cuenta que estábamos aterrizando en China!!!
El Aeropuerto de Pudong se me asemejó en ese momento al de Maiquetía en Venezuela, posiblemente por el estilo arquitectónico similar, aunque el de Shanghai es posiblemente cuatro veces más grande que el de Caracas! Finalmente llegamos a China!!! Wow! Llenamos tres formularios de ingreso: migración, aduanas y salubridad, donde nadie nos preguntó nada me imagino también por la barrera del idioma escrito en caractéres latinos. Y en serio, no nos preguntaron nada! Nada de nada! Fue fácil conseguir la visa, pero fue aún más fácil entrar al país!... Y claro la barrera del idioma también resultaba un problema con nuestra primera tarea en el país: conseguir transporte del Aeropuerto al hotel, algo que no había logrado coordinar con anteriodidad en mis pesquisas de Internet.
Los dólares no se aceptan libremente en la calle en China, así que Lycenia cambió algo de dinero en el Aeropuerto y yo saqué efectivo a través de un cajero automático de HSBC (bueno, de ahí es originalmente, no? Hong Kong and Shanghai Banking Corporation). Habíamos reservado el Crowne Plaza Hotel Fudan Shanghai (http://www.ichotelsgroup.com/h/d/cp/1/en/hotel/shgfd;jsessionid=GNEJCJO5M4P3CCTGWAKCJ0QKM0YDKIY4?_requestid=358440 ), y teníamos todos los detalles necesarios: dirección, teléfono, número de confirmación... Si, los detalles necesarios en Occidente!!! La gran mayoría de taxistas en China no hablan inglés... Y muy importante, NO LEEN INGLES. Así que lo que necesitábamos realmente en ese momento era la dirección en idiogramas chinos!!!

No se desesperen! No nos quedámos varados en el Aeropuerto! Jejeje!
Lycenia estaba más lúcida que yo a pesar de no haber dormido en el avión, y logró rápidamente ubicar un flamante mostrador de hoteles, donde uno de ellos decía “Crowne Plaza”! Nuestra salvación! Ahí si fue nuestro primero contacto con el pueblo chino. En el mostrador habían dos hombres relativamente jóvenes, y cuando nos acercamos nos hablaron en inglés, con acento chino, pero inglés. Nos querían vender el transporte oficial del hotel a 400 Yuanes (como 54 dólares), pero en vez de eso les insistí que nos escribieran la dirección del hotel en chino para buscar un taxi por nuestra cuenta (necio!). Muy amablemente nos escribieron la dirección, y cuando ya nos íbamos nos ofrecieron un precio especial de 300 Yuanes (como 40 dólares) por un transporte similar al del hotel, pero privado. Y tras un vuelo de 14 horas, en un país desconocido, donde no se habla el idioma, obviamente uno puede estar medio irritado, y definitivamente cansado, por lo que decidimos aceptar su oferta, que posiblemente nos costó el doble que un taxi normal, pero que nos evitaba todo el lío de buscar dónde y cómo. Uno de ellos nos acompañó a buscar el carro, que resultó ser una especie de 4X4 con aire acondicionado, y relativamente nueva. El jóven trató de sacarnos conversación, y nos preguntó: “Son ustedes profesores de Universidad?”, y le respondimos obviamente que no, pensando que probablemente mis lentes podrían estar dándome un aire de catedrático, ante lo que nos dijo: “y entonces porqué se están hospedando en el Hotel Crowne Plaza Fudan, si está tan lejos de todo! Lo único que está cerca de ahí es una de las Universidades más grandes de Shanghai, por lo que se hospedan muchos profesores en el hotel”.

No puedo explicar como un comentario tan inocente puede causar reacciones tan extrañas al otro lado del mundo tras un vuelo de 14 horas: Lycenia me volteó a ver con cara de “adónde nos fuiste a meter”, pero no me dijo nada, más bien le pregunto al chino: “qué tan lejos está de la ciudad?”, a lo que le respodió “como 20 o 25 minutos del Centro en taxi”... A la niña no le cayó muy en gracia que el hotel quedara en medio de la nada y solo le respondió al jóven del hotel: “pues yo no se nada, él fue quien lo escogió”.... Y el chino sin querer seguía echando leña al fuego, diciéndo: “se hubiesen quedado en el Centro donde hay hoteles con tarifas muy similares a la que están pagando en el Fudan”.

Centro Europa 2006