domingo, 29 de junio de 2008

Wicked!

Al bajar del John Hacock Center nos dimos cuenta que habíamos caminado una cantidad indefinida de kilómetros desde nuestra salida del hotel esa mañana, y después de una parada técnica e innecesaria en un “mall”, con el dolor perpetuo de mi rodilla dañada en Bogotá (la cual a estas alturas se había trasladado a la rabadilla y a todo el resto del cuerpo) decidimos tomar un taxi hacia el hotel, para además tomar ventaja de la “Hora Social” donde no conocimos a nadie, pero en cuestión de 25 minutos nos tomamos 3 copas de vino cada uno (eso es lo que pasa cuando es gratis y hay un límite máximo de tiempo), con lo que al cambiarnos para ir al teatro esa noche, no ibamos entonados si no más bien medio beodos.

Temprano habíamos pasado al Oriental Theatre, ubicado a tres cuadras del Hotel Mónaco, y habíamos comprado entradas para poder ver el musical del momento en Estados Unidos: “Wicked”!!!... La primera vez que escuché hablar de este musical fue a través de mi amigo Douglas Tobar, quien había leído el libro del autor Gregory Maguire. La obra cuenta la historia de las brujas de Oz (Sí, las del Mago de Oz) antes de que apareciera Dorothy, y devela misterios como porqué la Bruja del Oeste es verde, porque el león es cobarde, de dónde salió el hombre de hojalata, pero sobre todo cambia completamente la perspectiva de la relación entre Glinda, la Bruja Buena y la “Wicked Witch of the West” (la bruja mala del Oeste). No les puedo dar detalles adicionales, aunque si les puedo decir que se trata de “un gran chambre” (en buen salvadoreño, el chisme estaba bueno!). Les puedo recomendar ciegamente la obra, la cual se presenta permanentemente en Broadway, aunque sus precios en Chicago son mucho más accesibles y con la calidad típica que caracteriza a este tipo de obras musicales (http://www.wickedthemusical.com/chicago/ )

Lo único malo de ver una obra de teatro que dura tres horas más intermedio y que comienza a las 7 de la noche, es que se sale a las 10:30PM, en un país donde los restaurantes cierran sumamente temprano, y obviamente ya se nos había bajado la juma, y el hambre apremiaba. Por suerte, habíamos solicitado información en el hotel de a dónde podíamos tener una cena tardía dentro del área, y la Concierge nos envió a 4 cuadras, cruzando el Chicago River, en la Calle Hubbard, a un lugar llamado “Rock It” (http://www.rockitbarandgrill.com/ ), que efectivamente daba servicio de restaurante hasta la medianoche, y donde degustamos unas alitas de pollo y un dip de queso y hummus, para por lo menos engañar el estómago hasta el día siguiente. El lugar me pareció sumamente “gringo” (yo se Vane, no estoy siendo políticamente correcto, pero es la única palabra adecuada para describirlo), y cuya música rock de los 80’s y 90’s no ayudaba mucho para hacer la digestión, pero a esas horas de todas formas quién la hace? Y así terminamos nuestro primer día de parada técnica por las tierras del jazz!

lunes, 23 de junio de 2008

Visita al John Hancock Center

Michigan Avenue, con el John Hancock Center al fondo.

El John Hancock Center

Lycenia limpiando las ventanas del John Hancock Center

El Navy Pier y el Lago Michigan a ojo de pajaro!

Los rascacielos en su esplendor, con la Torre Sears al fondo

"La playa" frente al lago Michigan, acariciada por la sombra de los rascacielos.


Caminando, caminando, sobre Michigan Avenue, llegamos a la base del John Hancock Center (http://www.johnhancockcenterchicago.com/ ), el tercer rascacielos más alto de Chicago (superado por la Torre Sears y el Aon Centre), el cuarto en Estados Unidos (le gana el Empire State Building en Nueva York) y el número 18 a nivel mundial (fotografía 11 en el Blog). El edificio cuenta con 100 pisos y 344 metros de altura, donde interesantemente la mitad se utiliza como espacio de oficinas y la otra mitad como apartamentos residenciales! Mi propósito de llegar hasta ahí era llevar con engaños a la pobre Lycenia hasta el piso 94, para disfutar la vista de la ciudad desde el observatorio del John Hancock Center (http://www.hancock-observatory.com/ ). Digo que la llevé con engaños pues como mencioné, ella no es muy fanática de los rascacielos y estructuras citadinas, y tampoco de las alturas, pero no se preocupen que no la torturé, pues tampoco padece de vértigo...Posteriormente ella misma estaba limpiando las ventanas del edificio (fotografía 12 en el Blog). Le pagué la entrada para que no me fuera a decir que me esperaba abajo (era lo menos que podía hacer después de llevarla engañada, je,je) y posteriormente ella misma admitió lo impresionante de la vista, y lo mucho que le había gustado la visita al edificio, donde hay reseñas de la historia de su construcción y muchas oportunidades de fotografía a ojo de pájaro. Y además... Cuántas veces tenemos oportunidad de subirnos a edificios altos en San Salvador, a menos que sea nuestra humilde Torre Cuscatlán de 73 metros (quien dentro de poco será destronada por las Torres Campestre con 78 metros de altura). Ja!

Como diría Alfredo Espino: “Dos alas, quien tuviera dos alas; esta tarde en la cumbre casi las he tenido”, pero no era ninguna cumbre si no el observatorio del John Hancock Center, cuya vista de vuelo de pájaro nos impresionó con imágenes del Lago Michigan, de los rascacielos de Chicago (incluyendo la Torre Sears al fondo) y “la playa” articifial que han creado a la orilla del lago estaba llena de veraneantes simulando estar en el Caribe, donde la sombra de los edificios acariciando sus riveras daba un efecto operático al panorama verpestino!. “Y que asco y que tristeza, comenzar a bajar” (extracto del poema “Ascensión, del escritor salvadoreño Alfredo Espino http://www.poema-de-amor.com.ar/mostrar-poema.php?poema=342 )

lunes, 16 de junio de 2008

Simplemente Chicago!

Chicago!!! Es una ciudad incomprendida por los mismos estadounidenses... La ciudad ofrece todo lo que una gran ciudad puede ofrecer, pero no tiene el prestigio de Nueva York ni el dinero de Los Angeles. Pero tiene mucho estilo, una arquitectura muy interesante y sitios de esparcimiento público para pasear por la ciudad... Nuestro recorrido comenzó en Millenium Park (http://www.millenniumpark.org/), ubicado a unas pocas cuadras de nuestro hotel, y que es una de las más nuevas atracciones de la ciudad! Inaugurado en el 2004, el parque de 24.5 acres contiene obras arquitectónicas y escultóricas de artistas de renombre internacional. El parque es un paraíso dentro de la jungla de cemento, y nuestra primera impresión en este día soleado y caluroso de agosto fue de verdura e innovación.... Al entrar al parque en la esquina entre Michigan Avenue y Randolph Street, nos encontramos de inmediato con Wrigley Square y el Monumento del Milenio, estructura en forma de herradura con columnas de estilo clásico greco-romano, la cual da la bienvenida al visitante del parque, y aunque no es tan impresionante como todos sus vecinos, es un lugar sumamente apacible para descansar un rato en sus bancas y jardines, donde nos refugiamos un rato del inclemente sol de verano.

Luego subimos unas escaleras para accesar el Pabellón “Jay Pritzker”, donde se ofrecen conciertos gratuitos al aire libre y cuyo impresionante diseño se lo debemos nada más y nada menos que a Frank Gehry, el creador del Museo Guggenheim en Bilbao, la Dancing House (Ginger y Fred) en Praga y el Walt Disney Concert Hall en Los Angeles, en otras palabras, uno de los más famosos arquitectos del momento a nivel mundial!

Continuamos nuestro recorrido para encontrarnos con lo que Lycenia denominó como “el frijolito plateado”.El Cloud Gate es una gigantesca escultura plateada (o más bien espejada) que refleja de forma espectacular los edificios y transeuntes a su alrededor, y la cual tiene un arco por el cual se puede transitar para ver el mundo desde otra perspectiva. La escultura fue creada por Anish Kapoor y da un aire de futurismo a la plaza con su fusión del reflejo del ambiente que lo rodea y el material espejado inspirado por el mercurio.

Terminamos nuestro recorrido del Millenium Park en la Crown Fountain, diseñada por el escultor catalán Jaume Plensa, y que consiste en dos torres de bloques de vidrio, que proyectan constantemente rostros gigantescos de diversos ciudadanos de Chicago, y que por momentos expulsan chorros de agua a manera de fuente a través de la boca de la imágen en pantalla hacia una pequeña y no tan profunda piscina interior, donde ese día jugaban varias docenas de niños, todos en trajes de baño, quienes ansioasmente esperaban refrescarse del calor agostino del mediodía con el agua que salía de los labios de los gigantes.

Tanto modernismo, sol, calor y la vigorosa caminata, nos abrió el apetito, y a pesar que el Millenium Park tiene un restaurante en su centro (el cual sirve como pista de patinaje sobre hielo durante el invierno), decidimos probar en un restaurante de sandwiches, ensaladas y sopas llamado “Cosi”, ubicado frente al parque y que después descubrimos que es parte de una cadena estadounidense con presencia en muchos estados (http://www.getcosi.com/ ) y en donde a precios muy accesibles almorzamos sopa y ensalada al estilo “deli”.

El calor de la tarde estaba ya en todo su esplendor, y teníamos que recorrer nuevamente el camino de regreso hacia el Consulado Chino para obtener ya nuestros pasaportes con el visado correspondiente, para lo cual nos encaminamos desde el Millenium Park a través de Michigan Avenue, donde comienza lo que localmente se le conoce como “The Magnificient Mile” (http://www.themagnificentmile.com/ ) , y donde a cada lado nos encontramos con un paraíso para las compras,con tiendas como Macy’s, Giorgio Armani y hasta H&M, así como infinidad de bares y restaurantes, incluyendo el Chicago River y el Millenium Park! Michigan Avenue recientemente fue seleccionada, en conjunto con la Quinta Avenida en Nueva York, Bond Street en Londres, los Campos Elíseos en París, Nanjing Road en Shanghai y Rodeo Drive en Beverly Hills, como una de las mejores Avenidas a nivel internacional, por su infraestructura, diseño y arquitectura que la rodean. Ya con pasaportes y visas en mano, nos dedicamos a explorar tiendas como Crate&Barrell (cuya base de operaciones es en Chicago, así que era una “pequeña” tienda de cinco pisos), Banana Republic, Kenneth Cole, entre otras...

Centro Europa 2006