sábado, 3 de mayo de 2008

Porque Chicago?


Y así fue como programamos viajar el día 28 de agosto con destino hacia Chicago, y quedarnos por 3 noches, donde el primer día nuestro enfoque sería ir al Consulado chino a hacer el trámite: http://www.chinaconsulatechicago.org/eng/
El Consulado nos pedía llenar el formulario de solicitud, presentar una fotografía tamaño pasaporte y pagar 60 dólares por el trámite (30 por la visa y 30 por entregarla el mismo día!!!). Y en una ciudad como Chicago, la ubicación es un factor determinante para no terminar pagando cantidades exhorbitantes de taxi o pasar el día entero en transporte público, pero gracias a Dios encontramos un hotel perfectamente ubicado en el corazón de la ciudad, el cual nos quedaba a pocos minutos caminando para llegar al Magnificient Mile, al Millenium Park, a la zona de teatros y restaurantes, al Chicago River, pero sobre todo, al Consulado chino!

Descubrí el Hotel Mónaco (http://www.monaco-chicago.com/ ) por cortesía de mi anterior estadía en el St. Francis Drake en San Francisco, y posteriormente al considerar mi frustrada estadía en el Hotel Rouge en Washington DC (para originalmente sacar la visa china), todos parte de la cadena de los Hoteles Kimpton en Estados Unidos (http://www.kimptonhotels.com/), que se especializa en propiedades de lujo a precios sumamente razonables y con ubicaciones inmejorables dentro de sus respectivas ciudades. No en vano, al buscar opiniones de huéspedes anteriores, pude encontrar en “Trip Advisor” que era el Hotel número 4 en popularidad de 158 hoteles con reseñas en Chicago (http://chicago-hotels.tripadvisor.com/Hotel_Review-g35805-d111492-Reviews-Hotel_Monaco-Chicago_Illinois.html ) . El hotel cuenta con una decoración impecable en cada habitación (muy a pesar de contar con un gigantesco espejo redondo enfrente de la cama y de batas tigreadas o aleopardadas disponibles para el uso de los huéspedes), y otro punto a su favor fue la ”hora social” que se celebra cada día de 5 a 6 de la tarde, en la cual dan copas de vino y bocadillos gratuitos a sus clientes en el lobby del hotel, y que en una ciudad donde los tragos tienen un precio apróximado de 12 dólares (más propina), pues definitivamente es algo que agradecimos después de largas caminatas bajo el sol y antes de poder disfrutar de la noche en la ciudad.

Gretchen Greene, es una compañera de trabajo de mi oficina de Dallas, quien al enterarse de mi parada técnica en Chicago, me bombardeó con muchos consejos al considerarla su ciudad favorita en todos los Estados Unidos. Me envió websites de los museos y de los tours de arquitectura de la ciudad, famosa por considerarse la inventora del concepto de “rascacielos”. Y fue Gretchen que me diera uno de los tips más importantes de nuestra llegada a la “Ciudad Ventosa” o “Windy City” como se le conoce a Chicago dentro de Estados Unidos, término que se utiliza desde 1876 y que hace referencia a las frescas brisas que vienen del Lago Michigan, las cuales mantienen una temperatura muy agradable durante el verano. El tip era que no tomásemos un taxi hacia la ciudad, pues no valía la pena. El metro de Chicago (http://www.transitchicago.com/ ) llega hasta el Aeropuerto Internacional de Chicago O’Hare, y con una carrera a un costo de 3 dólares por persona, estaríamos en el centro, muy cerca de nuestro hotel, en menos de 35 minutos!!! Lo que no podíamos contar a nuestra llegada a las 10:45 de la noche a dicho Aeropuerto era que la línea azul que sale desde ahí, está en proceso de reconstrucción durante las noches, con lo que tardamos casi hora y media en aparecer por las desoladas calles del centro, a lo cual le debemos sumar que nos perdimos tratando de encontrar el hotel, con lo que logramos descansar hasta casi las dos de la mañana!

1 comentario:

José Luis Avila Herrera dijo...

Vaya odisea amigo!

Saludos desde Nashville, TN. USA.

Algún día conoceré EUROPA, ya lo dije!

Centro Europa 2006